No hay un sólo día en el cual la prensa inglesa no mencione a Sergio Pérez. Parece una obsesión con el piloto mexicano de Red Bull Racing… y en parte lo es. Lo he comentado en este espacio: existe racismo en la Fórmula 1 y lo pudimos ver contra Juan Pablo Montoya y con Pastor Maldonado. Bueno, desde hace 14 años ‘Checo’ ha sido el blanco de los ataques. Fueron brutales cuando estuvo en McLaren y ahora los embates mutaron, pidiendo su “cabeza”.
La realidad es que Pérez es un multiganador de Grandes Premios, actual subcampeón y uno de los pilotos maduros más estables de la serie. Es decir, no se le olvidó cómo manejar de un día a otro. Las agresiones a ‘Checo’ (muchas iniciados en el propio equipo) obedecen -también- a otro factor: desviar la atención de la crisis que se vive en Red Bull Racing...
BANDERA VERDE… Desde su llegada al equipo se supo que Max Verstappen era el piloto uno y ‘Checo’ el dos. No hay engaño. La escudería trabaja en función del campeón. Con el mexicano se experimenta y a Max se le colocan las actualizaciones y los desarrollos. Cuando el diseñador Adrian Newey trabajaba en el equipo se alcanzaron niveles de calidad y desempeños tan altos que permitían que los beneficios fueran probados por Max y de inmediato llegaban, en cascada, a Pérez. Sin embargo, con su salida y la de otros destacados ingenieros, Red Bull se ha perdido. Los esfuerzos y desarrollos ya no alcanzan a llegar a ‘Checo’, se quedan en Verstappen. Es un hecho y se puede ver en los resultados, más allá de las posiciones finales o de calificación (donde han tenido errores de primaria en la estrategia del mexicano) sino en la velocidad punta. Las diferencias en el desempeño de ambos motores son abismales de acuerdo a la telemetría...
ENTRADA A PITS… En Red Bull lo saben. Están conscientes de que el desempeño del mexicano ha caído por el equipo y no por sus habilidades. Les conviene usar el argumento de Pérez y su falta de resultados para que las pláticas se alejen de la pobreza técnica y la tremenda crisis que viven. Así, el propio Helmut Marko aviva el fuego del posible despido de ‘Checo’, y ahí va la prensa inglesa -que tanto ama el tema- a hablar de ello e insistir diariamente. Seamos serios, conociendo a Red Bull y viendo cómo se rige, si quisieran despedir a Pérez ya lo hubieran hecho desde hace meses.
No lo hacen porque saben que la falla no está en él...
SALIDA DE PITS… ‘Checo’ es mucho más valioso para Red Bull que el equipo para el mexicano. Se trata de un piloto maduro, serio, que desarrolla motores y autos rumbo a las regulaciones de 2026. Cuenta con el apoyo de las empresas de Carlos Slim (que pagan la nómina de Red Bull) y ahora de Ford, que será su motorista de 2026 en adelante. Además, vende mucha más mercancía de la escudería que Verstappen (60% contra el 40%). Algunos reportes indican que ‘Checo’ deja una ganancia anual a Red Bull de 17 millones de dólares y se entiende cuando vemos que México cuenta con una población de 128 millones, contra los 17 millones de Países Bajos. Mencionemos también a los 38 millones de residentes en Estados Unidos que declararon ser o tener ascendencia mexicana y que asisten a los GPs de Austin, Las Vegas y Miami…
Pérez aumentó su venta de mercancía en un 305% en 2022 contra el año anterior. ‘Checo’ es una máquina de hacer dinero. Sin embargo, mientras el equipo no logre resolver sus problemas de ingeniería seguiremos escuchando y leyendo a la prensa inglesa comprar la teoría de la baja del rendimiento del mexicano...
BANDERA A CUADROS… El fin de semana estuve en el Autódromo Hermanos Rodríguez para la final de NASCAR México. Platiqué con Ricardo Pérez de Lara, quien lidera el proyecto de su hijo Andrés en NASCAR en Estados Unidos, y me confirmó una gran noticia: El joven campeón de ARCA fue invitado por el Roper Racing para manejar este fin de semana en la gran final de NASCAR Trucks, en Phoenix, en la #04. Atención con Andrés, quien viene en un claro ascenso...
Así las cosas… sobre ruedas…