Cultura

Perla de la Rosa: “Estamos en un sistema donde el dinero y otras cosas valen más que la vida”


La actriz interpreta a Madre Coraje de la obra de Bertolt Brecht, que tiene temporada en el Teatro Helénico

entrevista

Una escena de “Madre Coraje y sus hijos”, bajo la dirección y versión de Luis de Tavira.

Una escena de “Madre Coraje y sus hijos”, bajo la dirección y versión de Luis de Tavira.

“Hay un incendio y la hija muda le señala a su madre que se necesitan vendas, ella tiene camisas de lino porque las vende, pero no las rasgará por alguien más. Ahí la madre pone el valor de las camisas por encima de la vida humana y eso lo que nos pasa, estamos en un sistema donde el dinero y muchas otras cosas valen más que la vida”, señala la actriz Perla de la Rosa, quien interpreta el personaje central en “Madre Coraje y sus hijos”.

Esta puesta en escena que es un clásico del dramaturgo y poeta alemán Bertolt Brecht (1898-1956), se presenta en el Teatro Helénico, de lunes a viernes a las 19:00 horas hasta el 16 de julio, bajo la dirección y versión de Luis de Tavira.

La obra que interpretará el elenco de la compañía de Ciudad Juárez, Telón de Arena, retrata la historia de Anna Fierling, mejor conocida como Madre Coraje, una comerciante en el apogeo de su negocio a costa de la devastación de la guerra de los treinta años, siempre protegiendo a sus hijos y pese a sus esfuerzos, la guerra se los arrebatará.

“Estamos en el convencimiento absoluto de que es un texto necesario. Está la hipótesis de Tavira de hablar de todas las guerras, desde la de Ucrania, hasta la que vive Gaza que aparecerá en el teatro, e incluso las guerras que vivimos en el país a causa de la violencia”, señala De la Rosa, integrante de Telón de Arena.

La elección de esta obra también nace a partir de la resonancia con las violencias de Ciudad Juárez, Chihuahua.

“Nosotros vivimos algo cercano, el estado de guerra por la lucha contra el narcotráfico de Felipe Calderón, en tres años vivimos en la zozobra, hubo bombardeos en vehículos y hubo granadas, nuestros hijos crecieron en medio de soldados militarizando toda la ciudad”, narra.

De la Rosa señala que Madre Coraje ha aprendido a sobrevivir en la guerra siendo fuerte y asumiendo el sistema capitalista en el que vive. “Es el capitalismo quien la lleva a las circunstancias de tener que sobrevivir a través del mercado, de mercar todo lo que puede: armas, balas, comida, botellas de alcohol, todo lo que pueda para sobrevivir”.

Lo que la protagonista de la obra tiene claro es que a sus hijos nadie los tocará y, en palabras de la actriz, ahí radica su error.

“Ella no es ninguna heroína como la suelen poner en algunas adaptaciones y montajes, es una mujer que tiene un lado bajo, ella representa a todos los que estamos involucrados en el engranaje de este sistema, que no alcanzamos a ver de qué manera colaboramos a la perpetuación de las condiciones de violencia, no sabemos que estamos labrando nuestra propia desgracia”, expresa.

Madre Coraje no logra ver que ella ya está dentro de la guerra y que es parte de esa maquinaria porque su supervivencia implica un grado de bajeza mundana que en el futuro cercano hará que reciba las consecuencias, añade la dramaturga.

Para la actriz, en el presente eso se equipara a algo común en el país: un día, un hijo llega con mucho dinero y después con un buen carro, la madre recibe todo y nunca pregunta de dónde salieron esos lujos.

¿Qué otras bajezas comentemos cuando normalizamos la violencia?

Son pequeñas y mundanas, no es la bajeza de los políticos que es una oscuridad de no considerar para nada la vida ajena, no, Madre Coraje y muchos de nosotros estamos en el individualismo, es la bajeza que pasamos por mínima y que puede ser muy grave en la suma del actuar de todos.

“Ciudad Juárez fue el primer experimento de Felipe Calderón. Las personas ricas que en algunas ocasiones son causantes de las desigualdades terribles y que luego generan violencias, suelen estar a salvo construyendo fraccionamientos amurallados, con extrema vigilancia y viviendo en islas aparte de los simples mortales, sin embargo, con Calderón eso desapareció”, indica.

A ellos también les mataron a sus hijos, secuestraron a médicos millonarios y se estableció el desorden de la guerra o, mejor dicho, el orden de la guerra donde nadie está a salvo, asegura De la Rosa.

Finalmente, la actriz se suma al comentario de Tavira. “Hablamos de la guerra para entender que es evitable y no deseable, aunque se construyan imperios y haya un auge económico en Europa de dinero generado con la sangre de la guerra, lo que Tavira sobre todo nos hizo entender es que habría que buscar la relación con el espectador de comprender que las guerras son evitables y podemos sumar a ello”.