Cultura

“Si algo nos humaniza es estar expuestos a la belleza del Universo”

Bernardo Fernández, Bef, presenta su novela “El estruendo del silencio”, la cual narra la transición entre la inteligencia artificial a la conciencia artificial

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. Bernardo Fernández, Bef, publicó hace 20 años esta novela y ahora es reeditada por el FCE.

. Bernardo Fernández, Bef, publicó hace 20 años esta novela y ahora es reeditada por el FCE.

“Si algo nos humaniza es estar expuestos a la belleza del Universo que es fantástico y fascinante”, señala el escritor Bernardo Fernández, Bef, a propósito de su novela “El estruendo del silencio” publicada hace 20 años y que ahora reedita el Fondo de Cultura Económica (FCE).

La novela de ciencia ficción cuenta la historia del señor Ka, un insectoide tecnorgánico que fue enviado al espacio para dejar a sus creadores en una estrella a 80 mil años luz, viaje que realiza junto con MaReL, una inteligencia artificial, y en el que comienzan a sensibilizarse a través de la música, la contemplación del Universo y las palabras que usaban los humanos.

¿Por qué los sueños son detonadores de la humanización?

A través de un sueño es que conectamos con la mente inconsciente, donde no hay limitaciones del superyó. Me parece que los sueños son una gran fuente no sólo de asombro y maravilla, sino que nos conectan con nuestra naturaleza más íntima, en los sueños somos libres de restricciones.

Este insecto que cada 100 años revisa la nave y se vuelve a dormir, de repente empieza a soñar. La novela, entre otras cosas, es la transición entre la inteligencia artificial a la conciencia artificial y esa conciencia se termina de consolidar con la contemplación de la belleza, a través de la música.

Para Bef, la novela es una celebración de todo aquello que nos hace humanos, “que nos une con las cosas trascendentes y con las cosas valiosas que hay en esta existencia”.

La novela.

La novela.

teresa.guzman

¿Qué tan importante es la contemplación?

Uno de los temas de la novela es el sobrecogimiento que produce la belleza y pocas experiencias deben enfrentarnos a la belleza del universo como el viaje espacial o una travesía sideral, moverse a través del cosmos.

Entonces siendo un fascinado por la ciencia desde toda mi vida, me imagino que así como los creadores de la Edad Media se sentían arrebatados por la belleza de lo divino, en esta época la maravilla de observar el mundo a través de los ojos del pensamiento racional es una experiencia abismal y sobrecogedora.

La contemplación es una experiencia importante en la novela, añade el autor. “Los dos personajes, MaReL y señor Ka, son seres artificiales que se deleitan en esta contemplación de lo trascendente a través de la belleza del cosmos”

¿Por qué hablar de América Latina como el lugar donde impera la ley del más fuerte?

En la ciencia ficción, Latinoamericana tiene este gran tema de la relación entre primer y tercer mundo, esta tensión producto de la desigualdad entre ambas regiones es una de las exploraciones que han hecho autores, hombres y mujeres, en esta región.

Me atrevo a pensar que quizá menos en Hispanoamérica porque ellos se han asumido erróneamente como primer mundo, pero en la ciencia ficción latinoamericana hay una permanente tensión entre este diálogo de la desigualdad de la tecnología que siempre es importada.

¿El mejoramiento del ADN y la perpetuidad seguirán siendo temas de la literatura de ciencia ficción?

Nuestros géneros especulativos van a explorar estos temas durante mucho tiempo más, lo han hecho desde el origen de la ciencia ficción moderna, ahí hay consenso de señalar a ‘Frankenstein’ de Mary Shelley como la primera obra identificada con elementos modernos de la ciencia ficción, desde ese momento estaban esas preocupaciones que hoy, 200 años después, son pertinentes.

Durante mucho tiempo más seguiremos escribiendo sobre cyborgs, robots, inteligencia artificial porque son una especie de espejo de feria que nos devuelve una imagen distorsionada de nosotros mismos, un reflejo monstruoso pero reflejo al final de cuentas.

¿Te preguntas qué hay después de la muerte, la post humanización?

Es una de mis obsesiones. No creo que haya una sola persona que no se pregunte y que no le angustie qué hay después cuando abandonamos el plano terrenal, ese es el gran misterio de nuestra existencia y trato de no pensar en él porque es abrumador.

Migración

En la novela el creador del insectoide y de MaReL, es Cuauhtémoc Kobayashi, un empresario con orígenes japoneses, indios y mexicanos.

“Desde niño fui amigo de personas de varias culturas, nipomexicanos, me causaba fascinación de cómo quedaban atrapados entre dos culturas, entre la aparente hiper civilización de lo japonés y la presunta barbarie mexicana, pero resultaba que México ni era tan bárbaro y Japón ni tan civilizado”, señala Bef.

Además, añade, “he tenido una fascinación por Japón toda la vida, Japón visto desde Latinoamérica es una cosa distinta al Japón auténtico. Cuando escribí este libro no conocía Asia ni Japón, es producto de mi fascinación”.