Cultura

Valeria Luiselli: “Las historias nada arreglan ni salvan a nadie, pero hacen el mundo más tolerable”

La escritora mexicana entrega a la Biblioteca del Futuro (Oslo, Noruega) su manuscrito “La fuerza de resonancia” que será leído hasta 2114 · Es un proyecto que inició la artista escocesa Katie Patterson y durante 100 años, 100 autores entregarán manuscritos

La escritora mexicana Valeria Luiselli
Estamos viviendo al borde del tiempo. Parece que vivimos cerca del final de algo, dice Valeria Luiselli. Estamos viviendo al borde del tiempo. Parece que vivimos cerca del final de algo, dice Valeria Luiselli. (La Crónica de Hoy)

“Estamos viviendo al borde del tiempo”, “parece que vivimos cerca del final” y “las historias nada arreglan ni salvan a nadie, pero hacen el mundo más tolerable”, fueron ideas que recitó Valeria Luiselli (Ciudad de México, 1983) en la Biblioteca del Futuro, ubicada en Oslo, Noruega, donde la escritora mexicana depositó su manuscrito “La fuerza de resonancia” que será leído hasta el año 2114.

Esta biblioteca, construida en un bosque al norte de Oslo, en Nordmarka, es un proyecto que inició la artista escocesa Katie Patterson y el planteamiento es que, durante 100 años (de los que ya transcurrieron diez), 100 autores entreguen manuscritos que serán colocados en una Sala Silenciosa para ser abiertos en 90 años.

Los diez autores que hasta el momento han entregado una obra, son: Margaret Atwood, de Canadá; David Mitchell, de Inglaterra; Sjón, de Islandia; Elif Shafak, de Turquía; Han Kang, de Corea del Sur; Katie Paterson, de Escocia; Ocean Vuong, de Estados Unidos; Linda Musita, de Zimbabwe; Judith Hermann, de Alemania; y ayer, Valeria Luiselli, de México.

La Biblioteca del Futuro es protegida por el gobierno noruego ante el crecimiento urbano y por silvicultores de la Agencia del Medio Ambiente Urbano quienes cuidan a diario las especies que ahí crecen: abeto noruego (Picea abies), abedul (Betula pubescens) y pino (Pinus sylvestris).

Esta tarea de preservación quedó plasmada en 2022, cuando la organización Future Library Trust y la ciudad de Oslo firmaron un contrato de 100 años para que el bosque sea protegido y de ese mismo lugar salga la materia prima para imprimir los textos en 2114.

ORIGEN DE LA LUNA

Antes de entregar su manuscrito, Valeria Luiselli, junto con el músico Leo Heiblum, presentó una pieza sonora con la que dilucidó una parte del contenido del texto que después depositó en la Sala Silenciosa.

“La idea es la fuerza de la resonancia, es la fuerza que creó las ondas de marea y de las que existe una teoría sobre cómo nació la Luna. Es la fuerza que creó las ondas de marea suficientemente grandes para que una gran cantidad de materia dejara la Tierra y luego comenzara a girar alrededor de ella porque fue atraída de nuevo por la gravedad. La fuerza de la onda de marea es el sonido de la resonancia”, dijo.

Luiselli recitó el origen de la Luna y del Océano Pacífico, también aludió al temor por la pérdida de memoria y verbalizó la sensación de que estamos en el final de una historia.

“Estamos viviendo al borde del tiempo. Parece que vivimos cerca del final de algo. Tal vez en otro comienzo los antiguos volverán. Las ballenas nadarán sobre las dunas, arenas tranquilas. Los restos de viejos misiles serán cubiertos de coral. Y en los altos picos de Moscú la gente hablará sobre la nube en forma de hongo y nadie les creerá”, pronunció.

Después del performance, Anne Lindboe, alcaldesa de Oslo, aseguró que cuidarán “como a un bebé” los manuscritos entregados hasta que se publiquen e impriman en 2114.

“Como saben, la ciudad también cuidará el bosque donde estamos para que pueda crecer y eventualmente convertirse en el papel en el que se imprimirá un manuscrito en 90 años. Todos podemos relacionarnos con esa inmensa alegría de abrir un libro y sumergirse en un nuevo y desconocido mundo donde los estímulos interminables no están disponibles en las pantallas que nos rodean”, señaló.

En el evento también acudieron la artista Katie Patterson, Anne Beate Hovind; presidenta de Future Library Trust; y Jon Karl Christiansen, silvicultor de la Agencia del Medio Ambiente Urbano.

ESPERANZA Y GRIETAS

Por la tarde del domingo y minutos antes de que Luiselli depositara su manuscrito en la Biblioteca del Futuro, la escritora mexicana conversó con Carina Elisabeth Beddari, donde dio más pistas sobre su texto ya que cuestionó ¿cómo movernos con el nuevo tiempo sin ir en su contra?

“Pensé en algo que permitiera habitar el tiempo con un poco más de placer y menos ansiedad. No sé si la Biblioteca del Futuro es necesariamente la respuesta, pero creo que nos acerca al problema o a la pregunta: ¿cómo nos involucramos en cosas que nos permiten experimentar un momento del futuro sólo imaginándolo?, pero imaginándolo de una manera que no sea sólo catastrófica y ¿cómo esa forma de imaginación nos conecta con la esperanza?”, indicó.

Para la autora de “Papeles falsos” y “Desierto sonoro”, hoy la esperanza es un tema político. “No puedes eludir la responsabilidad si tienes esperanza en el futuro, si tu pensamiento es catastrófico, entonces no tienes responsabilidad, simplemente dices ‘a la mierda, no hay esperanza de todos modos’. La esperanza es nuestra comprensión del futuro, es una forma muy política y hermosa de conectarnos con el presente”.

Luiselli también explicó su interés por los archivos auditivos. “Vemos las imágenes tan mecánicamente y a una velocidad tan alta que es muy difícil vivir en tiempo con ellas, pero al sonido no puedes adelantarlo, no puedes desplazarte rápido; así que es un medio que te obliga a sentarte en el tiempo y crea una especie de lecho donde tienes que estar completamente para escuchar”.

En el conversatorio, la escritora compartió los avances de su próxima novela: "Principio, medio y fin", con dedicatoria especial a su hija.

“Siempre estoy escribiendo sobre el tiempo. La novela en la que trabajo se llama ‘Principio, medio y fin’. Mi hija que a veces tiene que acompañarme en la gira del libro y escucharme leyendo fragmentos, tiene la sensación de que mi literatura no es lineal. Ella me preguntó, ¿alguna vez vas a escribir una novela con principio, medio y final? Así que esta es mi respuesta para ella, y la primera parte se llama ‘La primera parte’, la parte central se llama ‘Las otras partes’ y la última se llama ‘La última Parte’", dijo.

Una de las reflexiones de esta obra es el final, agregó. “¿Qué significa vivir en un momento en el que estamos tan conscientes de un final? Y no es la primera vez en la historia. Hablo con muchas personas mayores, de los años de la Guerra Fría y de mediados de la década de 1940, con los experimentos nucleares…ésta no es la primera vez que hay una sensación de un final, ¿verdad?”.

La autora indicó que de esas “últimas partes” deberíamos de aprender y no para ignorar los peligros reales que hoy enfrenta la humanidad ni para desentendernos de la participación en la construcción de un mundo habitable.

“No pensar que un final es donde simplemente tiramos la toalla, más bien, ¿cómo podemos re imaginar los comienzos cuando estamos tan cerca del sentido de un final? Ésta es también una oportunidad, es como si fuera una brecha en un archivo que te ofrece imaginar lo que no se está diciendo, lo que no está realmente documentado. El sentido de un final te permite por primera vez imaginar posibles comienzos”, afirmó.

Finalmente, Luiselli expresó que los archivos suelen verse como archivos nacionales o como parte de la maquinaria del poder que contienen lo que se convierte o puede convertirse en historia oficial.

“Siempre me han interesado las pequeñas piezas que no están del todo allí, las especies de grietas en esa historia oficial porque estas grietas permiten que la imaginación pueda adentrarse y expandirse. Me divierte encontrar esas grietas en los archivos y luego permitir que eso sea el comienzo de la fabulación o la imaginación en lugar de pensar en un archivo como la última palabra, porque no hay tal cosa como una versión final”, concluyó.

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