Hace unos días, Agustín soñó con su padre, el escritor contracultural José Agustín Ramírez Gómez (1944-2024), quien entraba a Bellas Artes y ya no podía escucharlo, pero le marcaba por teléfono para decirle que estaba “en el centro”.
“Yo le decía ¿en el centro de la Ciudad o de Cuautla o de dónde? Pero yo creo que se refería al Centro del cuento La mirada en el centro”, compartió durante el controversial homenaje llevado a cabo en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes.
Entre música de rock a cargo de los músicos de La Barranca y los actos protocolarios institucionales por parte de la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, la viuda de José Agustín, Margarita Bermúdez, acompañada de sus hijos, Andrés Ramírez Bermúdez, Jesús Ramírez Bermúdez, Agustín Ramírez Bermúdez pronunciaron algunas palabras en honor del escritor:
“Qué lugar tan increíble para despedir a José Agustín, qué público tan chingón y qué espectáculo nos espera también, al jefe le hubiera gustado que hubiera rock and roll aquí”, expresó desde el fondo de sus lentes negros José Agustín.
“Hay mucha gente que quisiera seguir sus pasos –como yo, quisiera alcanzarlo a donde quiera que se fue- pero en el escribir o afán de hacerlo que se motiven a hacerlo y yo aquí hablo directamente a ti jefe: no me voy a rendir, a ver si escribo algo digno de ti”, agregó.
Asimismo, la poeta Elsa Cross soñó recientemente con su amigo, el escritor José Agustín Ramírez Gómez (1944-2024), a sus 19 años de edad, cuando ya estaba casado y entrando al taller de Juan José Arreola.
Para ella, uno de los legados más característicos e importantes del escritor contracultural es su invitación a emprender un constante viaje de descubrimiento.
“Esto es quizás lo que impulsó su escritora, da sentido a muchos de sus personajes y puede ser para todos un proyecto de vida lleno de significado. Mi compadre inició ahora un viaje más largo y le mando un abrazo, donde quiera que esté, pues ahí estoy segura de que ha de estar –como él decía– a toda madre”, expresó.
SOLEMNIDAD BAJO PROTESTA.
Por otra parte, algunos de los participantes del homenaje luctuoso apuntaron lo extraño que era acudir a los mecanismos institucionales tradicionales para recordar al aguerrido anti-intelectual, conocido por su rebeldía, la música y las drogas, así como un lenguaje coloquial, irreverente y directo.
“José Agustín estaría muy emocionado y también diría ¿pues qué está pasando? ¿Se han vuelto locas las autoridades o qué? Porque él fue un contestatario, un hombre que se levantó contra la injusticia, un hombre que estuvo en la cárcel de Lecumberri, así que para él sería una sorpresa enorme, así como lo fue para José Revueltas, que en este gran y bellísimo espacio se le rindiera homenaje”, observó la periodista y escritora, Elena Poniatowska y el poeta Alberto Blanco coincidió:
“No puedo evitar preguntarme ¿qué habría pensado de todo esto el psicodélico y original escritor mexicano, gurú de la contracultura, jefe de la Onda, el rebelde de las letras mexicanas…tal y como se le ha llamado en los numerosos textos, notas y recuentos escritos sobre el autor y su obra en estas últimas semanas? Conociéndolo y recordándolo en sus buenos tiempos, estoy seguro de que se habría reído de buena gana”.
Para Poniatowska, uno de los aportes más grandes de quien fuera su amigo, fue la des-solemnización de la literatura mexicana.
“José Agustín abrió las puertas a la cultura de la chaviza, a los jóvenes que hicieron de la irreverencia una forma de acercarse a la literatura; por fin se sentían representados las niñas de minifalda y los greñudos de pantalón de mezclilla”, calificó.
Tras las palabras de amigos, familiares y la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto se realizó una lectura dramatizada de la obra Los motivos del lobo, del nicaragüense Rubén Darío, por la actriz Olivia Lagunes y el actor Miguel Ángel López del elenco de la Compañía Nacional de Teatro y las guardias de honor alrededor de la urna fúnebre.
La primera guardia se hizo entre vítores y porras a los familiares, quienes devolvieron saludos a los asistentes, acompañados por los acordes modernos de La Barranca. Al final del evento, la directora del INBAL, Lucina Jiménez pidió un minuto de aplauso a los asistentes en honor del escritor fallecido.
¿QUIÉN FUE JOSE AGUSTIN?
El escritor mexicano José Agustín Ramírez Gómez nació el 19 de agosto de 1944 y falleció el 16 de enero de 2024.
Vivió su infancia en Acapulco, Guerrero; estudió Letras Clásicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, así como Dirección en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la misma institución y se destacó como narrador, ensayista, dramaturgo y guionista cinematográfico.
Entre sus obras más famosas destacan La tumba (1964), De perfil (1966), Se está haciendo tarde (1973) La panza del tepozteco (1992), los tres volúmenes de Tragicomedia mexicana, publicados entre 1990 y 1998), así como el guion y la dirección de la película Ya sé quién eres (te he estado observando) (1973), y la adaptación cinematográfica de El apando (Felipe Cazals, 1976), de José Revueltas.
Su escritura fue definida por la escritora Margo Glantz como “literatura de la onda”, movimiento contracultural nacido en la década de 1960 junto a Parménides García Saldaña y Gustavo Sainz, quienes reflejaban a la juventud mexicana de la segunda mitad del siglo XX.
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