Libros dedicados, un diccionario, grabados, un vestido de flamenco y collares son algunos de los objetos que nueve destacadas mujeres, entre ellas dos escritoras latinoamericanas, han legado este martes a la Caja de las Letras del Instituto Cervantes, que ha querido celebrar así el Día de la Mujer.
El acto, en el que han sido recordadas las mujeres ucranianas y la fallecida escritora española Almudena Grandes, ha sido clausurado por Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, quien ha reivindicado la igualdad de género como un derecho y "una condición necesaria para la prosperidad y el desarrollo".
Los legados de Cristina Iglesias, escultora y grabadora; Lita Cabellut, artista multidisciplinar; Gioconda Belli, novelista y poeta nicaragüense; Laura Restrepo, escritora colombiana; María Moliner, filóloga y lexicógrafa (representada por su nieta Genoveva Pitarch); Aitana Sánchez-Gijón, actriz; María Vallet-Regí, investigadora y profesora; Carmen Linares, cantaora, y Maruja Torres, periodista y escritora, estarán custodiados desde ahora en estas cajas de seguridad.
De las 80 cajas que contiene la Caja de las Letras, 30 pertenecen a mujeres, incluidas las 9 de hoy.
La primera en depositar el legado ha sido la nieta de María Moliner, que ha dejado dos ejemplares del "Diccionario del uso del Español" en su primera y original edición y ha recordado cómo la obra de su abuela perdura en el tiempo.
La escritora nicaragüense Gioconda Belli ha recordado a Almudena Grandes y a la generación de su viudo, Luis Garcia Montero, poeta y director del Cervantes, quienes, ha indicado, lucharon contra la invisibilización que las mujeres escritoras sufrieron durante siglos.
La aportación ha sido en parte una "promesa de legado", ya que tuvo que salir de su país al que no ha podido regresar y por eso donará dos libros, uno de Gabriel García Márquez y otro de Julio Cortázar. Ha incluido también un ejemplar de su primer libro "Sobre la grama" y un colgante de mariposa.
Lita Cabellut ha entregado un ejemplar de "Bodas de sangre" ilustrado por ella, ademas de las botas que usó en su trabajo, ya que estrena un par con cada serie, y ha dedicado el acto a las mujeres de Ucrania, tras destacar la necesidad del arte en estos momentos de incertidumbre.
El legado de Cristina Iglesias ha consistido en una edición en euskera de 1547 de Martin Hoyazábal con las coordenadas para viajar a Terranova para los pescadores vascos, así como cinco grabados que componen su obra escultórica "Brújula de medianoche".
La cantaora Carmen Linares ha dejado una antología que incluye todos los cantes que han creado y recreado las mujeres a lo largo de la historia del flamenco. También el traje que llevó en el Teatro Monumental en 1997 cuando presentó esta antología.
Una camisita que vistió tras nacer el célebre poeta colombiano José Asunción Silva y que fue legado a la familia de Laura Restrepo ha sido lo que ha dejado la escritora colombiana, mientras que Maruja Torres, recordando a sus amigos Terenci Moix y Manuel Vázquez Montalbán, ha donado dos ejemplares de "El peso de la paja" y "Los Mares del Sur", además de una obra suya, "Esperadme en el cielo".
Aitana Sánchez-Gijón ha legado un libro de Rafael Alberti, "El hombre deshabitado", uno de los primeros montajes teatrales en los que ha tomado parte, además de un collar que usó en "Un dios salvaje", en tanto que la científica María Vallet-Regí ha dejado un libro sobre biomateriales, otro sobre la misma materia pero para niños y la historia de Marie Curie.
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