Raúl Zurita: “Nada hemos avanzado, estamos todavía en la época de la ira de Aquiles”

“Nada hemos avanzado, absolutamente nada, estamos todavía en la época de la ira de Aquiles, cuando comienza la Ilíada, porque el presente se siente venganza sobre venganza y venganza sobre venganza”, expresó el poeta chileno Raúl Zurita (Santiago, 1950) en un encuentro con medios de comunicación en el marco del Hay Festival Querétaro 2024.

El Premio Iberoamericano de Poesía Reina Sofía 2020 dijo sentirse preocupado por todo, desde el calentamiento global hasta las masacres en Palestina.

“Uno se puede sentir enfermo con tantas cosas, es un mundo que está en un momento de crisis, de profunda crisis, y las señas que nos vienen sobre el porvenir son bastante turbias, pero ojalá que haya un cambio”, comentó.

El autor de Canto de los ríos que se aman y Los países muertos, que tendrá un conversatorio este sábado 7 de septiembre a las 10:30 horas en Teatro de la Ciudad de Querétaro, mencionó que no tiene dudas de que todas las masacres “producirán una nueva venganza, entonces estamos en un círculo que al parecer no pudiéramos acabar, sin embargo, tenemos el deber de intentarlo”.

Las imágenes de escombros, de las planchas de cemento que se caen y de gente buscando sobrevivientes, agregó, es algo que se replica en la historia de todos los países “¿Cierto? todo en pocos minutos (se cae), es una destrucción de Troya, están anunciando todas las Troyas que se van a destruir en el mundo”.

Raúl Zurita reflexionó sobre los nuevos gobiernos en América Latina. “Es una región bastante triste en este momento de la historia porque no hemos superado las dictaduras, las dictaduras de los años 70 fueron terribles”.

El poeta mencionó que cuando alguien pregunta a otros si lo que hoy viven es una dictadura, la respuesta es: “Dios mío, ojalá que no lo sea, ojalá que no tengamos noticias de que están arrojando cuerpos sobre el mar, ojalá que no, ojalá que no haya un cuartel de la armada donde se obligue a las mujeres a que se prostituyan”.

América Latina somos un conjunto de pueblos y ciudades que han padecido violencias internas tremendas, añadió. “Lo que es curioso es que las grandes batallas no han sido de ejércitos contra ejércitos, salvo las independencias, no hay guerras menores, todas significan algo, grandes batallas y grandes masacres de ejércitos”.

El poeta recordó que el golpe de estado en Chile fue el día más triste de su vida, no sólo porque le quitó la posibilidad de estudiar ingeniería sino porque planteaba una lucha.

“En todos lados estaban las marchas militares, me di cuenta de que esas letras serían el patrimonio del poeta, de Alonso de Ercilla y Zúñiga, Pablo Neruda y Nicanor Parra, o de que serían (las letras) que quería imponernos el fascismo. Era la lucha por los significados y no por los significantes, ¿qué significan realmente las palabras: patria, país y esperanza más allá de todos los eslóganes? La poesía chilena fue la lucha”, externó.

PLACER Y DOLOR EN LA POESÍA

Raúl Zurita confesó que las cicatrices forman parte de su vida, por lo tanto, están presentes en sus poemas.

“Las exhibo o las oculto, depende de mí placer, pero ahí están, casi las he representado en mil poemas y mil poemas representan un accidente, ahí van tajeando mi vida”, comentó.

A la pregunta de por qué piensa la poesía como un arte cruel, respondió que, en primer lugar, porque le exige todo a cambio de nada.

“Te pide todo de ti y no tiene ningún sentido si no le entregas todo, pero no le puedes pedir nada jamás, menos si te enrollas (en la búsqueda) de los premios. Lo que le preguntaría yo a la poesía es ¿qué diría la poesía sobre sí misma? Creo que todas las preguntas son respuestas, preguntas de una obra que están en el futuro. La poesía son respuestas de preguntas que todavía ignoramos”, dijo.

A pesas de esas exigencias, Zurita celebró que la poesía esté “tremendamente viva”, en especial la escrita por jóvenes y mujeres.

“No podemos escribir poesía de espalda a nuestra realidad social, a nuestra realidad política, a este desgarro tan vivo que sucede minuto a minuto, minuto a minuto vamos arrastrando ese dolor, somos también Palestina, somos esos cuerpos que están aplastados debajo de miles de escombros. La terca poesía es una niña tímida que, no obstante, le gusta estar bajo escombros, tocar un poco los cuerpos, quizá hasta besarlos y seguir entre todos. En esta locura, nuestro oficio es vivir”, indicó

La mayor dicha que vive Zurita es cuando logra juntar palabras, “es como si los cielos se adhieran”. Finalmente, el poeta chileno recitó los versos de la canción “Grítenme piedras del campo”, del cantautor mexicano Cuco Sánchez.