Con actuaciones magistrales de Saquon Barkley y Jalen Hurts, Philadelphia Eagles aplastó este domingo el sueño de Washington Commanders, conquistó el título de la NFC por 55-23 y volverá al Super Bowl dos años después de su última aparición.
Aquellos Eagles de 2023, ya con Nick Sirianni como entrenador y Jalen Hurts como ‘quarterback’, perdieron el título por 35-38 ante Kansas City Chiefs, de Patrick Mahomes, en el State Farm Stadium de Glendale (Arizona).
En el Super Bowl de este año, que se jugará el 9 de febrero en el Caesars Superdome de Nueva Orleans (Luisiana), podrían verse las caras otra vez con Mahomes y compañía, o con los Buffalo Bills de Josh Allen.
Filadelfia ganó su primer y último año anillo en 2018.
Eagles batió el récord de anotación en una final de conferencia y desplegó una ofensiva monumental liderada por Hurts y Barkley, autores de siete de los ocho ‘touchdown’ de su equipo.
El mariscal de campo, con molestias en la rodilla izquierda, selló cuatro anotaciones (tres a la carrera y una por pase) y terminó con 20 de 28 en pases para 246 yardas sin intercepciones. Barkley, candidato al MVP de la NFL tras una temporada impresionante, se lució también con tres ‘touchdown’ y 118 yardas por tierra (7,9 yardas por intento).
COMMANDERS, CON LA CARA AL CIELO
La fabulosa y muy meritoria campaña de Commanders, impulsada por un novato excepcional como Jayden Daniels, llegó a su fin y se mantiene la sequía porque Washington no ha jugado un Super Bowl desde 1992.
Daniels lo intentó de todas las formas y acabó con 29 de 48 en pases, un ‘touchdown’ por aire y otro por tierra y sufrió una intercepción.
Sin embargo, las pérdidas de balón (tres ‘fumble’ recuperados además de la intercepción) y las penalizaciones fueron una losa muy pesada para unos Commanders que venían de dar la campanada eliminando a los Detroit Lions.