El Manchester City superó Real Madrid en un partido de vuelta de semifinales que terminó (5) 4-0 (1), e incluso eso subestimó el dominio de los Cityzens que desde el pitido inicial fue muy superior a los de Ancelotti.
Así las cosas, el equipo inglés es justo finalista de la Champions League, donde se verá las caras con el Inter en Estambul. Algo que no hará el equipo blanco que puso fin a su temporada en Manchester.
Al conjunto merengue sólo le quedan los partidos de LaLiga por delante, pero sin nada que hacer más allá de acabar segundo, este Real Madrid ya no tiene que hacer esta campaña.
Han tenido una temporada discreta en la que los blancos han ganado la Supercopa de Europa, el Mundial de Clubs y la Copa del Rey. Tres títulos que sirven de muy poco o más bien de nada para salvar esta temporada.
El desastre del Real Madrid en el Etihad se vislumbró desde el saque inicial. El City apretando y buscando el gol con más actitud, con más ganas, que un Real Madrid en el que Ancelotti apostó por Militao y no por Rüdiger, el que secó a Haaland en el Bernabéu.
El City fue dueño absoluto de un balón que el Real Madrid ni tenía ni quería, sólo estaba preocupado de defender. Los ataques ingleses eran constantes y sólo Courtois, con dos paradas espectaculares a Haaland, evitaron lo inevitable que era el gol del City.
Fue Bernardo Silva quien marcó el 1-0 al minuto 23. El Real Madrid, como no podía ser de otra manera, reaccionó y comenzaron a aparecer Benzema, Vinicius y Rodrygo, hasta entonces desaparecidos. El equipo blanco incluso estrelló un balón en el larguero. Fue Kroos al minuto 35. Parecía que el partido se igualaba, pero fue un espejismo porque en un desajuste defensivo de los blancos, Bernardo Silva puso el 2-0 al minuto 37’.
DE PESADILLA
Así acabó una primera parte que fue una pesadilla para el Real Madrid que veía como Estambul se alejaba cada vez más.
Con más actitud que en el primer acto, el equipo blanco fue otro. Tuvo más el balón e incluso Alaba estuvo cerca del gol con un lanzamiento de falta directa. Parecía que el City no estaba porque el Real Madrid no le dejaba.
Con el marcador a favor, el equipo inglés ya no necesitó mandar de manera abrumadora como en la primera parte. Le bastó defender bien, sin cometer errores y buscar a Haaland en las contras para sellar definitivamente su pase a la final de la Champions. Eso sí, cuando tocaba tener el balón, lo tenía sin problema.
Ancelotti, viendo que el Real Madrid no podía, movió ficha y quitó a Modric para poner a Rüdiger y pasar así a Camavinga al centro del campo. Eso le dio más fuerza al centro del campo del equipo blanco, pero lo que necesitaba eran los goles.
Para buscarlos, entró Marco Asensio por Kroos, con lo que el Real Madrid acabó el partido sin la pareja Modric-Kroos. Mientras tanto, el City en lo suyo, controlando el partido y sin ver peligrar el triunfo y con él, estar en la final de Estambul. No sólo eso, si no que Haaland tuvo una ocasión clarísima para poner el 3-0, pero se encontró con Courtois.
La recta final del partido fue la crónica de la muerte anunciada del Real Madrid en Champions League que certificó un gol de Militao en propia puerta al minuto 76. Fue el 3-0 que selló el KO blanco y dio paso a la fiesta en el Etihad. La guinda a esa fiesta la puso Julián Álvarez con el 4-0 en el minuto 91.
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