Cultura

Lo erótico, la picardía, la política... de las carpas se reúnen en la Fonoteca Nacional

La muestra ofrece 80 objetos,entre fotografías, archivosfonográficos..., para mostrar esemundo del siglo XX mexicano

El baile de la mujer moderna
La muestra, coordinada por Natalia Bieletto- Bueno, permanecerá abierta hasta el 11 de octubre. La muestra, coordinada por Natalia Bieletto- Bueno, permanecerá abierta hasta el 11 de octubre. (Cortesía Fonoteca Nacional)

Canciones eróticas o con letras subidas de tono y danzas que involucraban muchas piernas y poca ropa fueron algunos sonidos y espectáculos que se presentaron en las carpas instaladas en todo el país durante el siglo XIX. Una muestra de ello se exhibirá, a partir de este jueves, en la Fonoteca Nacional con Las músicas de las carpas de México (1890-1930).

La exhibición, coordinada por la especialista en musicología histórica Natalia Bieletto-Bueno, reunirá 80 objetos, entre fotografías de época, documentos musicales, archivos fonográficos, maquetas de carpas, títeres y documentos testimoniales. Además, se habilitará un micrositio en la página Musiteca.mx y una página web.

De acuerdo con la experta, las carpas fueron espacios musicales y la investigación que hizo se basó en archivos administrativos, por ejemplo, el Archivo Histórico de la Ciudad de México en donde se observa que de finales del XIX y a la primera década del siglo XX, las autoridades fiscalizaron la instalación de estas carpas o también llamadas jacalones.

“Un mito común es que las carpas no estaban reguladas y que los empresarios instalaban sus tinglados donde fuera, eso es falso, los archivos demuestran que requerían permisos del ayuntamiento y esas solicitudes dan mucho detalle no sólo de dónde se instalaban o quién era el empresario sino también de los repertorios de entretenimiento que ofrecían”, indica.

Bieletto-Bueno menciona que un inicio, en las carpas había lotería, peleas de box, peleas de gallos, música, magia y títeres.

“Conforme pasó el siglo XX se fueron haciendo espectáculos de música y comedia, eso tiene que ver con un auge de la zarzuela de género chico en todo el mundo hispano y de las canciones sueltas que se desprendían de esas obras teatrales musicales que se llamaban cuplé, que tienen un momento de gloria de 1890 a 1930”, detalla.

Aunque en esos años no se hicieron grabaciones in situ en las carpas, la investigadora buscó la música en archivos fonográficos y es lo que se expondrá, 20 horas de audios que el público podrá escuchar.

“Las carpas tuvieron un desarrollo nacional, tuvieron mayor presencial en ciudades como Yucatán, Guadalajara, Ciudad de México y la zona fronteriza porque eran compañías itinerantes”, señala Bieletto-Bueno.

RESTRICCIONES

En Ciudad de México sucedió un proceso de urbanización durante el gobierno de Porfirio Díaz, hacia el año 1900 cuando se introdujo el automóvil motorizado, a partir de ese momento las carpas ya no pudieron instalarse en calles y se les asignaron las plazas.

“El cuplé sicalíptico era una música con tintes eróticos y pícara, y bataclán era el baile de muchas piernas, mujeres y poca ropa, entonces inició a objetarse la moralidad de los espectáculos y los empresarios ofrecieron a cambio de que no les negaran el permiso de operación la posibilidad de mudar sus jacalones a zonas más periféricas, por eso progresivamente las carpas que estaban en las zonas céntricas se desplazaron a La Merced, Peralvillo y Plaza de las Vizcaínas”, destaca la investigadora.

Bieletto-Bueno afirma que hacia 1900 las carpas se asociaron con los barrios populares, pero no siempre fue así. “Antes de 1890, 1900 y 1910 las carpas no eran espectáculos de los pobres, ahí acudían gente de todas las clases sociales”.

Una de las canciones que se popularizó fue El Morrongo, de María Conesa, con palabras de doble sentido que eran aviadas por los movimientos de la actriz que lo bailaba. La exposición, agrega la experta, identifica quiénes fueron las figuras de aquella época.

Los audios que escuchará la gente, ¿son de primeras grabaciones?

Sí, son obras de audio, de las primeras que existieron, cuando las compañías fonográficas nacionales y extranjeras empezaron a grabar a los talentos locales.

Las compañías hacían un scouting de quiénes eran los músicos y los empezaron a grabar, sobre todo Columbia Records, Victor Records y una compañía fonográfica nacional que existió por unos breves años. Muchas de las escenas cómicas que se escenificaban en circos y carpas quedaron registradas bajo un género que se llamó costumbrismo.

Finalmente, Bieletto-Bueno platica que a las carpas asistían hombres y mujeres, pero igual que en los teatros, las mujeres iban con permiso del marido.

“Había espectáculos que se ofrecían sólo para hombres, eran los más eróticos y en las zonas más periféricas. En los archivos se observa que los públicos burlaban la ley, hay multas a carpas porque asistían mujeres y niños. Sucede que después de la pelea de toros, las carpas eran el espectáculo más rentable en la época, por eso al ayuntamiento le interesaba mucho levantar multas”.

Esta investigación contó con el apoyo del Programa de apoyo a coinversión de proyectos culturales del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales, la Universidad Mayor de Chile y la Fonoteca Nacional.

¿Dónde ver la exposición?

La exposición estará abierta al público hasta el 11 de octubre, de entrada gratuita, de 10:00 a 18:00 h de lunes a viernes en la Fonoteca Nacional, ubicada en Francisco Sosa 383, Barrio de Santa Catarina, Coyoacán, Ciudad de México.

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