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Si hay un músico y compositor cuyo corpus musical es inconmensurable y que emerge del jazz para derivar en distintos géneros y ritmos, ese es John Zorn, quien regresa a la Ciudad de México para festejar sus 70 años de vida con dos conciertos en el Teatro de la Ciudad los días 2 y 3 de diciembre, y en los cuales presentará por primera vez en el país su proyecto Masada acompañado de nueve músicos “brutales”.
Claudia Stella Curiel de Icaza, secretaria de Cultura de la CDMX, dice que “Zorn 70” serán conciertos maravillosos: tendrán música de alto nivel y porque además Zorn ama al público mexicano, del que dice es de los mejores.
¿Cómo fue la invitación para que Zorn viniera a México a festejar sus 70 años?
Con el saxofonista se había colaborado hace 10 años cuando vino al Museo Anahuacalli a presentar “Moonchild”, para los festejos por sus 60 años. Tiempo después se le invitó a presentar el “Gabinete del doctor Calligari“, en el Auditorio Nacional, y musicalizó en El Lunario “Blade Runner”, junto con David Lombardo y Bill Laswell.
Hace año y medio le escribí para preguntarle si tenía planeado hacer algo en su aniversario 70: esto lo fuimos rebotando ambos hasta que se definieron los dos conciertos.
Y dentro de estos conciertos, hay algo importante: el grupo Masada es uno de sus proyectos más importantes de Zorn y el sábado 2 estará New Masada Quartet, conformado por Julian Lage, en la guitarra; Jorge Roeder, en el bajo; Kenny Wollesen, en la batería; y Zorn en el saxofón. En ese concierto también se tocará “Suite For Piano”, con el pianista Brian Marsella, Jorge Roeder y el baterista Ches Smith, y se presentará Simulacrum, proyecto integrado por John Medeski, al órgano; Matt Hollenberg, en la guitarra; y Kenny Grohowski, en la batería.
Para el domingo 3 de diciembre, el New Electric Masada, conjuga a los miembros del New Masada Quartet, a Hollenberg, Medeski, Marsella, Ches Smith y Grohowski, todos ellos músicos “brutales”
Y digo que son brutales, porque todos los músicos que trabajan con Zorn, lo son por su gran calidad. Entonces vamos a tener un festín de nueve músicos con distintos ensambles y configuraciones y con un sonido excepcional, porque se le harán arreglos al teatro para que se escuche la música hasta el último rincón con la mejor fidelidad.
Este regreso muestra la conexión de Zorn con los mexicanos, incluso ha producido a los Klezmerzon.
Zorn ha colaborado con ellos y otros mexicanos. Él está muy conectado y conoce muy bien lo que pasa en la escena musical nacional y qué artistas interesantes hay.
¿Y cómo mira la Secretaria de Cultura estos conciertos?
En la institución trabajamos para un público muy diverso y si bien hacemos conciertos en el zócalo, en las Fábricas de Artes y Oficios o en espacios públicos, es importante atender a las personas que tienen avidez de escuchar jazz, avant garde y por eso tratamos de hacer una oferta lo más completa posible, aunque siempre habrá gente que dirá que está incompleto. Pero es traer programación de alto nivel a la Ciudad de México.
¿Y para Claudia Curiel qué significa la música de Zorn?
Es muy importante en mi carrera en la música. Cuando hice el Bestia Festival, entré de lleno a mundo del que ya no pude salir. Entonces decidí dedicarme a la música, aunque no fuera instrumentista, pero sí a producir conciertos y compartir esa magia que producen. Y llevó 15 años trabajando en esto y, para mí, generar cualquier actividad de artes escénicas o música es mi pasión.
Y de su música, creo que cuando algo es perfecto ni siquiera te preocupas si son 16, 15 o 12 compases lo que escuchaste. No lo intelectualizas, lo sientes. Y la música de Zorn y su grupo es tan fuerte, poderosa, en todos los sentidos, que no requieres saber de música experimental o de jazz o clásica, porque el día que estás en un concierto de éstos y oyes la magia que generan estas personas, te lleva a vivir una experiencia brutal. Es una conexión con el universo, aunque suene hippie. Es decir: ya valió la pena vivir, estoy aquí tranquila. Esto era todo.
Y hay otra cosa importante de Zorn: él ama al púbico mexicano. Él me lo ha dicho así: el mexicano es de los mejores públicos a los que se ha presentado, porque en otros países escuchan y aplauden dos veces y se quedan como si fuera algo normal. John se da cuenta que en México la gente se desvive y por eso le encanta venir.
¿La CDMX ha sido una ciudad de gran variedad artística?
Aunque la prioridad es el apoyo al talento local en todos los territorios de la Ciudad de México, sea de cualquier manifestación estética y a toda la banda que se dedica a la música, también es traer lo grande de la escena internacional, mostrar ese panorama cosmopolita que sucede en otros lugares.
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