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Este jueves tuvo lugar la segunda audiencia en el Tribunal en lo Criminal N°3 de San Isidro, en la provincia de Buenos Aires

La casa en la que murió Maradona “era una pocilga, una mugre”, según abogado de las hijas

EXIGENCIA. Los seguidores del 'Pelusa' apoyan a la familia del astro argentino.

El abogado Fernando Burlando, representante de Dalma y Gianinna Maradona, dijo que la vivienda en la que el ídolo popular transcurrió sus últimos días era “una pocilga, una mugre”, este jueves al término de la audiencia del juicio que busca determinar si siete profesionales de la salud son culpables de homicidio.

“La casa era una pocilga, una mugre pocas veces vista”, dijo Fernando Burlando desde la puerta del Tribunal, en alusión a la vivienda donde Maradona pasó sus últimos días de vida, del 11 al 25 de noviembre de 2020, pese al complejo cuadro médico que presentaba.

Este jueves tuvo lugar en el Tribunal en lo Criminal N°3 de San Isidro, en la provincia de Buenos Aires, la segunda audiencia del juicio que determinará si siete de los ocho trabajadores de la salud acusados por la muerte de Diego Armando Maradona son culpables del delito de homicidio simple con dolo eventual.

Ante el Tribunal, el abogado Fernando Burlando presentó una maqueta que utilizará para graficar las condiciones del lugar, según sus palabras, “inapropiado para una ‘internación domiciliaria’”.

El baño, según detalló el abogado, tenía “menos de un metro” y era de difícil acceso “para la movilidad que tenía Diego”.

El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona continuará el martes próximo, con la declaración testimonial del oficial Lucas Gabriel Farías y los comisarios Rodrigo Borge y Javier Leonardo Mendoza, los primeros en ingresar a la vivienda día de la muerte.

“Yo lo que pretendo es que describan la mugre que era eso”, dijo Burlando al término de la audiencia.

También buscará demostrarse que, dada la disposición de la casa, era imposible que los enfermeros escucharan “cualquier queja, dolencia o deseo” del paciente desde donde dormían.

ABOGADOS, APARTADOS DE LA CAUSA

El Tribunal decidió este martes apartar a los abogados Rodolfo Baqué y Martín Miguel De Vargas de la defensa del enfermero imputado, Ricardo Almirón, que quedará representado por el tercero del equipo defensor, Franco Chiarelli.

Baqué y De Vargas, desde un primer momento, defendieron a la enfermera Gisela Madrid -otra de las imputadas en la causa, que será juzgada en un proceso aparte- y se sumaron a la defensa de Almirón el pasado martes, a poco de comenzar el juicio.

La decisión del Tribunal se basó en una declaración que el abogado realizó antes de asumir la defensa de Almirón: “A Maradona lo mataron y no fue (Gisela Dahiana) Madrid”.

Los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach decidieron que las declaraciones de Baqué apuntaban contra su propio defendido.

“Me quieren callar porque dije que a Maradona lo mataron”, protestó Baqué y agregó que nunca había hablado en contra de su defendido, ni contra los imputados Forlini, Perroni o Di Spagna.

“Nombré a personas que yo no defiendo”, dijo en alusión al médico Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, principales acusados.

La apelación de Baqué fue rechazada de forma inmediata por el Tribunal, por lo que el abogado tuvo que retirarse del recinto. Según confirmó a EFE, recurrirá la decisión.

Son juzgados en este proceso el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicoanalista Carlos Díaz, la doctora y coordinadora de la empresa Swiss Medical, Nancy Forlini, el médico Pedro Di Spagna, el coordinador de enfermeros Mariano Perroni y el enfermero Ricardo Almirón.

El juicio, que se celebrará dos veces por semana (martes y jueves), cuenta con al menos cien testigos y podría extenderse hasta julio.

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