Elena Garro, el "máximo ícono de la irreverencia y transgresión sin concesiones al poder", como la describiera su biógrafa, Patricia Rosas Lopátegui, es interpretada en la obra “Olvida todo”.
El sonido de una máquina de escribir y la aparición de las letras en una pantalla superior, anuncian las llamadas, entre bromas y permisiones para dialogar entre las (os, es) asistentes, antes de la última llamada. Estaremos durante toda la obra frente a la sala de espera de una pensión de alojamiento que fungió como refugio para Elena en septiembre de 1968, antes de que se viera forzada a exiliarse por más de 20 años en Estados Unidos, España y Francia, amenazada y acosada por “espía y rebelde política”.
La ambientación escénica es congruente con la intención de llevarnos a la real trinchera de las luchas colectivas y personales en resistencia a un sistema que depreda y devora: cuerpo, intelecto y emociones de lo que lleva el título “mujer”. No es una obra biográfica. La autora Ximena Escalante ha elegido un día en la vida de Garro para permitirnos sentir las dudas, angustias, carcajadas, desesperaciones y llantos de la escritora, sin ninguna certeza de lo ocurrido, pero con toda la confianza de lo vivido por cada una, escritora, directoras y actrices se habitan en la Elena de todos los tiempos.
Bienhumorada y concreta, con instantes conmovedores, la función cae en el desafortunado especismo. Si bien, gorilas, halcones y lobos, se autonombraron los partícipes opresores, ¿por qué legitimar que los animales representan la bestialidad humana? Así lo hacen líneas argumentativas de la obra.
Por otro lado, como señalaría Rebeca M. González, fundadora de Vulviversa, se infantiliza a la personaje doméstica, constante en las prácticas de racismo hacia las personas que desempañan trabajos de limpieza. Atentas ahí, compañeras creadoras y público que somos parte.
Sobre la actuación de quien interpreta a Elena, que se ha juzgado de “no plena”, me permitió sentir que Elena Garro, aunque siempre supo quién fue, nunca se sintió segura para serlo, en un sistema voraz, como el que seguimos viviendo, estuvo insegura, estamos inseguras. Puede ser que eso mismo le suceda a la actriz, y también es posible que la actriz sintiera a Elena desde ahí.
Y entonces acompaña Congreso, interpretada por Luisa Huerta, con toda su certeza y su recorrido seguro, de mujer y de personaje. También está la fuerza de Lola, quien pone su casa, como cuerpo para proteger a la acechada, y Cruz, la que entiende a la otra, ahí entre 4, se gesta la fortaleza de mujeres refugiando, entendiendo y sosteniendo a la chiva expiatoria, la creadora, la pensante, la sintiente que no conviene y a quien le ponen fuerza policiaca y ejército detrás de la puerta de esa pensión-trinchera donde estamos todas forzadas a olvidarlo todo.
“OLVIDA TODO”
Compañía Nacional de Teatro.
Dramaturgia: Ximena Escalante.
Elenco: Luisa Huertas, Ana Luisa García, Ana Karen Pereza y Octavia Popesku.
Dirección: Mariana Hartasánchez.
COORDENADAS
Sala Héctor Mendoza: Francisco Sosa 159, Coyoacán.
Jueves y viernes 8:00 P.M. / Sáb 7:00 P.M. / Dom 6:00 P.M.
Hasta el 11 de diciembre.
Entrada libre con reservación al correo publicos.cnteatro@inba.gob.mx
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