Cultura

Emma Yanes Rizo: La economía informal que vive el artesano, un pendiente a cerrar

Es una realidad verlos caminar varias horas para llegar a un mercado donde puedan vender sus obras, añade la directora del Fonart. La institución cumple 50 años de vida

entrevista

Los artesanos que viven directamente de su producción son alrededor de un millón y medio.

Los artesanos que viven directamente de su producción son alrededor de un millón y medio.

La realidad de encontrar a un artesano caminando varias horas para llegar a un mercado donde pueda vender sus obras y, en tanto, ir ofreciendo su trabajo a quienes pasan, es una imagen de la economía informal a la que se enfrenta este sector de la población y una que no puede negar, dice Emma Yanes Rizo, directora del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart).

En entrevista con Crónica, la también historiadora platica sobre los proyectos que impulsó al frente del Fonart, institución que cumple 50 años de vida, y acepta que deja, al menos, dos pendientes para la siguiente administración: cerrar la brecha de la informalidad e impulsar la preservación de materias primas.

ARTESANOS EN LA INFORMALIDAD

De los 6.41 millones de trabajadores artesanales registrados por Secretaría de Economía (SE) durante el cuarto trimestre de 2023, el 79.4 por ciento vive en la informalidad y las entidades federativas que congregan las tasas más altas son Guerrero (96.4%), Oaxaca (95.6%) y Tlaxcala (93%).

Los datos que ofrece la SE mencionan que el salario promedio de un artesano es de 6 mil pesos trabajando alrededor de 40.7 horas a la semana. La edad promedio de estos trabajadores es de 43.8 años y la fuerza laboral se distribuye en 73.1% hombres con un salario promedio de 7 mil pesos y, 26.9% mujeres con salario promedio de 3 mil 420 pesos.

¿Cuántos artesanos había en el padrón del Fonart al inicio del sexenio?

El padrón que tiene el Fonart se basa en los beneficiarios que va realizando a través de los años, no es que sea el padrón de todos los artesanos que hay en el país. El padrón que recibimos era alrededor de 40 mil y hemos incrementado cerca de 10 mil artesanos por año.

Lo importante es que hemos focalizado apoyos a proyectos de largo plazo para que constituyan pequeñas empresas registradas ante el SAT con toda la capacidad de valerse por sí mismos. Ahora inauguramos un corredor artesanal en Tlacotalpan, Veracruz, que incluye la venta de piezas de madera, instrumentos musicales, textiles y barro; pronto inauguraremos uno en Bacalar, Quintana Roo.

Otras piezas de artesanía.

Otras piezas de artesanía.

¿Cuántos corredores hay en todo el país?

Alrededor de 70 y no hay en todos los estados porque básicamente los corredores se instalan en pueblos mágicos y pueblos de gran densidad turística, a su vez, en los proyectos estratégicos puede ser que no haya gran densidad turística, pero es donde se genera más economía.

¿Por ejemplo?

En Chiapas tenemos proyectos estratégicos muy importantes y en Tabasco trabajamos en la zona donde está la planta cañita con la que se tejen grandes figuras que van desde muebles utilitarios hasta ballenas decorativas.

¿Cuál es el requisito para que un artesano que camina y camina con sus obras pueda ser beneficiario del Fonart?

Sí, eso de que caminan y caminan es una realidad del mercado informal. Nosotros tenemos publicadas las Reglas de Operación en el Diario Oficial de la Federación, pero de manera general tienen que ser mayor de 18 años, tener una producción realmente artesanal, es decir, a partir de materia prima.

Tú puedes hacer una bolsita de plástico que no entra como producto artesanal, aunque esté hecha de manera manual porque la materia prima es plástico. Le damos prioridad a materias primas locales, a la manufactura manual y a que tenga una representación de las comunidades a las que pertenecen, priorizando zonas indígenas de alta y media marginación.

Yanes Rizo señala que los artesanos se pueden enterar de la existencia del Fonart a través de casas e institutos de la artesanía estatales y de la página de internet, aunque ésta última opción es “una limitante porque no todos lo manejan”.

“También recibimos de manera directa a las y los artesanos que vienen a solicitar vender sus piezas en las tiendas Fonart, a partir de ahí se hace un diagnóstico y se canaliza”, afirma.

Emma Yanes Rizo, directora del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías.

Emma Yanes Rizo, directora del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías.

¿Cómo ha influido Fonart para que los artesanos salgan de la informalidad laboral?

Según las estadísticas, los artesanos que viven directamente de su producción son alrededor de un millón y medio, hay quienes hacen más cosas, lo cual no es necesariamente malo, es decir, hay quien tiene una cocina económica y además teje, hay mucho de eso en México.

La artesanía en algunos casos se convierte en una ayuda extra y eso tuvo ventaja durante la pandemia porque tenían otras fuentes de ingreso. No creemos que necesariamente haya que quitar esas dobles funciones, hay quienes son albañiles y también hacen máscaras.

La directora del Fonart señala que para fortalecer los ingresos de los artesanos se han consolidado pequeñas empresas a través de corredores artesanales, se han apoyado proyectos estratégicos (talleres artesanales), y se les ha dado impulso a la producción de losa libre de plomo y a la generación de tintes naturales.

AUTOGENERADOS

El Fonart cuenta con cinco tiendas, cuatro son físicas y se ubican en la Ciudad de México, la otra es virtual y fue lanzada en pandemia.

¿Cómo funciona la venta de obras?

Fonart paga directo al artesano en sus lugares de origen y el precio lo pone las y los artesanos a través de una contraloría social, es decir, se reúnen los artesanos y dicen: a ver, todos los que estamos aquí sí somos artesanos. Después se aplica un cuestionario, ellos ponen el precio de las piezas, se les da una especie de nota o comprobante, pero ellos no pagan el IVA, ése lo asume Fonart.

Una vez que ya se compraron las piezas, se llevan a las tiendas Fonart donde se le agrega el porcentaje 1.5544, aprobado en comité, que básicamente es para el pago del IVA y los gastos de operación.

Se uniformó desde hace años ese porcentaje porque era muy difícil… ¿cuánto me cuesta traer de Chihuahua una sala? Muchísimo en pasaje y embalaje; y ¿cuánto cuesta traer un textil del Estado de México? Menos. Si no se uniformaba, los precios eran muy complicados de establecer en cada caso, por se llegó a ese acuerdo.

¿Ese extra son sus autogenerados?

(Las tiendas) se está subsidiando en realidad, si sacas los costos de lo que implicaría tener tienda, luz, internet… El presupuesto que tiene Fonart se divide en el fiscal que es básicamente para papelería y personal, y otro de subsidios con el que se compran y desarrollan programas.

¿La facturación ha aumentado?

Me acuerdo que eran como 15 millones durante la pandemia que fue cuando nos fue mal.

APOYOS A LA CREACIÓN

Un tema recurrente entre los artesanos es la extinción o el peligro que tienen muchas de sus materias primas que son plantas y minerales.

¿Qué han impulsado para que se preserven?

Es un tema importante porque la materia prima que requiere el sector artesanal es orgánica, entonces debe de tener un mecanismo de conservación que permita usarla y que no desaparezca.

Proponemos que en el próximo sexenio, parte de la naturaleza y vida sea la siembra de estas materias primas orgánicas, en particular, tenemos una vertiente de apoyos a la producción donde se incluye el apoyo a la materia prima, originalmente se apoyaba la compra de materia prima.

Yanes Rizo comenta que en Oaxaca apoyan la siembra de algodón coyuche y en Tabasco la producción de la cañita.

“Esto tiene que ser en pequeña escala porque las producciones masivas de materias primas, en particular del algodón, genera plagas y toda una serie de problemas. Sí se requiere todavía un análisis muy detallado de cómo sí y en dónde”, acepta.

¿Le gustaría continuar en el Fonart?

Me gustaría que continuaran los proyectos. Quien quede de funcionario es lo menos importante. El arte tradicional por sí mismo va a sobrevivir, ha sobrevivido desde la época prehispánica hasta nuestros días a pesar de los de los pesares, pero siempre será importante que el Estado tenga una función de promotor y que empuje estas actividades.