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La relación entre México y Brasil va más allá del futbol, en la historia de ambas naciones está el registro de un emperador que fue primo hermano de Maximiliano de Habsburgo; durante la Revolución Mexicana, autoridades brasileñas intentaron mediar la disputa del poder y, en los años 70, el país recibió exiliados de dicha nación sudamericana.
En el marco del Año Dual México-Brasil, Veremundo Carrillo Reveles, investigador del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), platica sobre dichos acontecimientos.
“Hay una idea equívoca de que México y Brasil son dos naciones que han crecido de espaldas la una de la otra, hay una veta riquísima por explorar sobre las historias compartidas y paralelas”, señala.
El investigador platica que, durante el siglo XIX, Brasil tenía una forma de gobierno monárquica y existió un interés de acercarse a México.
“Ese momento coincide con el primer federalismo mexicano, de 1824 a 1836, sin embargo, no fructificó por las condiciones de inestabilidad que tiene el país y las dificultades de transporte ya que muchos de los intercambios diplomáticos se daban en Londres e incluso, en Washington”, detalla.
El historiador señala un segundo acercamiento: la instauración del imperio de Maximiliano de Habsburgo en México en el que se desplegó una estrategia diplomática para consolidar un gobierno con legitimidad internacional.
“Maximiliano buscó el respaldo de las otras monarquías en el mundo, particularmente las europeas y la de Brasil; además, el emperador brasileño era primo hermano de Maximiliano y pensaron que podría haber una alianza natural. La realidad es que Brasil vio con mucho recelo que en México se instaurara una monarquía, no fue algo que les pareciera positivo porque lo vieron como una intervención europea”, explica.
UNIÓN, EXILIO Y CINE
Antes de la Revolución Mexicana, hacia finales del siglo XIX, Brasil adoptó la forma de república y México estaba viviendo un periodo de estabilidad con la dictadura de Porfirio Díaz, momento que coincide con el ascenso de Estados Unidos como potencia regional y la pérdida del dominio español sobre Cuba y Puerto Rico.
“Hay un interés mutuo de Brasil y México por acercarse y ver la manera en que podrían contener a Estados Unidos y fomentar una relación interamericana”, destaca Carrillo Reveles.
Durante la dictadura de Victoriano Huerta, agrega, uno de los momentos más importantes fue cuando Brasil, Argentina y Chile se ofrecieron a mediar entre los grupos que se estaban disputando el poder: el Ejército Constitucionalista -que encabezó Venustiano Carranza y eran parte figuras como Emiliano Zapata, Álvaro Obregón y Francisco Villa- y Victoriano Huerta. Al mismo tiempo, Estados Unidos tenía ocupado Veracruz.
El historiador narra que desde Canadá se realizaron conferencias donde dichos países trataron de llegar a una mediación, sin embargo, “la dictadura de Huerta, que había recibido cierto apoyo de la diplomacia brasileña, fue derrocado”.
Con el cardenismo la política exterior dio un giro ya que México consideró fundamental la relación con América del Sur y los intelectuales José Vasconcelos y Alfonso Reyes desarrollaron misiones diplomáticas en Brasil.
“Hay una película de Walt Disney que se llama “Los tres caballeros”, una caricatura de propaganda pro panamericana, es decir, a favor de la unidad de los países del continente americano de cara a la Segunda Guerra Mundial”, indica Carrillo Reveles.
Los tres personajes principales de esa cinta son el Pato Donald que representa Estados Unidos, Pancho Pistolas que ocupa el papel de México y Pepe Carioca que representa a Brasil, añade.
“La idea que buscó transmitir fue que la unidad de los países americanos era indispensable para la seguridad del continente frente a las potencias del Eje, es decir, la Alemania nazi, la Italia fascista y el Japón imperialista”, comenta el experto.
Otro momento sucedió en el contexto de la Guerra Fría, cuando se asocia la imagen de Pelé levantando la copa que lo acreditaba como campeón del mundo en 1970 en un Estadio Azteca repleto, uno de los primeros eventos masivos televisados con fotografías a color.
“México tuvo un protagonismo muy importante en el historial brasileño porque se convirtió en sede de uno de los exilios que han sido poco estudiados: el exilio brasileño de disidentes de la dictadura militar”, indica.
Carrillo Reveles señala que entre las figuras destacadas de ese exilio se encuentra el economista Theotonio Dos Santos, fundador de la llamada Teoría de la Dependencia y profesor en la UNAM; los periodistas Neiva Moreira y Beatriz Bissio que en México editaron la publicación Cuadernos del Tercer Mundo; el escritor y abogado Francisco Julião: la economista Vania Bambirra, promotora de la Teoría de la Dependencia y ejerció durante su exilio como profesora de la UNAM.
“Una obra fundamental para conocer sobre este tema es el libro El exilio brasileño en México durante la dictadura militar, 1964-1979 de Daniela Morales, quien ha participado en las actividades organizadas por el INEHRM en el marco del Año Dual”, indica.
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