
“Se trata de generar buenas prácticas al interior del museo”, expresa la nueva directora del Museo Universitario del Chopo, Sol Henaro.
A unos meses de haber asumido el cargo, la directora del recinto explica su proyecto para este lugar que se ha caracterizado por tener un perfil “tan particular, tan rico, vibrante”, según califica. En conversación con Crónica, Sol Henaro expresa su interés en la dimensión ética y política “de las prácticas”.
“Yo entiendo mi práctica profesional desde un enclave de responsabilidad política, como una servidora pública, y creo que intervenir la esfera del museo es una oportunidad y una urgencia también, desde ahí vamos a acompañar nuestro presente, los problemas que atraviesan internacional y localmente a los sujetos”, manifiesta.
Para ella, estas buenas prácticas tienen que ver con políticas laborales amables que reconozcan el trabajo de cada compañero.
“Que mi equipo realmente participe de las decisiones porque también eso es político. No es únicamente traer cierto tipo de proyectos, sino ser consecuente en tu proceder diario”.
“Los programas públicos también van a ser reformulados y crecer. Ahora estamos en una etapa de seguir entendiendo cómo reestructurar los equipos para abrir más el abanico y sacarle más brillo del que tiene el Chopo y renovarnos constantemente”, continúa la directora.
Sin embargo, subraya que no está enfocada en incrementar el público en términos de números, sino en percibir que el Museo está siendo mucho más habitado, “que la gente regresa una y otra vez”.
NUEVA GESTIÓN
“Una cosa que hicimos muy rápido a mi llegada fue renovar al Consejo Asesor, ampliar los perfiles de ese consejo con gente activa y profesionalmente muy comprometida desde sus áreas, para pensar el futuro de los contenidos”, comenta Sol Henaro respecto de los cambios inmediatos en la estructura interna del Museo.
-¿Quiénes son el nuevo Consejo Asesor?
“Te cuento un poquito más, esta dimensión política también está ahí. Antes era un consejo constituido por tres perfiles, yo lo amplié. Hay un representante de artes visuales, que es Abraham Cruz Villegas; representante de artes escénicas, Laura Furlan, integrante del colectivo Teatro Ojo; hay un integrante de comunidades curatoriales o espacios independientes jóvenes, que es Christian Gómez, quien acaba de ser uno de los curadores de la Bienal FEMSA; un integrante de la comunidad académica, que es el doctor David Gutiérrez de la ENES Morelia; y un representante de comunidades activistas, que es la doctora Mariana Mora”, ahonda Sol Henaro.
“Precisamente lo ampliamos con esos perfiles y llamamos a esas personas en particular porque queremos que no sea un consejo que palomee propuestas que se les presentan, sino que se involucre en cómo vamos a ser colectivamente, porque todos somos corresponsables “, agrega.
OBJETIVOS
Cuando recibió la invitación para dirigir el Museo Universitario del Chopo, Sol Henaro aceptó sin dudarlo. Venía del Museo de Arte Contemporáneo (Muac) que también pertenece a la UNAM y le atraía quedarse en la misma estructura institucional.
A lo largo de casi 50 años de existencia, El Chopo ha sobresalido en el panorama cultural de la CDMX por ofrecer una programación variada, experimental y libre, que a ella le interesaba aceptar como reto.
“Ese conjunto de contenidos, de arterias que vertebran a este Museo en particular, lo hacen un recinto singular de la Universidad Nacional Autónoma de México al norte de la ciudad”, dice y apunta que la zona de Santa María la Ribera es un polo desde el cual generar difundir e invitar a otro tipo de contenidos desde la estructura cultural.
Desde su perspectiva, el Museo del Chopo siempre ha sido un centro social y cultural, que integra componentes -“a los que ahora ya estamos habituados” en este tipo de recintos. Este es uno de los aspectos que planea enfatizar durante su gestión, al redirigir el proyecto para que no sea únicamente un museo, “ampliarlo a centro social”.
“¿Cómo vamos a hacer para alcanzar esos objetivos, que este museo se acerque más a un modelo de Centro Social? ¿Cómo vamos a hacer para atender a las comunidades migrantes en la calle de afuera? ¿Para generar contenidos para las infancias, adolescencias o los adultos mayores?”, son algunas preguntas que, según apunta la directora, dan dirección a la nueva gestión, como un deseo y objetivo.
“Nos interesan mucho los contenidos críticos en el cruce de arte, política y cultura de paz, feminismos, libertades sexo genéricas”, elabora en cuanto a los temas que planean enfatizar.
En ese sentido, la programación comenzará a reflejar los ejes temáticos y el trabajo elaborado por el nuevo equipo a partir de este fin de semana, con la propuesta escénica experimental de Diana Fidelia, en torno a la desaparición de su hermano.
Estas funciones son una propuesta del Consejo Asesor de esta nueva gestión, para entender las artes vivas en consonancia con todo el proyecto en términos éticos y políticos que Sol Henaro desea impulsar.
“Ya se va a empezar a ver. Luego, la próxima semana, el 7 de junio inauguramos dos proyectos: por un lado está la exposición de Fabián Chávez, que es una propuesta del Consejo del Festival Internacional de diversidad sexual; y para este mismo fin de semana, que se enmarca dentro del mes del orgullo, generamos también una exposición sobre el bar El 9 que fue muy emblemático a finales de los años 70, una madriguera afectiva para muchas comunidades”.
Más adelante en el año, se anuncia un nuevo integrante en el equipo: Miguel López, curador peruano que estará invitado primero como curador de un proyecto que llega por primera vez a México.
“Es la perspectiva latinoamericana con la que queremos trabajar desde esta gestión, en consonancia con lo que este Museo ha defendido y que creo que es mi responsabilidad seguir alimentando desde los contenidos”.
¿Quién es Sol Henaro?
La nueva directora del Museo Universitario del Chopo es Licenciada en Arte por la Universidad del Claustro de Sor Juana y cuenta con el Máster en Estudios Museísticos y Teoría Crítica del Programa de Estudios Independientes del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona a través de la Universitat Autónoma de Barcelona gracias a la Beca otorgada por el MACBA, La Fundación/Colección JUMEX y el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, FONCA.
Anteriormente, Sol Henaro fue co-curadora del hoy extinto MUCA Roma (Museo Universitario de Ciencias y Artes, Roma) de 2000 a 2003. En 2004, fundó la Celda Contemporánea que dirigió hasta el 2006. Entre las exposiciones que ha curado destaca “No-Grupo: Un zangoloteo al corsé artístico” y en curadurías colectivas “Perder la forma humana. Una imagen sísimica de los años ochenta latinoamericanos” y “Giro Gráfico. Como en el muro la hiedra” ambas como parte de la RedCSur (de la que forma parte desde 2010) y llevadas a cabo en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en Madrid.
Ha publicado diversos textos, entre los cuales destaca su investigación sobre “Melquiades Herrera” (Alias Editorial), a cuya recuperación historiográfica dedicó cerca de 15 años de trabajo.
Entre 2011 y 2015 ocupó el cargo de curadora de Acervo Artístico (Colección MUAC); de 2015 a 2024 fungió como curadora de Acervo Documental y responsable del Centro de Documentación Arkheia del Museo Universitario Arte Contemporáneo, donde impulsó una investigación y conformación de una colección documental en torno a las visualidades y el VIH en México. Fue invitada a participar como consejera curatorial en la pasada 35ª Bienal de São Paulo, curada por Diane Lima, Grada Kilomba, Hélio Menezes y Manuel Borja-Villel.
En 2017, recibió el Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para jóvenes académicos en el campo de creación artística y extensión de la cultura que la UNAM otorga. Desde el 16 de enero de 2024, asumió la dirección del Museo Universitario del Chopo, UNAM.
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