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La Casa de México en España recibe la primavera con una verdadera obra de arte en su fachada. Más de 22.000 flores naturales -claveles y crisantemos en distintos colores- y tres piezas de seres míticos de la cultura mexicana adornan la entrada a este espacio cultural en la capital.
Dos quetzales (aves de la cultura mesoamericana) y un jaguar de más de 8 metros en madera tallada y pintada a mano son las tres piezas artesanales de gran formato que decoran la fachada, realizadas en colaboración con el Taller Jacobo y María Ángeles de Oaxaca, uno de los más importantes en México.
"Queremos compartir y traer nuestra cultura, y este arte y oficio que hacemos, transmitirlo a la gente. Desde el momento que nos hicieron la propuesta (...) fue un compromiso bastante grande", dijo María Ángeles en declaraciones a EFE en Casa de México.
La artesana está en Madrid con su hijo mayor Ricardo, uno de los encargados de la empresa, quien continúa con este legado. Ellos resaltan la grandeza de su país con el pinchado de flores, talla de madera y pintura a mano.
TRABAJO COMPLEJO A DISTANCIA
"Todo empezó desde un dibujo, yo vine en agosto del 2022 a ver la fachada y la solución que podía dar", relata Ricardo, quien describe como una "gestión compleja" todo el proceso de realización, sobre todo porque trabajaron con planos a distancia.
Además, hicieron colaboraciones con arquitectos y diseñadores industriales, quienes ayudaron a hacer la estructura de la pieza. La instalación solo será de diez días, por la vida de la flor. "Este tipo de proyectos desafían la creatividad, pensar las áreas, las resoluciones, los colores, los materiales, las flores, los animales", afirma el joven artesano.
El mural de flores se empezó a trabajar el 14 de enero, pero dos semanas antes se transportaron desde México los paneles de madera, ya que la pieza de la fachada está construida por aproximadamente 24 planchas de triplay (contrachapado).
TALLER ARTESANO COMPLETO
Los esposos Jacobo y María Ángeles fundaron en 1994 el taller que lleva su nombre en el pueblo de San Martín Tilcajete, en Oaxaca, y en estos casi treinta años se han dedicado a la producción de figuras talladas en madera.
"Es un taller escuela, no solamente trabajamos la madera, sino también tenemos proyectos que han nacido ahí, como la cerámica, joyería, y proyectos de bioconservación que le dan vida al trabajo en general", cuenta María Ángeles, quien recuerda que en 1994 migrar a Estados Unidos fue la opción de muchos mexicanos, pero ella y su familia optaron por emprender y rescatar la práctica del tallado.
Este taller cuenta con 260 trabajadores, distribuidos en distintas áreas; "queremos que aprendan de la cultura mexicana, sepan que existe San Martín Tilcajete y nos visiten en el taller", dice la maestra artesana.
Previo a la inauguración, la Casa de México en Madrid organizó un taller con la misma técnica que utilizaron los maestros floristas para la fachada: pinchado de flor, y cada asistente hizo un arreglo solo con veinte flores.
"El proceso en la fachada lo hicieron con poliespan (material de espuma), pero aquí lo hemos hecho con una esponja húmeda para que el arreglo dure más tiempo. Consiste en ir cortando los tallos bien cortos y vamos pinchando las flores para que así se mantengan uniformes y no se muevan", explicó la maestra florista Jimena Muñoz, instructora en el taller
El público de Madrid puede disfrutar de esta instalación hasta el 2 de abril, y conocer la grandeza de México a través de su cultura y el arte popular.
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