Cultura

Franz Mayer abre sala con obras de Rivera, Rembrandt, Sorolla, Van Dyck, Zuloaga...

La exposición “Pintura y grabado” es un recorrido desde últimas décadas del siglo XV hasta el primer tercio del XX

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Una vista de la nueva sala de Franz Mayer.

Una vista de la nueva sala de Franz Mayer.

Un óleo con características medievales, cuadros con incrustaciones de concha, obras de arte plumario, así como una pintura que Diego Rivera hizo cuando aún era un aprendiz y una estampa hecha por el neerlandés Rembrandt van Rijn, son algunas de las 56 obras que forman la nueva sala permanente del Museo Franz Mayer.

Se trata del espacio “Pintura y grabado”, un recorrido por las últimas décadas del siglo XV hasta el primer tercio del siglo XX, con un guion curatorial cronológico y que abre con una de las obras más antiguas que resguarda el museo: “San Hipólito bendiciendo a su familia al regreso del funeral de San Lorenzo”, de Luis Borrassá (ca. 1419-1424)

“Formó parte de un retablo y fue producida en un taller valenciano. Lo que representa es el momento en que San Hipólito visita a su familia después de convertirse al cristianismo y podemos apreciar la convivencia entre la pintura y arquitectura”, expresó Abraham Villavicencio, curador.

Al respecto, Nuria Sadurni, directora de exposiciones, comentó que después del Renacimiento existió un periodo corto de 70 años en el que surgió el manierismo, esto es, pintar a la manera de algún artista, por ejemplo, de Miguel Ángel. Ese movimiento se traslapa con los inicios del barroco, en el siglo XVII.

Como muestra de ello, se exhiben grabados del alemán Durero como “La Virgen sobre una Luna creciente con corona de estrellas y un cetro”.

“Decidimos integrarlo por ser uno de los artistas importantes para la cultura artística europea de todo el siglo XVI, incluso su obra se conoció en Nueva España. Mostramos la etapa en que Durero iba a Italia, un movimiento muy común que artistas de Flandes (hoy Bélgica), de los Países Bajos y Francia acudieran a Italia para estudiar los talleres de los artistas renacentistas y a este movimiento se le conoció como los pintores romanistas”, dijo el curador.

Otra sección de la nueva sala es la pintura virreinal que muestra entrecruces de procesos culturales y comerciales, por ejemplo, tres tableros de pintura con incrustaciones de concha, uno con la imagen de la Virgen de Guadalupe y dos que muestran batallas prehispánicas: de Zempoala y Cholula.

“Éstas dos hechas en el taller de la familia González, los más importantes productores de este tipo de técnicas. La incrustación de conchas fue una manera en cómo los artistas del virreinato, entre 1670 y 1720, interpretaron el arte japonés”, expresó Villavicencio.

En este núcleo también destaca el cuadro “San Miguel Arcángel”, de Juan Correa, pintor mulato del siglo XVII que ornamentó la sacristía de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México. Además, se exhiben cuadros de arte plumario y el primer grabado sobre lámina de cobre que se abrió en la Nueva España, de Samuel Stradanus, grabador de origen flamenco que llegó a la capital en 1700.

Una de las joyas del museo es “Cristo frente a Pilatos”, del neerlandés Rembrandt. “El museo cerca de 17 estampas de él. Rembrandt fue un artista descomunal y si miran este grabado pareciera que fue hecho en carbón por la finura de líneas, sin embargo, está realizado al aguafuerte”.

-¿Alguna obra se exhibe por primera vez?

-Las estampas de Anthonie Waterloo, neerlandés (siglo XVII) de quien Franz Mayer coleccionó cerca de 100 grabados que son vistas paisajísticas inspiradas en la naturaleza de los Países Bajos. Mostramos cinco estampas que estaremos rotando (cada seis meses).

Otras piezas importantes en exhibición son dos grabados de Julio Ruelas (“Fuegos fatuos” y “El reposo del trovador”) que hace más de 20 años no se mostraban al público y “Paseo de los melancólicos”, de Diego Rivera, quien recorrió lo que fue el hospital psiquiátrico del porfiriato guiado por Joaquín Clausell en el estudio de la naturaleza.

Museo en actualización.

El museo Franz Mayer se encuentra en proceso de renovación de sus salas permanentes, por lo que “Pintura y grabado” ocupa el antiguo espacio de la sala Siglo XIX, lo cual no significa que todas las obras antes expuestas se embodeguen, entre éstas, el Biombo de la conquista, indicó Nuria Sadurni

Otros autores representados en este nuevo espacio son: Albrecht Dürer, Lucas de Leyden, Lucas Cranach “el Viejo”, José de Ribera “el Españoleto”, Joaquín Sorolla, Anton van Dyck, Pelegrín Clavé, Pedro Gualdi e Ignacio Zuloaga.