¿Y todo para qué?...

Inevitablemente regresa la Liga MX y como por arte de magia desaparecen todos los problemas del futbol mexicano.

A todo mundo se le olvidó que la final de la Leagues Cup se disputó este domingo, el ridículo de los equipos mexicanos ya está en los archivos, y por supuesto que ya nadie habla de la selección, y se agradece que tanto Rafa Márquez como Javier Aguirre estén dando vueltas por los estadios para ver en persona a los diferentes equipos.

Aficionados, enojados con el Tri

Las entradas a los estadios fueron de acuerdo al promedio, con muy buenas entradas como con Tigres o Toluca, e incluso el bajo número para ver al América, pero así han sido en su casa temporal, entradas pobres. Esto nos confirma que el aficionado, con quien está enojado, es con la selección nacional, y no con la liga.

Nos hemos pasado todo el verano con miles de horas de discusión sobre el bajo nivel de la liga, del no descenso y no ascenso, del número de extranjeros, la poca proyección a los jóvenes y todo eso ha resultado en nada, si acaso el tema de la regla de menores que ha forzado a los clubes a debutar a más jugadores, pero hasta ahí. Todo sigue igual.

Y seguirá.

Al aficionado de cada fin de semana le vale completamente si la selección desciende en el ranking FIFA, si no hay mexicanos en las ligas europeas, se le olvida al día siguiente cuando es ridículamente eliminada de torneos internacionales. Se enoja un día, le mienta la madre a la Federación, a los directivos, al entrenador, y 24 horas después vuelve a concentrarse en su equipo. Se acordará del equipo tricolor hasta el Mundial o la siguiente Copa América (si es que México vuelve a jugarla).

• ¿Entonces por qué deberían cambiar los dueños si su negocio funciona?

Es un negocio privado

Se nos olvida constantemente que es un negocio privado, y como aficionados nos quejamos constantemente, pero quienes arriesgan el dinero tienen una manera completamente diferente de pensar.

Las entradas son buenas, los patrocinadores responden y se pelean por entrar, mientras que incluso con las recientes eliminaciones de la selección, los estadios están siempre llenos cuando juega y el negocio televisivo está asegurado con todo vendido desde mucho antes de que se realice el evento.

Prefieren el mercado interno

Los dueños están conformes con pagar transferencias y salarios exagerados a jugadores de mediana calidad, repatriar a los mexicanos que destacan para ganar con sus equipos dejando a un lado a la selección nacional, comprando más barato a extranjeros y prefieren vender en el mercado interno que al extranjero porque les pagan más.

El aficionado le reclamará a su equipo, a su entrenador, sus jugadores y directivos de acuerdo a como les vaya cada fin de semana, pero seguirán asistiendo a los estadios, buscarán ver los partidos de su equipo y estarán metidos toda la semana para buscar información de ellos.

Exigimos mejoras

Soy un convencido de que el negocio podría aumentar de una manera exponencial si la calidad del producto aumentara también, y es por eso que exigimos mejoras y no estamos de acuerdo con lo que hay, ni con el rumbo que parece llevar el futbol mexicano, pero también soy realista, y sé que mientras para los dueños el negocio siga siendo rentable, no habrá cambios importantes.