Desde el imponente Nevado de Toluca, con sus lagunas volcánicas, hasta el majestuoso Iztaccíhuatl, un desafío para los amantes del senderismo, cada montaña ofrece algo único — Vivir en la Ciudad de México puede ser caótico por su vibrante ritmo urbano y es un gran motivo para conocer las periferias de esta gran ciudad, ideal para explorar algunas de las montañas más impresionantes de México. Ya sea que busques desafiarte en ascensos exigentes, disfrutar de vistas panorámicas o simplemente conectar con la naturaleza, estas opciones te dejarán sin aliento, tanto literal como figuradamente.
Nevado de Toluca
Ubicado a pocas horas de la CDMX, el Nevado de Toluca es una joya natural que atrae a aventureros, turistas y amantes de la naturaleza. Este majestuoso volcán extinto, también conocido como Xinantécatl, ofrece un paisaje impresionante que combina alturas imponentes, cráteres únicos y lagunas cristalinas donde se encuentran dos lagunas emblemáticas: la Laguna del Sol y la Laguna de la Luna. Estas formaciones, alimentadas por agua de deshielo, ofrecen una vista impresionante y un entorno ideal para la fotografía y la exploración.
Con una altitud de 4,680 metros sobre el nivel del mar, es el cuarto pico más alto de México y un destino imprescindible para quienes buscan una experiencia inolvidable.
La Malinche
La Malinche, es un volcán inactivo ubicado entre los estados de Tlaxcala y Puebla. Con una altitud de 4,461 metros sobre el nivel del mar, es la sexta montaña más alta de México y un destino ideal para los amantes del ecoturismo.
La ruta hacia la cima es desafiante pero accesible para principiantes en buen estado físico. Ofrece vistas espectaculares del Popocatépetl, Iztaccíhuatl y Pico de Orizaba.
Además, las áreas designadas en el Parque Nacional La Malinche ofrecen espacios para disfrutar de un día en familia o una noche bajo las estrellas si deseas ir con tu pareja o con amigos.
Parque Nacional Izta-Popo
Los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, conocidos como “Los Dos Amigos” o “Los Gigantes de la Historia Mexicana”, son dos de los picos más altos y fascinantes de México, con una conexión tanto geográfica como cultural profundamente enraizada en las leyendas y mitos prehispánicos.
Además de que se ha convertido en uno de los destinos más atractivos para los amantes del senderismo, rapel y montañismo. Las rutas de senderismo varían desde caminatas suaves hasta desafiantes ascensos, brindando la posibilidad de disfrutar de paisajes impresionantes y la sensación de estar rodeado por la naturaleza más pura.
Ajusco: La escapada perfecta dentro de la ciudad
Ubicado en la Sierra de Ajusco, el Pico del Águila que forma parte del Parque Nacional Cumbres del Ajusco, es conocido por las vistas panorámicas que ofrece a quienes logran alcanzar su cima, siendo una de las cumbres más emblemáticas y desafiantes para los entusiastas del senderismo y montañismo en la Ciudad de México.
Con una altitud aproximada de 3,900 metros sobre el nivel del mar, este pico ofrece una experiencia única que combina la belleza del paisaje con la dificultad técnica, lo que lo convierte en un destino favorito para quienes buscan un reto en las montañas cercanas a la capital.
Parque Los Dinamos: Un oasis natural en la Ciudad de México
Y si lo tuyo no son las alturas y lo que buscas es sólo rodearte de naturaleza y de disfrutar de algunos alimentos a comal...
El Parque Nacional Los Dinamos es un pulmón verde que ha sido una joya escondida para los amantes de la naturaleza y los deportes al aire libre. Con una extensión de más de 1,000 hectáreas, este parque ofrece un respiro en medio del bullicio citadino, invitando a los visitantes a sumergirse en su esplendor natural, rodeado de montañas, bosques y ríos.
Uno de los principales atractivos de Los Dinamos es su oferta de actividades al aire libre, se pueden disfrutar picnics familiares, convivir con amigos o simplemente desconectarse de la rutina mientras se contempla el paisaje. El parque cuenta con múltiples senderos que son perfectos para realizar caminatas, paseos en bicicleta o recorrer a caballo.