Cultura

Jan Hendrix: “Artistas como yo, al final de su vida, tienen una bodega tres veces más grande que su estudio”

Todo su historial está ahí adentro, comenta el artista visual y a quien entregaron la Medalla bellas Artes. Estoy al margen de modas y corrientes “novedosas” y cuando me describen como “extemporáneo”, me pongo muy contento, cuenta

entrevista

El trabajo para mí va para atrás y para adelante y no quiero quedarme en este tiempo, ni en un modismo, dice Jan Hendrix.

El trabajo para mí va para atrás y para adelante y no quiero quedarme en este tiempo, ni en un modismo, dice Jan Hendrix.

Philippa Smith

Quizás son los artistas “más viejos” los que se visten completamente de negro, considera Jan Hendrix (1949), quien se encuentra completamente vestido de negro, en su estudio blanco, sentado de espaldas a sus obras en blanco y negro.

“Es más sencillo porque cuando escoges tu pantalón, por la mañana, ya sabes que es negro, y así escoges tus calcetines negros…”, bromea en entrevista.

Recientemente, el artista neerlandés, quien vive y trabaja en México desde 1978, recibió la Medalla Bellas Artes 2024 en Artes Visuales.

-¿Qué implica para ti el reconocimiento?

“Me siento honrado por un lado y por el otro me dio mucho gusto que se dio a varios artistas de mi propia generación. Yo siento que entraron a entregar la medalla a una siguiente generación, que me parece muy bien planteado de parte de Bellas Artes de empezar a honrar a un grupo y generación nueva-, aunque todos somos viejos, pero no tanto. No sé quién es el mayor, pero me late que yo soy el mayor, no estoy seguro. Me gusta mucho que estaban refrescando el medallero”.

Asimismo, hace un par de meses Jan Hendrix inauguró la exposición retrospectiva “Atlas”, que todavía se puede visitar en el Palacio de Cultura Citibanamex–Palacio de Iturbide hasta el 29 de septiembre. “Es una selección de obra de los últimos 20 años, pero no es cronológico, hay un orden visual se complementa con libros de mi propia colección”, detalla al respecto.

-¿Hay algún proyecto en puerta?“

Por un lado, sacamos el libro de la exposición y pasan muchas cosas ahorita. Estoy un poco a la espera de que la inspiración… no existe, bueno, a la espera de que se retomen algunas ideas”.

A sus 75 años, como cada cierto tiempo en que lo intenta y fracasa, Jan Hendrix se preocupa por organizar las colecciones que tiene en bodega. De momento, se plantea un futuro inmediato de revisión y acomodo.

“Luego resulta que los artistas como yo - y muchos a finales de su vida- tienen una bodega que es tres veces más grande que su estudio, con todo su historial ahí adentro”, comenta. “Ahí va para una bodega enorme, entonces estoy también viendo a dónde va la obra, qué va a pasar, pero son reflexiones que me tomo porque siento que he estado trabajando mucho en exposiciones, en publicaciones, etc y de repente hay que saber parar”.

EL GRAN TEMA

Al revisar su obra, en todos lados el artista percibe un tema muy fuerte y “diferentes maneras de ver lo mismo”: la naturaleza.

“Sigue siendo el mismo tema, la diferencia de tantos años para acá es que si uno aprende y mira con cuidado y trabaja todos los diferentes temas, dentro de subtema uno empieza a ser cada vez más específico y más crítico y más cuidadoso con lo que quiere lo que quiere mostrar al final”, reflexiona sobre las cosas que han cambiado en su producción a lo largo de su trayectoria. En cuanto a las etiquetas que se pueden usar para su obra, que se mantiene al margen de modas y corrientes “novedosas”, Jan Hendrix asegura que cuando lo describen como “extemporáneo”, se pone muy contento.

“Es lo que hago yo, me dejo influir por el pasar de la historia del arte en el mundo, pero en pequeño: la historia del arte que me nutre en muchos sentidos, combinándolo con todo lo que sucede hoy. El trabajo para mí va para atrás y para adelante y no quiero quedarme en este tiempo, ni en un modismo”, ahonda. “Lo que no quiero es que se vuelva demasiado contemporáneo, con lo cual mañana ya es anticuado, si la obra sigue los modas en poco tiempo se consume y se acaba”.

-¿Buscas trascender?

“No, que la obra trascienda, yo no. Yo nada. Y la obra creo que sí va a sobrevivir… o no sé, tampoco, porque la obra gráfica en papel y tinta son materiales muy delicados. Por lo mismo espero que tenga vida larga pero dependerá de si uno lo preserva y cuida, no creo que pase mucho por la mente mía...procuro que los materiales sean nobles y puedan durar”.

-¿Qué dirige ese deseo de permanencia de tu obra?

“Yo creo que todo artista procura que su obra dure más que su propia vida. Conozco pocos artistas productores consumidores de su propia vida que ya con eso se dan por servidos”.

Para Jan Hendrix una cosa es la obra y otra el artista. Como creador, su responsabilidad es ver a qué museos y archivos irá su obra, pero lo que va a durar son las piezas.

-¿Qué ideas querrías tú que sobrevivan con tu obra?

“Yo creo que con la pura observación de la naturaleza, ya me doy por servido. Si tú después de haber visto una obra te fijas un poco más en lo que te rodea, yo ya gané”, considera. “Si por haber visto la exposición te intriga la Selva Lacandona y vas y observas, ya gané. Si tienes un poquito más de cuidado con que tu padre o tu madre no corte el árbol que está enfrente de la casa, ya ganamos. Si la obra te conduce a una observación o reflexión sobre la naturaleza, me doy por servido”, agrega.

-¿Crees que podríamos etiquetar tu obra como fósiles de paisaje?

“Creo que están un poco antes del fósil. No están llegando... -no el sentido de antigüedad, sino del imprint-, pero creo que lo mío son reflexiones sobre el antes, la naturaleza todavía en desarrollo y balance relativo, siempre con la advertencia de que son las últimas miradas. No es hablar de un mundo perdido sino de un mundo en peligro”.

El artista declara que su intención es acercar el lenguaje y discurso sobre la naturaleza a la Ciudad de México, donde trabaja y se nutre del medio cultural.

EN EL ESTUDIO

Jan Hendrix llega a su estudio en la colonia Roma por la mañana. Toma mucho café, y ‘vaga’ un poco antes de empezar una rutina de dibujo, organizar el día y también el siguiente día. “Ahorita estoy con las Olimpiadas, que me encantan. Pongo la radio todo el tiempo porque es una cortina de ruido que me aísla el exterior”, relata en cuanto a sus estrategias diarias.

“Si me va bien, estoy aquí dibujando. Si me va mal, estoy en organizar la producción de obras que muchas son hechas en colectividad, taller exterior o fábrica, etc dependiendo de la obra. Eso sucede en muchos lugares diferentes, por lo que hay una logística caótica que controla”, señala. Sin embargo, siempre procura dos cosas: tiempo para leer y tiempo para dibujar, “son actividades básicas, si no hago ni el otro, entonces estoy fatal”.

En este momento, Jan Hendrix se encuentra leyendo novelas policíacas del japonés Seicho Matsumoto. Al momento lleva tres libros suyos (en inglés) y se declara fascinado. “Cuando estás leyendo libros de él parece que estás leyendo en blanco y negro y todo sucede en trenes”, reseña.

-¿Una exposición que recomiendes?

"Es muy buena la de Damián Ortega en Bellas Artes, buena exposición, un muy buen artista".

Para más información sobre el artista y mantenerte al tanto de sus proyectos puedes visitar su página web oficial janhendrix.com.mx/2016/es/ así como sus redes sociales @janhendrixstudio