¿Qué es ficción y qué es realidad? y ¿cómo la migración cambia el entorno natural? son dos preguntas que lanzan las exposiciones que este viernes 3 de febrero se inaugurarán en el Museo de Arte Carrillo Gil: “Ahí viene el lobo. Parte 2” y “Con mi dedo trazo el camino del agua”.
“El teatro es un espacio de la ficción, pero puede contener propuestas documentales, ¿qué pasa cuando la realidad entra al teatro? y en contraste, en el museo las cosas siempre son reales, a los museos vamos a ver la verdad de lo que ocurrió y se exponen obras reales porque es un pecado que haya la falsificación de algo”, indica Lázaro Gabino del colectivo Lagartijas tiradas al sol.
Por ello en la muestra “Ahí viene el lobo. Parte 2” usan la conocida fábula del pastor que miente sobre la llegada del lobo para indagar en un principio de ficción, de alguien que hace algo falso para echar a andar el mundo.
“Lo que hacemos es que las cosas irreales estén en el centro del museo, por ejemplo, exponemos tres dibujos de Diego Rivera y ponemos una ficha indicando que uno de los tres es falso, entonces el espectador tiene que preguntarse cuál es”, detalla Gabino.
Para esta muestra, el colectivo trabajó con las bodegas de escenografía del INBAL y la UNAM seleccionando objetos extraños que trasladaron al museo. “Entonces hay desde un mamut, comida falsa y cuadros usados y fabricados en las obras para colgarlos como un Rothko que colocamos como si fuera un Rothko real”, añade.
A la par, los artistas estarán ensayando diversas obras para que la gente conozca su trabajo y porque son pocos los espacios que las autoridades destinan a la preparación escénica.
“Con mi dedo trazo el camino del agua” es la otra exposición que se inaugurará, se trata del trabajo individual de Antonia Alarcón: bordados, petates, paisajes sonoros y telares en forma del Río Bravo.
“El Carrillo Gil, sobre todo los 90, fue un museo que sirvió para posicionar a artistas de arte contemporáneo y curadores, era un espacio de experimentación, entonces siguiendo esa tradición tenemos el espacio ‘MACG Presenta’ donde exponen artistas menores de 30 años, en este caso Antonia Alarcón”, destaca Isabel Sonderéguer, curadora.
La artista aborda la migración pero con una mirada no antropocéntrica, “Se centra en los movimientos de flora y fauna que hay en la frontera con Estados Unidos, cómo el muro y las políticas migratorias han afectado nuestros ecosistemas y pone en tela de juicio los límites arbitrarios de los estados-nación”, indica.
Sonderéguer detalla que la muestra evidencia cómo el Río Colorado está seco en una gran parte por el uso que la ha dado Estados Unidos y México, o cómo existe una infinidad de garras y pezuñas que cruzan la frontera ignorando los límites que se establecieron en mapas del siglo XIX.
“Antonia Alarcón trabaja el poder poético, afectivo y simbólico, entonces quería romper la idea de que el norte de México no hay nada cuando en realidad está lleno de flora y fauna pero como tenemos un bombardeo de imágenes violentas la sensibilización del espectador es esa perspectiva, entonces ella quería crear un espacio sensible, que priorice el vínculo, la empatía y el diálogo para crear en colectivo un mundo nuevo”, señala.
El Museo de Arte Carrillo Gil se ubica en Av. Revolución 1608, San Ángel, Álvaro Obregón, CDMX.
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