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El montaje escénico multidisciplinario, Mujer Raíz se estrenará en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario de la UNAM, que regresa a la actividad presencial. En palabras de la coreógrafa Paula Villaurrutia, creadora de esta pieza inspirada en La Malinche, se trata de “un agradecimiento, una ofrenda a nuestras ancestras, abuelas y bisabuelas que sembraron la semilla para que ahora nosotros florezcamos”.
En conversación con Crónica, Villaurrutia explica que este montaje es el resultado de una petición por parte de la dirección de Danza UNAM, en el marco de México 500, programa impulsado para conmemorar los sucesos que hace quinientos años transformaron el devenir histórico de nuestro país.
“Pidieron una coreografía relacionada con el personaje de la Malinche. A partir de eso, me di a la tarea de encontrar un vínculo con el personaje, porque no quería hacer una representación histórica, para eso pensé que ya están los documentales y trabajos históricos, escénicamente ¿desde dónde lo iba a abordar? Hice introspección y me di cuenta que al igual que Malintzin, nuestras mujeres han pasado por momentos de batallas de acuerdo a su contexto”, relata.
Lo que comenzó siendo un encargo, terminó siendo algo muy íntimo y personal, a la vez que humano y social. Para la creación de Mujer Raíz, Villaurrutia se documentó en textos y materiales audiovisuales, además de recibir asesoría por parte de historiadores.
“Tuve acercamiento y entrevisté a gente de distintos estratos sociales para conocer la percepción que se tiene del personaje y fue grato darme cuenta de que ven al ser humano más que a esa construcción mítica creada de la Malinche”.
Agrega que para crear el ambiente prehispánico se basó en una grabación de campo de una danza de Malinche, de Veracruz. “La intención no es la representación tal cual de danzas y bailes, pero sí hay un trabajo de documentación y acercamiento a ello, y de elección. Todo tiene una justificación”.
“También llevo a escena algunas danzas de conquista, como la danza de conquista de Metepec, para ello tuve que acercarme a la comunidad y solicitar permiso para usar la música; lo mismo con un son de la Danza de la Pluma, que es la representación cuando bailan las Malinches, Doña Marina y Malintzin prehispánica, y representa unión de las dos culturas”.
A partir de la información recabada, la artista tomó tres momentos clave que coinciden con los tres nombres del personaje: Malintzin/Malinalli, la niña prehispánica, que al haber nacido en familia de importancia tuvo que ser vendida y convertida en esclava; Doña Marina, adolescente aguerrida que se fue abriendo paso; y la Malinche, ese mito que se suele hablar sin conocer la raíz.
En escena se desarrolla un dialogo entre ‘una mujer de hoy’ y Malintzin. “Es un dialogo reflexión sobre lo que pasó esta mujer, lo que han pasado nuestras mujeres, lo que nosotras pasamos, y desde ahí tomar fuerza, seguir construyendo nuestro camino”, señala la coreógrafa.
LA PROPUESTA.
Es una integración de diferentes disciplinas escénicas -“las necesarias para generar lo que tenemos en mente”- con la intención de materializar una historia no-lineal.
“No es danza, tampoco teatro, es la integración de diferentes disciplinas. Nuestra finalidad es contar una historia, transmitir emociones, sensaciones al espectador, que se vaya con algo, tener un vínculo, comunicación con el espectador. Los proyectos que hemos hecho van encaminados a eso”, apunta Paula Villaurrutia.
Destaca que para esta obra se crearon textos literarios y versos que aparecen en la puesta como voces en off, así como música original. “Todo ha sido creado y elegido específicamente para la obra”.
DESPIECE "DANZA Y TEATRO"
Paula Villaurrutia es una reconocida bailarina, docente, coreógrafa e investigadora mexicana, miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte que ha sobresalido en la escena cultural de México por la creación de obras basadas en la danza tradicional bajo un tratamiento escénico contemporáneo.
“La danza y música tradicional es aquella que sigue viva, hecha por y para una comunidad, con una función específica. Desde ahí hago el tránsito hacia la escena, alejándome de folklorizaciones y teniendo como objetivo principal desarrollar historias, poder hacer uso de lo que implica el teatro - esa caja negra que brinda posibilidad de crear mundos”, expresa.
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