El aspecto más destacado de la historia del Museo Mural Diego Rivera es que el recinto fue construido alrededor del mural “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central” de Diego Rivera, para resguardarlo después del terremoto de 1985.
“Es una propuesta original. El público que nos vista conoce la historia del mural y su traslado, sin embargo faltaba hablar del arquitecto y cómo se va conformando este espacio”, comenta el curador Javier Vásquez, en recorrido por la exposición “Cimientos. Archivo José Luis Benlliure”.
A 35 años de la apertura del Museo Mural Diego Rivera, esta exposición inicia precisamente con el origen del recinto, tras el sismo de 1985, pues “el espacio donde nosotros ahora estamos ubicados comprendería donde estuvo ubicado el Hotel Regis que se cayó en el terremoto”, apunta el curador.
Por otra parte, el Hotel del Prado sufrió afectaciones que impidieron su funcionamiento como hotel.
“Entonces, gracias a que el mural de Diego Rivera estaba colocado en el vestíbulo del hotel, es que se pudo lograr, a partir de los trabajos que hacen conservadores, restauradores, ingenieros, arquitectos, etcétera”.
“Me parece importante destacar que primero se coloca la obra y posteriormente se va a construir el edificio. Me parece que son pocas las construcciones o los museos que tienen esta conformación. En México no tengo noticia de que haya sucedido algo similar”, detalla Javier.
CIMIENTOS HISTORICOS.
“Cimientos. Archivo José Luis Benlliure” propone una revisión de la trayectoria profesional del arquitecto español, enfocada en el conjunto de inmuebles construidos y rehabilitados en el Centro Histórico de la Ciudad de México entre 1985 y 1994.
Se puede visitar hasta el 17 de septiembre, en un horario de 10:00 a 18:00 horas, en el recinto ubicado en la calle Colón, esquina Balderas, a un costado de la Alameda Central.
“Todo el tiempo él está pensando precisamente en la idea de integrar, no de destacar su trabajo sobre lo que ya está, sino de ir de la mano con lo que ya está propuesto y con lo que va a hacer él”, opina Javier Vázquez.
La muestra reúne 94 piezas entre fotografías, documentos, acuarelas y material bibliográfico organizadas en tres núcleos. El primero está relacionado con las instituciones culturales, destacan el Museo San Carlos y la explanada frente a Bellas Artes, donde antes no había jardineras y era flujo para automóviles.
Asimismo, la presencia de cartas dirigidas a sus padres dilucida mucho de la forma de pensar del arquitecto.
“Tiene correspondencia permanente con sus padres que vuelven a España después de una estancia en nuestro país. El arquitecto se cartea con su padre y con su madre para informarles qué es lo que está sucediendo acá”, ahonda el curador.
“El padre de José Luis Benlliure también es arquitecto y eso también es una cuestión muy particular porque dentro de las cartas nosotros encontramos que consulta a su padre los trabajos que va a estar realizando en México”, continúa.
El segundo núcleo es sobre el trabajo de José Luis Benlliure en el espacio público y, el tercero, sobre las intervenciones que realizó en edificios de instituciones privadas, así como algunos proyectos fuera de la CDMX.
“Creo que aquí podemos ver muchos de los elementos que Benlliure tiene como arquitecto: el uso de materiales que armonizan con los edificios contiguos, alturas que no sobrepasan los edificios que ya están construidos a los lados y grandes ventanas que también propone en muchas de sus construcciones”, agrega Javier.
Para más información sobre las actividades que acompañan esta exposición envía un correo a mmdr.difusion@inba.gpb.mx o consulta el sitio web www.museomuraldiegorivera.bellasartes.gob.mx y sus redes sociales (FB, TW, IG) @MuseoMural y @museomuraldiegorivera.
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