Después de casi cien años vuelve a ver la luz el cuadro Exposición de la Revolución, del pintor mexicano Gabriel Fernández Ledesma (1900-1983). Esta obra estuvo resguardada, por lo menos, dos décadas en el Almacén de Periódicos y Revistas, edificio anexo de la Hemeroteca Nacional de México (HNM), ubicado en el Centro Cultural Universitario, y aunque su historia aún es poco clara, hoy se expone de manera permanente en la entrada de la institución.
Ana Laura Peniche Montfort, coordinadora de la Hemeroteca Nacional, platica que en 2019 participó en la adecuación del almacén y al momento de ingresar a ese espacio, le llamó la atención un cuadro que estaba cubierto. La académica quitó la protección y descubrió un óleo de gran formato.
Esa obra, de tres metros de altura por dos metros de ancho y 10 centímetros de espesor, representa a un hombre en caballo con las patas frontales en el aire. El jinete viste de blanco y porta un sombrero, una canana cruzada por el hombro izquierdo y un arma con la que apunta desde la altura de su rostro. En el fondo se observa un poblado incendiado y del lado contrario está un sol antropomorfo.
“Afortunadamente vimos que el cuadro tenía una firma, la de Gabriel Fernández Ledesma”, narra Peniche Montfort. Sin embargo, la obra tiene dos leyendas que complican la identificación del año en que fue creada: Museo iconográfico y Hemeroteca N. D México.
La académica halló un oficio de 1994 donde se describe el traslado de cinco bienes muebles que pertenecían a la Hemeroteca Nacional, entre ellos, el cuadro de Fernández Ledesma. El movimiento fue hecho del ex templo de San Pedro y San Pablo (San Ildefonso número 60, Centro Histórico de la Ciudad de México) a Ciudad Universitaria.
“Ese documento contiene una relación de pinturas y ubicamos por primera vez el cuadro en su contexto original: estaba colgado en uno de los muros de San Pedro y San Pablo. A partir de ese dato empezamos a reconocer su historia y resulta que perteneció a la Hemeroteca, al menos, desde su fundación oficial”, detalla Peniche Montfort.
A inicios del siglo XX, el primer espacio de la Hemeroteca Nacional fue el coro de la iglesia de San Agustín donde funcionó hasta 1932 cuando se trasladó el acervo a la nueva sala del Departamento de Prensa en la Capilla de la Tercera Orden, localizada a un costado de la nave principal.
Después, en 1944 se trasladó al ex templo de San Pedro y San Pablo que funcionó hasta 1980, un año después que se construyó la Unidad Bibliográfica en Ciudad Universitaria, pero fue hasta 1994 cuando terminó la reubicación de todo el acervo a su sede actual en Ciudad Universitaria.
“En el oficio comenzamos a ver qué otros cuadros estaban enlistados y se menciona uno que retrata a Juan Ignacio María de Castorena Ursúa y otro a Rafael Reyes Spíndola, ambos son padres del periodismo en México, el primero de principios del siglo XVIII y el segundo de principios del siglo XX. Lamentablemente ninguno está firmado, sólo tienen una placa que menciona que fueron hechos para la Exposición de la Revolución, detalla Peniche Montfort.
¿Son obras o no de la misma época que la pintura de Fernández Ledesma?, es una pregunta que aún indagan las académicas de la UNAM con ayuda de la Dirección General de Patrimonio Universitario.
MUSEO ICONOGRÁFICO
Otra pista hallada fue una fotografía que ubica al cuadro en la Capilla de la Tercera Orden. “Es curioso porque dice: diciembre 1932, y actualmente esa fecha está tapada por la leyenda: Museo Iconográfico”, señala Gisel Cosío Colina, académica del IIB.
El Museo Iconográfico fue propuesto por el fundador y ex director de la HNM, Rafael Carrasco Puente, en 1939 e inaugurado hasta 1944 en una de las salas del ex templo de San Pedro y San Pablo.
“Hay una nota de El Nacional, del 26 de enero de 1939, que narra la proposición de un Museo Iconográfico. Lo que dice es que Rafael Carrasco Puente le propuso al entonces presidente la creación de dicho espacio cultural que abrazaría la numismática, la filatelia, la pinacoteca, la xilografía, el grabado mural, mapas, cartografías e innumerables documentos que contienen interesantes capítulos de la historia nacional mexicana”, detalla la experta.
Entonces, junto con la Hemeroteca Nacional, se creó el museo en mención donde se organizaron exposiciones y demostraciones tipografías.
“Si el cuadro de Fernández Ledesma es de 1932, hecho a propósito de una exposición de la Revolución, no sabemos si después el artista o alguien más tapó la fecha y escribió Museo Iconográfico para que el cuadro formara parte de la colección que tenía el objetivo de juntar la mayor cantidad de bienes artísticos universitarios”, cuestiona Cosío Colina.
Lo que sí es una certeza es que el cuadro ha acompañado a la Hemeroteca Nacional en sus diversas sedes durante sus 80 años de vida: San Agustín, San Pedro y San Pablo y Ciudad Universitaria.
BOCETO
La académica Cosío Colina recuerda que la Hemeroteca se trasladó a la Capilla de la Tercera Orden en 1932 y después al ex templo de San Pedro y San Pablo en 1944.
El cuadro de Fernández Ledesma, en los registros fotográficos, tiene en la parte superior la leyenda: Biblioteca Nacional de México, letras que después fueron cambiadas por Hemeroteca Nacional de México.
Peniche Montfort y Cosío Colina han encontrado referencias hemerográficas en las que se señala que “Exposición de la Revolución” fue inaugurada el 5 de diciembre de 1930 y la imagen del cuadro de Fernández Ledesma fue utilizada para el cartel de la exposición y las conferencias que la acompañaron.
“En 1929, el director de la Biblioteca Nacional era Enrique Fernández Ledesma, entonces suponemos que le encargó a su hermano este cuadro y quizá otras obras más”, señala Cosío Colina.
Actualmente, Peniche Montfort mantiene contacto con el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) donde se resguarda el archivo de Gabriel Fernández Ledesma, para saber si hay algún documento que refiera al óleo.
“Una factura o ticket donde quede claro que fue la Biblioteca Nacional a través de Enrique Fernández Ledesma quien le encargó a Gabriel hacer una obra. Nuestra esperanza también es que en ese archivo haya algún grabado o boceto”, expresan.
Hasta el momento, localizaron una portada de la publicación periódica El Sembrador, del órgano popular del Partido Nacional Revolucionario (PNR), de 1930 ilustrada por Gabriel Fernández Ledesma, cuyo grabado está en la Colección Blaisten.
“Es muy coincidente, quizá primero hizo el grabado y después el cuadro. Son similares, las únicas distinciones es que en vez de tener de fondo el letrero de Revolución aparece un sol saliente, pero sigue siendo la misma intención del caballo erguido y una comunidad en llamas. Son demasiadas casualidades iconográficas para no relacionarlos”, destaca Peniche Montfort.
REGRESO A LA HEMEROTECA
El pasado abril del año en curso la obra de Fernández Ledesma fue expuesta por primera vez en la sede actual de la HNM, y los trabajos de evaluación, traslado y montaje estuvieron a cargo de la Dirección General de Patrimonio Universitario de la UNAM.
¿Cuándo decidieron que el cuadro debía mostrarse?
Aproximadamente hace un año empezamos a evaluar el sitio idóneo en dónde podría ponerse el cuadro debido a que teníamos que tener condiciones de iluminación adecuadas, que no tuviera incidencia solar directa y que hubiera un muro lo suficientemente resistente. Decidimos que el lugar idóneo era la entrada de la sala principal de la Hemeroteca Nacional.
Consideramos además que el cuadro debía estar expuesto como parte de las celebraciones de los 80 años de la HNM, pues su presencia y significado son de suma importancia para la historia de la institución.

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