El Teatro de La Scala de Milán (norte), uno de los templos de la lírica mundial, defendió hoy la decisión de inaugurar su temporada con la ópera rusa "Boris Godunov", en plena invasión de Ucrania, y abogó por separar la cultura de la política.
"La decisión de abrir con 'Boris Godunov' nació hace tres años, es imposible cancelar un proyecto de este tipo y, por otro lado, ¿por qué deberíamos hacerlo?", alegó hoy durante la rueda de prensa de presentación el superintendente de la La Scala, Dominique Meyer.
Y agregó: "Nosotros no hacemos propaganda de (el presidente ruso, Vladimir) Putin sino que diferenciamos entre la situación política actual de Rusia y una gran obra de la historia del arte".
La ópera milanesa se prepara ya para la esperada "Prima", la apertura de su temporada lírica, que como cada año tendrá lugar en la tarde del 7 de diciembre, San Ambrosio, patrón de la ciudad italiana, y a la que asistirán numerosos representantes políticos de Italia y Europa, según avanzan fuentes internas.
Se trata de una cita marcada en rojo en el calendario italiano y para los amantes del "belcanto" en todo el mundo, pues se retransmite más allá de las fronteras italianas, si bien este año ha suscitado algunas discrepancias dado que la obra elegida es rusa.
Se trata del "Boris Godunov" (1868), la adaptación lírica del compositor ruso Modest Petrovic Musorgskij de la obra de Aleksandr Pushkin, dirigido esta vez por la batuta de Riccardo Chailly y con la escenografía del danés Kasper Holten.
El ruso sonará en este monumental edificio gracias a un plantel de artistas de ese país, empezando por el protagonista, el barítono Ildar Abdrazakov, así como la mezzosoprano Lilly Jørstad y la soprano Anna Denisova.
La obra tiene un largo recorrido en Italia, donde se estrenó en 1909 dirigida por Arturo Toscanini, en La Scala ha sido un título "recurrente", abriendo en otra ocasión su temporada lírica, en 1979 en una memorable "serata" dirigida por Claudio Abbado.
Ambientada en 1598, la ópera narra la convulsa historia del boyardo (noble ruso) Boris Godunov, coronado con honores tras la muerte del zar Fedor y acusado de haber orquestado el asesinato del legítimo heredero al trono, Dimitri, para hacerse con el poder.
Este drama al más puro estilo Shakespeare fue la ópera prima de Musogskij, nacido en una familia de latifundistas y que acabó en la música tras abandonar la carrera militar, sumido en una vida precaria y minada por el alcohol y los ataques de epilepsia.
La elección de esta pieza fue criticada por asociaciones de ucranianos en Italia que preferirían que en la simbólica Scala no sonara el ruso mientras su país es atacado por el régimen de Putin.
"No hay nada que vaya en contra de Ucrania (...) Insisto, no estoy dispuesto a esconderme cuando leo a Dostoyevski o Puskin", defendió este martes el responsable de la institución.
El teatro siempre ha condenado la invasión rusa de Ucrania y, de hecho, en marzo, una semana después del inicio del conflicto, prescindió del director Valeri Guérguiev, que debía dirigir "La dama de picas", después de que no se pronunciara en contra de la guerra.
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