Cultura

El Museo Soumaya abre muestra sobre el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez

La exposición redescubre un personaje “muy humanista” y con un profundo amor por México, dice Alfonso Miranda, director general del recinto. Son más de mil objetos provenientes del acervo del arquitecto

personaje

La exposición se presenta en el Museo Soumaya Plaza Loreto.

La exposición se presenta en el Museo Soumaya Plaza Loreto.

Eleane Herrera Montejano

La Antorcha de los XIX Juegos Olímpicos de México (1968), autografiada por la atleta Enriqueta Basilio es uno de los más de mil objetos provenientes del Acervo Arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, que se pueden visitar en la exposición “Pedro Ramírez Vázquez”, en el Museo Soumaya Plaza Loreto.

“Es la primera vez que se presentan planos del acervo arquitecto Pedro Ramírez Vásquez. Es una excelente oportunidad para estudiantes de arquitectura e investigadores, pero también para cualquier mexicano que quiera acercarse más allá de estos hitos de la arquitectura, como el Museo Nacional de Antropología, el Museo de Arte Moderno o la Basílica de Guadalupe”, comentó el historiador Alfonso Miranda, director general de Museo Soumaya en Ciudad de México y responsable de la Colección Carlos Slim.

En recorrido por esta exposición, con las que el Museo Soumaya celebra 28 años, Alfonso Miranda expresó que pretenden redescubrir un personaje “muy humanista” y con un profundo amor por México, cuyas aristas iban más allá de la construcción funcional, en el carácter de lo bello y habitable.

“Y de ver quién sigue siendo Pedro Ramírez Vázquez. Al acercarnos por primera vez al archivo de manera tan diáfana y con apertura para poder decir lo que sea con él, nos parecía fundamental sembrar la semilla de hermandad y conciliación en el México actual”.

Aseguró que la cantidad de objetos aquí reunida no constituye más del 10% del Acervo que se compone por materiales de índole variada y manifestó su deseo por tener más colaboraciones a futuro.

“Hay una relación del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez con el Museo Soumaya en muchos sentidos. Él mismo dijo en sus memorias que su primera chamba se la había dado Don Julián Slim, padre del ingeniero Carlos Slim para un trabajo de ingeniería, más que de arquitectura, en el centro histórico; y aquí estuvo muchas veces, su cumpleaños 90 lo pasó con nosotros por elección. Sigo estando cerca de él en cada visita a estos nuestros espacios”, relató.

También comentó que el interés por hacer una muestra de este tipo ha venido de muchos museos, como el Franz Mayer o el Museo de Arte Moderno, donde ya se habían llevado a cabo ejercicios similares, “pero no había tantos objetos quizás por sus dimensiones y lo que implica la conservación, la restauración, presentación de planos. Es muy complejo y nos llevó a nosotros 4 años y una pandemia”.

Si bien ya existía una sistematización y digitalización de varios objetos, realizada por el propio arquitecto Javier Ramírez Campuzano, hijo del arq. Pedro y encargado del Acervo, la investigación, recopilación de objetos, curaduría in situ, traslado y revisión de lo que necesitaba restauración o cuidados especiales, así revisión de soportes y montaje para no dañar objetos que, originalmente, no eran museales tomó poco menos de 6 años.

“Muchos se conservaron por una visión de historia, pero, en realidad, muchas veces el plano de un proyecto que se hizo no es necesario conservarlo. Esta mirada de protección a lo que también es memoria nos parecía importante rescatarlo y no solo las citas citables de la arquitectura mexicana moderna, sino entender el aquí y ahora de Pedro Ramírez Vázquez. El eje siempre fue el humanismo”, ahondó el director del Museo.

La Antorcha de los Juegos Olímpicos de México.

La Antorcha de los Juegos Olímpicos de México.

RECORRIDO.

Entre los planos mencionados por Alfonso Miranda destacan el Estadio Azteca y el proyecto de aeropuerto en Texcoco, pero también se muestran piezas como medallas, zapatos, sillas y logotipos que dan cuenta de lo variada que fue la producción e intereses del arquitecto y diseñador.

Se incluyen algunos regalos que Pedro Ramírez Vázquez recibió, como “Ejercicio plástico” (1968) del artista Alexander Calder.

La exposición acomoda todos estos objetos en 8 núcleos. El primero, introductorio, pretende hablar de él como persona, porque “de pronto se nos olvida que antes de ser arquitecto es una persona y nadie lo retoma desde ahí”, según explicó Ana Paula Robleda Betancourt, coordinadora de comunicación del Museo Soumaya.

“Es el primer núcleo por la dimensión social que tienen sus proyectos, que nunca estuvieron pensados para ser bonitos. Iban mucho más allá y buscaba que fueran prácticos, funcionales, que se adaptaran al entorno, que funcionaran a quienes lo iban a usar y no para quienes creían que lo iban a usar”.

El recorrido continúa con los espacios habitados. Es decir, espacios habitacionales, o institucionales-empresariales en los que participó el arquitecto. Después, se abordan los espacios de “identidad”, que son principalmente los recintos museográficos y construcciones importantes tanto en la historia reciente de arquitectura como en las dinámicas sociales del México contemporáneo (la basílica de Guadalupe, el Estadio Azteca y otros espacios arqueológicos).

“Luego está todo un núcleo dedicado a los Juegos Olímpicos, que se acompaña con ciertos toques de denuncia. La historia nos enseña una versión de los juegos olímpicos pero hay cosas que pasaron de manera diferente y esto nos acerca a esos puntos”, apuntó Ana Paula.

Posteriormente, se habla de la universalidad de México a través del trabajo de Pedro Ramírez Vázquez y la representación de este país en el mundo, así como colaboraciones realizadas en el extranjero.

También hay un espacio dedicado a los “proyectos no realizados”, donde está el famoso aeropuerto, “también con tono de denuncia para decir que no era un proyecto nuevo, pero sí tenía fundamentos sólidos el que quisiéramos tener otro aeropuerto”; y, finalmente, “el núcleo dedicado a diseño que se fusiona con urbanismo, que pues es diseño gráfico, industrial, mobiliario doméstico y urbano”.

“Tratamos de hacer un panorama lo más amplio y acotado posible de quién fue Pedro Ramírez Vázquez aunque es imposible hablar de todos sus proyectos. Esperemos que esté más tiempo pero empezamos 6 meses seguros”, agregó la coordinadora de comunicación del Museo Soumaya.

Asimismo, indicó que de momento no tienen programa académico que acompañe esta exposición, sin embargo, a través de redes sociales comenzarán a "dar salida a contenidos digitales".

Otra de las piezas.

Otra de las piezas.

ACERVO.

Por su parte, el también arquitecto, Javier Ramírez Vázquez señaló que el Acervo cuenta con muchos otros rubros que no se han abordado, como la numismática que diseñó su padre.

“Hay una colección de documentos antiguos de México, son cerca de 44mil planos, más de mil horas de video, más de 800 de grabación. Son carteles, 5mil por decir un número. Es muy vasto. Biblioteca, hemeroteca, fototeca, fonoteca, videoteca, mapoteca (mapas antiguos de la cdmx), cartas importantes de presidentes o intelectuales del medio deportivo, académico, etc. Obviamente a mí no me da tiempo de vida para digitalizar todo porque además voy encontrando cosas”, compartió al terminar el recorrido de inauguración.

Informó que, actualmente, algunas grabaciones se encuentran de resguardo en la Fonoteca Nacional, pero aún se requiere la conservación de materiales de diferentes ámbitos.

“Me han ofrecido alternativas, pero la cosa es que sea confiable la conservación y manutención, que se le de difusión, mantenimiento. Son muchas circunstancias las que rodean la conservación de un acervo”

Consideró que el material da para hacer recopilaciones epistolares o incluso otro tipo de publicaciones. “Planes puede haber todos, lo que no hay es lana, pero todo está abierto para eventuales publicaciones, yo encantado para revisar y facilitar”.