La pasada semana se confirmó una noticia aquí adelantada: Andrés Pérez de Lara se integra a un campeonato nacional de NASCAR, la Truck Series. El jovencito mexicano se une al equipo Spire Motorsports, una escuadra acostumbrada a estar en el paquete puntero y a pelear los triunfos. Será piloto titular por toda la temporada, luego de conseguir el campeonato de ARCA Series en 2024, es decir, llega con el respaldo de ganar en una de las categorías más competitivas en los stocks estadounidenses y con la mentalidad de convertirse en contendiente.
Platiqué con Andrés (quien en estos momentos debe estar ya en el taller del equipo, en Charlotte, para afinar los últimos detalles de asiento en la camioneta previo a su primer compromiso) y me llamó la atención lo centrado y maduro que se encuentra frente a tan importante misión.
- Andrés fue claro: “mi meta es terminar la temporada regular entre los 10 mejores para pasar a Playoffs y pelear la corona”. Cualquier otro piloto hablaría de un año de aprendizaje, de evolución, de crecimiento, pero no el mexicano...
Bandera verde… Es entonces cuando analizamos el historial del joven de 19 años y resalta la guía y enseñanzas de su padre, Ricardo Pérez de Lara, quien le dio a México el campeonato de Ferrari Challenge en Estados Unidos, y después la corona en el Mundial de la categoría, en Abu Dabi, en el circuito de Yas Marina.
Andrés ha realizado una carrera exitosa y bien pensada. A los 14 años debutó en la Fórmula 4 y terminó tercero general; en 2020 se subió a las camionetas de NASCAR México y se fue campeón; un año después subió a Challenge para ser cuarto y en 2022 fue campeón; y finalmente en 2023 emigró a la serie ARCA, en Estados Unidos, para ser el actual monarca.
El mexicano ha dado pasos firmes, lo que le da la oportunidad de contar con patrocinadores mexicanos, pero también estadounidenses, algo que se ve rara vez en el automovilismo del país del norte...
Entrada a pits… En los próximos días Andrés dará a conocer a su patrocinador principal, pero desde ahora se puede comentar que es una empresa estadounidense con fuertes vínculos con nuestros representantes. El mexicano debutará el 14 de febrero en el Daytona International Speedway, en la camioneta 77. Será una carrera a 100 vueltas en el óvalo de 2.5 millas y no exagero al anunciar que desde este primer compromiso estará en el paquete puntero, en parte, por la guía de Chad Walter, un veterano director de equipo, con triunfos en la serie, y quien estará a cargo de la estrategia desde pits.
- “He realizado mucho trabajo de simulador. Ya empecé a trabajar con Chad; lo conozco muy poco, pero este arranque ha funcionado todo bien”, me dijo Andrés.
Salida de pits… La llegada de Andrés a NASCAR Truck Series nos da el pretexto para continuar con el tema de las últimas entregas: la falta de categorías y series de calidad en nuestro país ha obligado a los mexicanos a buscar su desarrollo en otros escenarios, como el estadounidense. Andrés no es el único volante que ha apuntado al norte y prueba de ello es el programa RX2 fundado por Rogelio López, primer no nacido en EUA en ganar una carrera de óvalo en una serie regional de NASCAR, que ayuda a los pilotos mexicanos a entrar en las series estadounidenses.
Eloy Sebastián, actual campeón de Challenge, es parte de este programa y ayer viajó a Charlotte, para continuar su desarrollo en las series escalera de NASCAR...
Bandera a cuadros… Eloy forma parte del programa NASCAR Diversity, y tendrá un lugar en una serie de desarrollo (aún por revelar) y es la prueba del gran trabajo de Rogelio y su equipo por buscar el mejor camino al talento mexicano. Dos caras de la misma moneda: una pena que en México no existan series que preparen a los pilotos para las grandes ligas, pero un gran acierto el que haya programas que los puedan llevar de la mano y encausarlos en tan competitivo mundo.
Ya platicaremos con Rogelio para saber más de esta iniciativa y conocer a los otros jovencitos que son parte de su programa. Una buena noticia en medio del panorama gris que se vive en el automovilismo mexicano.
Así las cosas… sobre ruedas...