Cultura

“Motaati”, un viaje por las muchas formas que tiene el placer

La coreografía, de Diego Vázquez, se presentaré este domingo 21 en la Sala Miguel Covarrubias en el marco del Festival Aleph

Una escena de la coreografía que se presentara a las 12:30 horas en en la Sala Miguel Covarrubias.

Una escena de la coreografía .

TCUNAM

El placer conectado a los sentidos y a conceptos tan humanos como hacer comunidad o vínculos, es el tema central de la coreografía “Motaati”, que presentará el Taller Coreográfico de la UNAM (TCUNAM) este domingo 21 de mayo a las 12:30 horas en la Sala Miguel Covarrubias en el marco del Festival Aleph.

“Siempre pensamos en el placer erótico, en el que uno tiene con alguien en un encuentro sexual y no, hay muchas formas de placer están aunados con el pulso vital”, expresa Diego Vázquez, director artístico del TCUNAM.

Para el creador, este proyecto es un viaje emocional ya que recientemente descubrió que le era difícil acceder a su propio placer y a procurarse.

“Es importante reconocer de dónde podemos obtener el placer, la retribución o simplemente el cumplir los deseos, cuando uno no se permite eso, entonces entramos en una energía de Thanatos y dejamos el Eros que nos da vida porque nos estimula, es un poder creativo”, indica.

La coreografía se llama “Motaati” porque es una expresión en árabe que significa “mi placer”, lo cual influyó para que la música sea de Medio Oriente.

“Investigué sobre artistas sonoros, dj, compositores, músicos de esa parte del mundo y se presentará la música de más de siete compositores que van desde Marruecos hasta Egipto, Líbano y Palestina. Si bien es música electrónica en su mayoría, tiene ritmos sensuales”, destaca Vázquez.

El director artístico del TCUNAM señala que la pieza la forman diez escenas que van describen distintos tipos de placer, iniciando con la figura de Eros, después comienza la representación de los sentidos arrancando con el placer del olfato.

“Aparecerá la musa de la danza que abre el camino al placer de bailar mediante un cuarteto, después el placer del tacto con un dueto de dos varones donde hay mucho contacto, seguido del placer de enfrentar a Thanatos para seguir con el placer de la vista, de arrojarse al agua, de despojarse, de hacer comunidad y finalmente el placer del hogar”, expresa.