Cultura

Virreinato, una época tan oscura para la libertad de las mujeres: Mónica Hernández

En su novela “La cofradía de las viudas” narra como un grupo de mujeres viudas mantuvieron las imprentas que heredaron

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La escritora Mónica Hernández. La escritora Mónica Hernández. (EFE)

En el México que fuimos durante el virreinato, entre un sinfín de mandatos y restricciones, las mujeres tenían dos vías hacia la libertad: “una era la de Sor Juana, que eligió meterse en el convento para ser razonablemente libre, estudiar y escribir. La otra era la viudez, un estado que resultaba incluso deseable para muchas mujeres porque podían elegir no volverse a casar a conveniencia de sus familiares”, apunta la escritora Mónica Hernández.

En su segunda novela, “La cofradía de las viudas” (Editorial Planeta 2022), la autora mexicana toma como punto de partida el personaje histórico de ‘Paula Benavides, viuda de Calderón’, impresora novohispana que vivió de 1600 a 1684.

En entrevista, Mónica explica que cuando se enteró de la existencia de mujeres a cargo de la imprenta en época del virreinato y la Inquisición, le surgieron dos grandes cuestionamientos. Uno fue en torno al poder y lo que estamos dispuestas o tenemos que hacer para conservarlo; el otro, sobre la supervivencia de las mujeres.

“¿Qué tienen que hacer las mujeres para sobrevivir una época actual o las anteriores? Pues creo que tenían que juntarse. Las personas no somos ajenas a los sentimientos humanos y tuvieron que haber envidia, celos, berrinches, amor, desamor, intereses varios. Sin embargo, debieron encontrar un punto de encuentro o conveniencia para salir a delante y cuidarse las espaldas. Estas mujeres viudas mantuvieron sus imprentas, dejaron un legado”.

A partir de esto, Mónica Hernández recrea una serie de pasajes sobre la naciente industria del libro en nuestro país, al tiempo que narra la vida de mujeres viudas que crearon una red de apoyo en tiempos en los que no se contaba con las condiciones para hacerlo.

La historia vincula grandes temas de la actualidad con una perspectiva feminista: las mujeres en el mundo laboral y el desarrollo del México moderno, el saber y el conocimiento en tiempos de la Inquisición, así como las barreras que aún en nuestros días se basan en el género para restringir la libertad.

LAS VIUDAS.

“Si bien en esa época las mujeres no podían hablar, estas mujeres burguesas – porque no eran aristócratas, ni tampoco indígenas- sí pudieron observar, pensar y actuar. Me pareció fascinante en una época tan oscura para la libertad de las mujeres”, continúa la autora de la novela.

Destaca que las mujeres de aquella época dependían del padre y pasaban a ser propiedad del marido, incluso muerto, como en este caso. Después del marido estaban los hijos, “o sobrinos, o hermanos, o los tíos y si no había ningún varón, pues el confesor porque una mujer no podía mandarse sola”.

“Los documentos que hay son sus nombres impresos ‘viuda de’ en los papeles y las multas que le ponen a los nuevos impresores cuando ya enviuda y les quieren quitar su privilegio de monopolio de cartillas… los 100 pesos de multa que le ponen a cada uno, es lo único que yo me encontré, con el listado de los nombres de ellas. No había nada más, entonces daba pie para recrear todo”, detalla Mónica.

Originalmente, el libro pretendía ser un homenaje a estas mujeres, a los libros y la letra impresa, así como a un trabajo que se hizo de manera discreta.

“Gracias a este grupo de mujeres la imprenta se mantuvo como industria en México y no se perdió. Me di cuenta de que es inevitable que salga el tema de las restricciones que se sigue poniendo a las mujeres, a pesar de los avances: las mujeres tuvieron que ser tan listas como para que al día de hoy no hablemos de ellas. Yo quería sacarlas a la luz”. 

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