Cultura

“El futbol bajo el microscopio” revela la intimidad y base científica del juego

Raúl Rojas muestra los nexos de la física, química, matemáticas… con el futbol para interesar a la gente en las ciencias

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Fue en Inglaterra en el siglo XIX cuando se descubrió lo que sabían los olmecas, lo que ahora se llama la vulcanización, agregar azufre al látex para generar hules elásticos, explica Raúl Rojas.

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El País

Las pelotas de látex se inventaron en México durante época prehispánica, los holandeses son especialistas en cultivar césped para canchas de futbol y una de las obsesiones de Arquímedes dio forma al balón de soccer. Esos son algunos de los cientos de datos que explica el matemático y economista Raúl Rojas González (México, 1955) en el libro “El futbol bajo el microscopio”.

La obra editada por el Fondo de Cultura Económica (FCE) relaciona temas de física, química, matemáticas, geología y estadística con el futbol para interesar a la gente en temas de ciencia.

“Las pelotas de látex se inventaron en México, en el área olmeca. Los españoles tenían una bola de pluma que era una esfera con plumas para que fuera ligera y pudieran patearla y también tenían una que incluía una vejiga de cerdo que se podía llenar con aire, pero quedaron sorprendidos cuando vieron las pelotas mesoamericanas porque rebotaban muy alto y nunca entendieron la química”, detalla Rojas González.

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La savia que produce el árbol del látex no basta para generar balones, los olmecas sabían que debían mezclarlo con la savia de otro árbol: Ipomoea alba, para crear hule elástico.

“Lo que hicieron fue introducir átomos de azufre a las cadenas de polímero del látex y eso da elasticidad. Los aztecas y olmecas sabían qué porcentaje debían de agregar para producir diferentes tipos de hules: el útil para hacer pelotas y el que usaban en sandalias. Fue en Inglaterra en el siglo XIX cuando se descubrió lo que sabían los olmecas, lo que ahora se llama la vulcanización, agregar azufre al látex para generar hules elásticos”, explica.

CANCHA

Otro dato científico que narra Rojas González es la producción de césped y la ingeniería que requieren las canchas de los estadios.

“Lo importante es que la cancha no esté dura, en Europa, en invierno el suelo empieza a congelarse, se puede poner muy duro y eso es malo para los jugadores”, indica.

En Europa, los grandes estadios de futbol tienen calefacción, tienen tubos de agua que calientan la tierra y si el césped está a la intemperie, si está lloviendo o llovió, se retira el agua con sistemas de drenaje, comenta el investigador.

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“La cancha está construida como un sándwich, no sólo es tierra y pasto, es una capa de grava, de arena, de tierra, la tierra para pasto y esos pastos han sido cultivados durante muchos años que se regeneran rápidamente y resisten los pisotones”, indica.

Para darle mayor generación al pasto, lo que se hace en casi todos los estadios modernos es que de noche se exponen a la luz, se van moviendo lámparas por todo el césped, añade.

“Los holandeses son los campeones mundiales en eso, tienen invernaderos donde cultivan diferentes tipos de pastos: resistentes al frío o al calor. En Europa se necesita una variedad que resista al frío, en México se necesita una variedad que resista el calor”, señala.

El libro.

El libro.

¿Qué tienen que ver los griegos con el balón?

Siempre ha habido interés en poliedros, en cuerpos que tiene caras poligonales y que tienen la misma cara, por ejemplo, el cubo tiene seis caras cuadradas. Desde los griegos se estudiaba cuántos tipos de esos poliedros existían y el filósofo Platón los menciona en sus diálogos.

El matemático Arquímedes se interesó por poliedros donde no había necesariamente la misma cara sino que podía tener dos o tres tipos de caras distintas.

En 1970, en el mundial de México, fue la primera vez que una pelota abandonaba el diseño tradicional y tomaba uno de los cuerpos arquimedianos: un poliedro con caras hexagonales y pentagonales: una de las caras se pintaron de negro y otras de blanco que pegadas sobre una esfera crearon la pelota Telstar, el primer poliedro arquimediano que se utilizó en el futbol.

La física del chanfle

El científico mexicano explica que la física del chanfle: al momento de patear el balón, el forro de la pelota ocasiona una fricción con el aire, es decir, el aire se va oponiendo al movimiento del balón, entonces se genera una especie de torbellinos microscópicos alrededor de la pelota que van facilitando su movimiento.

Pero si la pelota además de ir hacia adelante va girando se produce una distribución distinta de un lado de la pelota que del otro: en un lado la presión del aire aumenta y en el otro disminuye y por eso el balón vuela en una curva.

“Los futbolistas saben intuitivamente cómo hacerlo porque lo han practicado mucho”, expresa.