Deportes
Dr. Mario Antonio Ramírez Barajas

Ajedrez, herramienta para la vida

AJEDREZ COMO DEPORTE

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Recuerdo hace tiempo una discusión con un amigo, quién sostenía el argumento de no considerar al ajedrez como deporte, debido a la ausencia de actividad física intensa.

Es desconocimiento, ningún jugador de élite podría ser capaz de resistir la tensión emocional y la presión de reflexionar sobre las múltiples posibilidades en la batalla del ajedrez, sin una buena preparación física.

El ajedrez no tan sólo es un deporte, es arte y juego, belleza profunda y casi poética, reflejada en obras literarias, cinematográficas y de todo tipo.

Lo reconoce el Comité Olímpico Internacional al entender el desarrollo de habilidades mentales y la formación del pensamiento científico. De hecho, cada dos años se lleva a cabo una olimpiada mundial de ajedrez.

AJEDREZ Y CIENCIA

Diferentes estudios científicos lo han demostrado: la práctica sistemática del ajedrez eleva el coeficiente intelectual, mejora la capacidad para resolver problemas, las habilidades lectoras, matemáticas, e influye en la mejora de la memoria, el desarrollo del pensamiento creativo y la originalidad, su práctica contribuye a desarrollar habilidades para tomar decisiones más acertadas en momentos de tensión y presión.

Es un extraordinario neuroprotector, un estudio publicado en The New England Journal of Medicine, Robert Freidland, encontró evidencias sobre el efecto favorable de su práctica en las personas mayores de 75 años, están mejor preparados para luchar contra el Alzheimer la demencia y otras enfermedades de deterioro mental.

AJEDREZ COMO INSTRUMENTO DE VIDA

El hombre nace con un sentido hedonista, de pequeños lloramos cuando sentimos hambre o nos incomoda algo, es la forma de pedir ayuda y cobijo a los adultos, la educación nos enseña a diferir la gratificación, a entender que sólo después del trabajo arduo y del esfuerzo persistente y sistemático llega el premio; en pocas prácticas lúdicas artísticas y recreativas se encuentra esto tan presente como en el ajedrez, en la habilidad de diferir, se encuentra el arma más poderosa para combatir las adicciones.

Enseña a sobreponerse a la frustración y esto implica, una persona humanizada, más comprensiva y civilizada.

Si todos jugaran ajedrez tal vez seríamos una mejor sociedad.

AJEDREZ COMO METÁFORA DE LA VIDA

Son muchos los autores quienes entienden al ajedrez como una metáfora de la vida: una lucha permanente, lo blanco contra lo negro, el trabajo en equipo como condición necesaria para la victoria, aspiraciones, sueños, lucha, triunfo, derrota, arte, geometría, matemáticas, ciencia y sueños concentrados en un tablero con 32 piezas.

En el medio es conocida una frase ilustrativa de estas metáforas entre el ajedrez y la vida: “al final de la partida, tanto el peón como el rey, van a la misma caja”.