Nacido en Berlín el 20 de septiembre de 1896, destacó por su longevidad en el tablero, enfrentándose a tres generaciones de maestros y campeones del mundo, un logro que pocos pueden reclamar. Era un hombre de carácter delicado y tranquilo, un auténtico bohemio del ajedrez.
En 1919, al comienzo de su carrera ajedrecística, Sämisch compartió un piso en Berlín con el gran maestro Efim Bogoljubow. Vivieron juntos durante un año, y Sergey Selesniev los visitaba tan a menudo que prácticamente se convirtió en el tercer inquilino. Además, Sämisch desarrolló una gran amistad con Alexander Alekhine, a quien veía como una especie de hermano mayor.
Entre 1920 y 1930, Sämisch llevó una vida nómada, residiendo exclusivamente en hoteles mientras viajaba constantemente para participar en los grandes torneos de ajedrez. Su estilo de vida era muy práctico: llevaba una sola maleta. En lugar de lavar su ropa, prefería comprar prendas nuevas; por ejemplo, descartaba su ropa interior usada y adquiría más. De esta manera nunca tenía problemas con su equipaje, contrariamente a su compañero Alekhine, quien siempre viajaba con 24 maletas, tres gatos y una esposa.
UN FUMADOR EMPEDERNIDO
Poseía una destreza manual que superaba incluso su habilidad en el ajedrez. Con un solo movimiento de la mano, podía hacer desaparecer los ocho peones colocados en sus posiciones iniciales sobre el tablero, un truco que maravillaba a quienes lo presenciaban. Sin embargo, su carrera ajedrecística se vio obstaculizada por su hábito de fumador empedernido.
Durante la Primera Guerra Mundial, Sämisch sufrió dos heridas graves y fue condecorado con la Cruz de Hierro, una distinción que jamás exhibió en público, marcado por el profundo horror que vivió en el frente. Años más tarde, en la Segunda Guerra, se le condenó a muerte por expresar comentarios antibélicos. Por un giro del destino, un bombardeo aliado destruyó los archivos que contenían su sentencia y sin documentación que lo incriminara, fue liberado. Posteriormente, un misil destruyó su casa en Berlín, y con ella se perdió toda su colección de ajedrez, más la Cruz.
MARCADO POR LA SENCILLEZ Y LA MODESTIA
Vivía de un modo poco convencional, marcado por la sencillez y la modestia. Tuviera dinero o no, siempre viajaba en taxi. En ocasiones, cuando no le quedaba ni un centavo, se acercaba a sus amigos con una petición humilde: “Querido amigo, no tengo nada; ¿me podrías prestar cuatro o cinco marcos para un taxi?” Sus deseos eran tan modestos que nadie podía negarse. En sus últimos años, los conocidos maestros alemanes Heinicke, Kieninger y Lehmann le brindaron apoyo, facilitándole la vida al veterano gran maestro.
Su combinación más famosa se refleja en la siguiente posición de una partida contra Grünfeld, en Karlsbad 1929.
..

43 Txf5!! Cxf5 44 Cg6+ Rg8 45 Te7 dejando expuestas sus tres piezas. Pero si 45….Cxh4 46 Tg7#; si 45….hxg6 46 Dh7#; y si 45….Cxe7 46 fxe7.
45….Tf7 46 Txf7 Rxf7 47 Ce5+ Rf8 48 Dxh7 1-0