Cultura

Homenaje a Julián Adem, en el centenario de su nacimiento

Jaime Urrutia Fucugauhi coordina la conmemoración que se llevará a cabo en el Aula Mayor de El Colegio Nacional (Donceles 104, Centro Histórico, CDMX)

Un anciano sentado en una silla en una biblioteca
Julián Adem es recordado como un científico con una visión abarcadora y global, que contribuyó al desarrollo de la ciencia en medio de la Guerra Fría. Julián Adem es recordado como un científico con una visión abarcadora y global, que contribuyó al desarrollo de la ciencia en medio de la Guerra Fría. (ECN)

El geofísico y colegiado Jaime Urrutia Fucugauchi organiza hoy un homenaje a Julián Adem (Tuxpan, Veracruz, 1924–Ciudad de México, 2015) en el centenario de su natalicio. Julián Adem, también miembro de El Colegio Nacional, revolucionó las ciencias meteorológicas al postular el Modelo Termodinámico del Clima, con el cual es posible calcular las temperaturas estacionales anuales y explicar las trayectorias de fenómenos naturales como los huracanes. Fue un maestro generoso —a decir de Urrutia Fucugauchi— que formó a generaciones de destacados geofísicos y fundó la Unión Geofísica Mexicana, así como las revistas Geofísica Internacional y Atmósfera.

El científico mexicano realizó sus estudios de ingeniería civil en la Escuela Nacional de Ingeniería de la UNAM (1943-1947), así como en la Facultad de Ciencias de la misma universidad (1945-1950). Entre 1951 y 1953, estudió en la Brown University, en Providence, Rhode Island, EUA, obteniendo el título de doctor en Matemáticas Aplicadas, y entre 1955 y 1956 realizó estudios en el International Meteorological Institute de la Universidad de Estocolmo, Suecia. Se desempeñó en diversos cargos públicos en México, incluyendo el de director del Instituto de Geofísica de la UNAM; Coordinador del Centro Multinacional de Ciencias de la Tierra en México, de la OEA; asesor del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (hoy Conahcyt) y director del Centro de Ciencias de la Atmósfera, UNAM. Desde luego, fue profesor e investigador titular de tiempo completo en la Facultad de Ciencias de la UNAM.

Julián Adem es recordado como un científico con una visión abarcadora y global, que contribuyó al desarrollo de la ciencia en medio de la Guerra Fría y eliminó las fronteras de la política en beneficio de la Tierra: “Saliendo de la Segunda Guerra Mundial y en medio de la Guerra Fría, con el auge de las armas nucleares y el desarrollo de los satélites artificiales, el doctor Julián Adem estableció colaboraciones con países que tenían diferencias ideológicas. En este contexto, organizó el Año Geofísico Internacional (de 1957 a 1958), lo que permitió una colaboración internacional en la que se analizó a la Tierra como un sistema, no como un espacio dividido por fronteras”, subraya Urrutia Fucugauchi.

Gracias a la iniciativa de Julián Adem por organizar el Año Geofísico Internacional, fue posible una cooperación global para estudiar las corrientes oceánicas, ya que cada país no puede limitarse a estudiar sus aguas nacionales e ignorar las del país vecino. Este avance permitió “ver la Tierra como nuestra única casa: si no la cuidamos, como especie vamos a desaparecer”, añade.

Modelo Termodinámico del Clima

Gracias a los estudios de Julián Adem es posible conocer más el planeta en el que vivimos, ya que sus contribuciones han permitido entender los procesos geofísicos de la Tierra, sus cambios, funcionamientos y mecanismos; con el análisis de esta información, los científicos pueden tener capacidad predictiva “y podemos comprender de la mejor forma cómo funciona el planeta”, explica Urrutia Fucugauchi.

Una de las aportaciones de Julián Adem a las ciencias de la Tierra fue el Modelo Termodinámico del Clima (1962), el cual permite modelar el clima a nivel global, a partir de una serie de ecuaciones, y pronosticar fenómenos naturales, como la sequía que a inicios de los años 80 afectó el sur de Estados Unidos y el norte de México, así como el calentamiento global por el aumento del dióxido de carbono.

Julián Adem superó varios obstáculos para desarrollar el Modelo Termodinámico del Clima, principalmente, la capacidad de recoger y analizar una importante cantidad de datos a nivel global cuando la computación era una ciencia aún en desarrollo.

“El doctor Julián Adem fue creativo para resolver aquellos problemas de forma integral. Además de que hay diferentes procesos involucrados, variables y elementos que hay que considerar, el principal problema es extenderlo a nivel global, lo que requiere el manejo de cantidades de datos muy grandes. Ahora, con las nuevas facilidades de cómputo, tenemos los estudios de datos masivos; sin embargo, en la época en la que Julián Adem desarrolló el Modelo Termodinámico del Clima, las capacidades de cómputo eran muy limitadas, eran las grandes computadoras que teníamos en la UNAM, y que él usó de manera muy adecuada”, señala Urrutia Fucugauchi.

Para desarrollar el Modelo Termodinámico del Clima, Julián Adem modeló el clima matemáticamente, a pesar de que las condiciones atmosféricas se caracterizan “por ser un problema complejo en donde intervienen múltiples variables; de hecho, es lo que hace difícil predecir cómo van a estar las condiciones meteorológicas del clima”. El geofísico explica que los científicos tienen la capacidad de hacer pronósticos a corto plazo, pero no así para predecir periodos mucho más largos, ya que existen diversas variables que interactúan: las corrientes oceánicas, los sistemas de vientos, las fallas tectónicas, los volcanes y “cadenas montañosas como los Himalayas, que eventualmente van a estar reducidos a planicies”.

Sin embargo, para conseguirlo, “Julián Adem usó las capacidades de cómputo de aquella época y fue desarrollando estos modelos termodinámicos. Estos modelos tuvieron una aplicación muy grande para modelar el clima de hace muchísimo tiempo; por ejemplo, su Modelo Termodinámico del Clima lo han empleado grupos de estudio para hacer modelados del clima en el periodo Cretácico, el último periodo de los dinosaurios”.

De acuerdo con Urrutia Fucugauchi, conocer el clima en el periodo Cretácico es muy útil porque permite saber cómo variaron las condiciones climáticas a lo largo de millones de años, lo que ayuda a tener una visión más completa de cómo era la condición atmosférica: si había mucho más CO2, o menos, cómo eran las temperaturas, la circulación oceánica y los organismos, que han evolucionado y se han adaptado a estas variables. “Esto nos permite hacer reconstrucciones de la superficie de la tierra, que es muy dinámica”.

Cien años, un homenaje

Este lunes, a las 18:00 horas, en el Aula Mayor de El Colegio Nacional (Donceles 104, Centro Histórico), el colegiado Jaime Urrutia Fucugauchi organizará un homenaje a Julián Adem para reconocer su obra y legado; además de comentar lo que representa el Modelo Termodinámico del Clima, se presentarán testimonios de sus estudiantes, de los científicos que colaboraron con él y se reflexionará sobre la importancia de la investigación científica y la colaboración internacional.

En la conmemoración al centenario de su natalicio participarán Alejandro Adem, presidente del Natural Sciences and Engineering Research Council de Canadá; Telma Castro, investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático-UNAM; y Jorge Zavala, académico del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático-UNAM.

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