Oaxaca se ha consolidado como un referente de la riqueza cultural, las tradiciones y la biodiversidad de México. Es una tierra donde la historia, el arte y la gastronomía se entrelazan de manera única. Desde su imponente arquitectura en la región de los Valles Centrales, pasando por festivales vibrantes como la Guelaguetza, hasta su cocina reconocida mundialmente por sus diversos estilos de moles, el chocolate y, ¡por supuesto!, el mezcal.
El mole, uno de los tesoros más emblemáticos de la gastronomía mexicana, representa de manera profunda la riqueza cultural y las tradiciones que han dado forma al país. Este platillo, cuya elaboración puede incluir decenas de ingredientes como chiles, especias, frutas y chocolate, refleja la diversidad de regiones y sabores que caracterizan a México.
Por otro lado, el mezcal, con su famosa frase: “Para todo mal, mezcal; para todo bien, también”, es mucho más que una bebida. Este destilado artesanal encapsula el espíritu de la tierra y el tiempo, llevando consigo la esencia de los agaves y las manos que lo producen.
El mezcal evoca rituales y charlas profundas, como la que sostuve con Daniel Rodríguez, sommelier de vinos y destilados, quien me invitó a conocer su proyecto Mezcal y Moles en la Ciudad de México. En este espacio, descubrimos cómo los moles y los mezcales pueden encontrarse y complementarse, creando una sinfonía de sabores que resalta lo mejor de ambos.
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En palabras del sommelier Daniel Rodríguez, “este proyecto no es una comida formal, sino una experiencia que nos invita a explorar los sabores de México a través de un maridaje único entre mezcales y moles”. Apasionado defensor de la gastronomía mexicana destaca la importancia de resaltar la biodiversidad de los agaves, que considera fundamental al hablar de calidad en cualquier destilado.
este proyecto no es una comida formal, sino una experiencia que nos invita a explorar los sabores de México a través de un maridaje único entre mezcales y moles
— Daniel Rodríguez
La propuesta combina siete mezcales artesanales con siete moles tradicionales de Oaxaca, brindando una experiencia que celebra tanto los sabores individuales como la magia que ocurre al unirlos. “Vamos probando un mezcal, luego un mole, y exploramos cómo se complementan. En algunos casos, los sabores contrastan; en otros, se equilibran y hasta se ‘casan’, como lo define la palabra maridaje”, explicó Rodríguez.
Uno de los aspectos más fascinantes del proyecto es la posibilidad de experimentar diversos tipos de mole, como el verde, el amarillo o el almendrado, en armonía con mezcales producidos con métodos tradicionales. Esta experiencia no solo invita a degustar, sino también a entender los matices que definen la cocina mexicana y su relación con el mezcal, otra joya cultural del país.
Entre los maridajes más destacados, Rodríguez menciona:
- Mole verde con mezcal Espadín: La frescura y el toque herbal del mole verde encuentran su pareja ideal en el mezcal Espadín, cuyas notas suaves y herbales realzan la conexión entre ambos.
- Mole amarillo con mezcal de Chocolate: Conocido por su suavidad y dulzor ligero, se transforma al combinarse con el mezcal de chocolate, cuyas notas de cacao intensifican su complejidad y ofrecen un contraste delicioso.
- Mole almendrado con mezcal de Cuixe: La textura cremosa del mole almendrado se ve enriquecida por el mezcal de Cuixe, cuyas notas profundas y sutil amargura complementan y equilibran el dulzor del platillo.
Daniel Rodríguez describe esta experiencia como “un viaje completo, con un intermedio para relajar el paladar y un cierre que combina intensidad y redondez”. Más allá del deleite sensorial, el proyecto refleja la visión de un experto que busca no solo destacar la calidad de los productos mexicanos, sino también invitar a quienes participan a descubrir la profundidad de sus orígenes.
un viaje completo, con un intermedio para relajar el paladar y un cierre que combina intensidad y redondez
— Daniel Rodríguez
En el corazón de esta propuesta yace un homenaje a la riqueza cultural y natural de Oaxaca, donde cada sorbo de mezcal cuenta una historia de tradición y cada bocado de mole nos conecta con raíces ancestrales. Este maridaje es más que una experiencia gastronómica; es una celebración de México en toda su esencia.
Si deseas ser parte de esta experiencia única, puedes reservar tu lugar a través de su página web:www.mezcalymoles.com.