Escribir para sentirse vivo, seguir su olfato para contar historias y siempre entablar conversaciones con gente que no conocería, eso es le daba sentido el día a día de Paul Auster (1947-2024), el prolífico novelista, poeta y guionista estadounidense que falleció en su casa, en Brooklyn, Nueva York, el pasado martes a causa de cáncer de pulmón.
“Me he pasado la vida entablando conversación con gente que nunca he visto, con personas que jamás conoceré, y así espero seguir hasta el día en que exhale mi último aliento”, comentó el autor durante la entrega del Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2006, donde leyó un discurso sobre la necesidad humana de escuchar historias y la inutilidad de la literatura.
Paul Auster realizó sus estudios en la Universidad de Columbia, después vivió tres años en Francia (1971-1974) y ahí ejerció oficios muy diversos: realizó traducciones de Mallarmé, Sartre y Simeon, entre otros, y escribió poesía y obras teatrales de un acto.
Cuando regresó a Estados Unidos, se instaló en Nueva York y se dedicó a la traducción, posteriormente realizó críticas, poesías y ensayos en revistas como New York Review of Books y Harper´s Saturday Review.
Auster se dio a conocer como escritor con la publicación de “La invención de la soledad” (1982), obra autobiográfica, y, sobre todo, con la “Trilogía de Nueva York” (1985-1986), formada por tres cuentos: “La ciudad de cristal”, “Fantasmas” y “La habitación cerrada”.
“Cada uno de mis libros siempre han sido diferentes al anterior y cada vez que escribo una obra creo que estoy ingresando en un territorio nuevo, estoy tratando de explorar las cosas de manera diferente. En ese sentido, cada libro es una continuación de mi búsqueda bizarra por tratar de expresar situaciones en relación con lo que significa estar vivo. Sobre eso escribo: qué se siente estar vivo”, expresó en 2017 cuando visitó México, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
La vasta obra de Auster supera los 30 títulos, mismos que se tradujeron a casi 40 idiomas, sus últimas novelas fueron “4 3 2 1” (2017) y “Baumgartner” (2023).
La primera narra la vida de una sola persona: Archie Ferguson, contada desde el punto de Archie Ferguson, pero con cuatro variaciones, y en la que se abordan temas como las relaciones con los padres, los amores de adolescencia, el incesto, los experimentos sexuales, la homosexualidad y el odio y la búsqueda de un trabajo. Todo en un contexto estadounidense de la Guerra de Vietnam y la ola de movimientos contra la segregación racial.
Respecto a “Baumgartner”, Auster detalla la vida del escritor y profesor Baumgartner, quien vive un duelo por la muerte de su esposa Anna. “Quería probar suerte con una historia corta”, explicó a Nicolas Wroe, reportero The Guardian en noviembre de 2023 ya que su novela tiene 264 páginas. “Algo que casi no he hecho en mi carrera. Siempre había escrito libros de tamaño modesto y luego con 4321 (960 páginas) y Burning Boy (800 páginas)”.
En un comunicado, el grupo editorial Planeta, a través del sello Seix Barral, compartió con la prensa las primeras palabras que ayer la editora Elena Ramírez intercambió con Siri Hustvedt, esposa de Auster.
“Estos días Paul Auster me comentaba que escribió la luminosa Baumgartner en un extraño estado de recogimiento mientras experimentaba el duelo por la trágica pérdida de su hijo y de su nieta. Todo el amor recogido entre las páginas de esta increíble novela acogerá ahora el dolor de su familia. Ahora yo soy Baumgartner”, le dijo Hustvedt a Ramírez.
PRINCIPIANTE DE LA LITERATURA
En su visita a México, Auster detalló más sobre la novela “4 3 2 1”, contó que la empezó a escribir a los 66 años y la terminó tres años después ya que los momentos de su infancia no abandonaban sus pensamientos.
“Quizás es porque siego siendo muchacho, no acabo de crecer, sigo en crecimiento, sigo tratando de resolver las cosas, me siento como un principiante en todo el tiempo, todo lo que he escrito en el pasado no me interesa en este momento, es lo que voy a hacer a continuación, es lo que voy a hacer hoy, quizá esto es lo que tiene que ver con artistas que pasan años siendo artistas y descubren cosas nuevas”, dijo.
En esa ocasión recordó que de joven soñaba convertirse en escritor, que su mayor felicidad sería publicar un libro.
“Sería mi gran logro. No tenía idea, a los 17 años, que podía escribir tantos libros. Resulta ser que una cosa lleva a la otra, como en la vida, conoces a una persona, esa te presenta a otra y ésa a su vez te presenta a otra y resulta tu esposo. Es lo mismo con los libros, escribes y sientes que sí hiciste ése, ahora podrás hacer otro, pero quiero hacer algo diferente y eso inspira una nueva forma de pensar. Así he vagado mi vida, siguiendo mi olfato”.
Además del Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2006, Auster recibió el Premio Morton Dauwen Zabel de la Academia Americana de las Artes y las Letras (1990), fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia (1992) y doctor honoris causa por la Universidad Nacional del General San Martín (2014).
En varias conferencias, Auster narraba un hecho que a sus 14 años le cambió su mirada ante la vida: presenció la muerte de un joven, en un campamento de verano, un chico que estaba a su lado fue asesinado por un rayo.
“El mundo tenía lógica, pero de repente me di cuenta a cualquiera le puede pasar cualquier cosa en cualquier momento, de repente estas vivo y de repente muerto. Eso me ha dolido toda la vida, ese verano me conformó la forma en la que pienso en el mundo, ha moldeado las cosas que he escrito a lo largo de los años”, dijo en una conferencia de prensa con medios mexicanos.
También confesó que lo que más le daba alegría era poder despertar en la mañana, abrir los ojos, salir de la cama, plantar los pies en el suelo y vivir otro día.
“Conforme mis días se van acortando, porque mi futuro se va empequeñeciendo, no puedo decirles lo hermoso que es despertar en la mañana vivo y respirando porque no sabemos qué va a suceder en ese día. Samuel Beckett escribió en una de sus novelas: el día que morí fue como cualquier otro, pero más corto”, indicó.
En marzo de 2023, la esposa de Auster, la escritora Siri Hustvedt, anunció en Instagram que del escritor estaba siendo "bombardeado con quimioterapia e inmunoterapia" y la pareja ahora estaba viviendo en lo que ella llamó "Cancerland".
“Muchas personas han cruzado sus fronteras, ya sea porque están o han estado enfermas ellas mismas o aman a alguien, un padre, hijo, cónyuge o amigo que tiene o ha tenido cáncer. El cáncer es diferente para cada persona que lo tiene. Todos los cuerpos humanos son iguales y ninguno es igual. Algunas personas lo sobreviven y otras mueren. Esto todo el mundo lo sabe, y sin embargo, vivir cerca de esa verdad cambia la realidad cotidiana”, escribió Siri Hustvedt.
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