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Columna: ‘Pit cuatro’

El desesperanzador futuro de Red Bull...

EN PROBLEMAS. Los directivos de Red Bull Racing tienen egos muy grandes y pesados. Aceptar que han tomado decisiones equivocadas sistemáticamente los exhibirá aún más. Pondrá al descubierto su incompetencia.

Red Bull Racing vive en una crisis… lo cual no es noticia, pero sí es algo que se agrava a cada instante. Sus problemas nacieron cuando decidieron construir un auto veloz -el más veloz de la parrilla de la Fórmula 1- y dárselo a un piloto temerario. Eso no sonaría como un problema, pero lo explicaré. El diseñar un monoplaza que fuera rápido implicaba quitarle maniobrabilidad, y lo hicieron. Lo pusieron en las manos de Max Verstappen, un piloto que no pide cambios mayores, con gran capacidad de adaptación y que le gusta manejar autos con este tipo de configuración (que “se van de frente” y tienen poco control en la parte trasera) y jamás escucharon una queja del neerlandés, porque, casualmente, es el tipo de vehículo que él prefiere.

Hasta ahí, todo era felicidad. Llegaron las victorias y los títulos. Y con cada evolución lo hacían más veloz, pero menos manejable. Hasta que llegó un día que ni el propio Max pudo llevarlo al triunfo. Peor aún, su compañero (quien fuera), no desarrolla ese manejo. No para ahí: los demás equipos evolucionaron sus monoplazas y comenzaron a ganar carreras...

BANDERA VERDE… Red Bull no aceptó que el problema se debía a algo que ellos causaron y encontraron en Sergio Pérez a su ‘chivo expiatorio’. Luego de gritar al mundo que el causante de su mal desempeño era el mexicano, lo despidieron y ante la escasez de pilotos de su propia Academia, subieron al primero que levantó la mano. El resultado ya lo vimos en las calificaciones y carreras de las dos primeras rondas: Liam Lawson ha sido un desastre.

Pero, como dice aquel libro: Vendrán cosas peores. Quienes estamos involucrados en Relaciones Públicas sabemos que cuando se presenta una crisis, uno de los primeros pasos es aceptar la culpa. De ahí se parte, tanto para la opinión pública, como al interior, para comenzar a arreglar el problema, pero… eso no pasará en Red Bull Racing...

ENTRADA A PITS… Los directivos de Red Bull Racing tienen egos muy grandes y pesados. Aceptar que han tomado decisiones equivocadas sistemáticamente los exhibirá aún más. Pondrá al descubierto su incompetencia. Dejar ir a Adrian Newey agravó los problemas de diseño. El no escuchar las soluciones sugeridas por ‘Checo’ Pérez, el transferirle la culpa y finalmente despedirlo. El que Helmut Marko no sea capaz de dirigir una Academia que tenga a cuatro o cinco egresados capaces de manejar un Fórmula 1 (porque vaya que hay pilotos jóvenes talentosos, pero pertenecen a otros programas de desarrollo), el subir a un volante que aún no está preparado, el no darle la oportunidad a Yuki Tsunoda y una larga lista de etcéteras…

En lugar de aceptar su culpa y trabajar a partir de ello, ahora trasciende que las charlas en el interior del equipo apuntan a regresar a Lawson a Racing Bulls, y subir a Yuki al Red Bull para el Gran Premio de Japón...

SALIDA DE PITS… No importará el lugar que ocupe Tsunoda. El ruido de tener a un piloto local en el segundo Red Bull en el Gran Premio local, ante una de las aficiones más alegres del mundo, será la cortina de humo necesaria para un par de Grandes Premios. Para Christian Horner esa decisión le significa comprar tiempo, en lugar de solucionar el problema.

Se dice que el anuncio se dará la próxima semana, ya cerca de la Práctica Libre 1. Para Tsunoda es una gran apuesta, pues su permanencia en Racing Bulls para 2026 está en duda toda vez que el convenio con Honda llega a su fin. Si no consigue sacar del hoyo a la escudería grande, no cambia en nada su futuro, pero, sí de pronto lo consigue, le coloca en el nivel de piloto que cualquier equipo necesitaría para 2026, el primer año con las nuevas regulaciones y monoplazas… Veremos...

BANDERA A CUADROS… Pato O’Ward tuvo una carrera de esas que rompen el corazón. El regio lideró la segunda ronda de IndyCar, el pasado domingo, pero en las últimas vueltas fue rebasado por Alex Palou y vio como el español levantaba el trofeo. O’Ward está cerca de obtener triunfos grandes, pero se ha quedado corto en los momentos neurálgicos. No es sencillo, obviamente, pero pareciera que siempre hay un factor que le impide el terminar de brillar… tendrá que realizar un cambio mayor o la fortuna se seguirá de frente...

Así las cosas… sobre ruedas...

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