“Camino de Guanajuato, que pasas por tanto pueblo”, así cantaba José Alfredo Jiménez desde 1953, año en que fue compuesta la popular canción, y aunque la geografía ha cambiado con ciudades en constante crecimiento la sierra sigue teniendo su mística de aridoamerica y así lo pudimos descubrir en una visita que Crónica Escenario realizó por algunas ciudades y espacios de atractivo cultural y turístico del estado mexicano.
Luego de un viaje tranquilo arribamos primeramente a la ciudad de Celaya, ciudad que más allá de la reputación a consecuencia del crimen se puede encontrar como un destino de autenticidad, rica historia y contrastes notorios, mismos que comenzaron desde siempre al ser una ciudad de riqueza considerable, así lo aseguró el historiador Guillermo Gonzales Mancera.
La primera parada de este recorrido no podría ser de otra manera que visitando el Mercado Cañitos, en el barrio de Tierras Negras, Celaya, y degustar una tradicional gordita de queso con migajas (chicharrón prensado o carnitas) en el local de “Mago”, además de algunas otros manjares tradicionales como las “Pacharelas”, tacos o gorditas con tripas de cerdo, deliciosas.
Una tradición culinaria que ha dotado de identidad y popularidad a los barrios más antiguos de la entidad, mismas que datan desde hace ya 155 años, y que fueron creadas para acompañar la inauguración del templo que se edificó en el barrio de Tierras Negra, en honor a la Virgen de Guadalupe, además que la tradición indica que la virgen morena fue quien compartió la receta para tal alimento, así lo compartió Adrian Soria, encargado de las “Gorditas Mago”.
Y como dice el dicho “ya encarrerados” el recorrido por esta ciudad del estado de Guanajuato, llegamos a la empresa cafetera “El Caballo sin rival” (@elcaballosinrival), una fábrica familiar con más de 100 años de elaborar de forma artesanal la tradicional cajeta, otra de las joyas de Celaya, dónde gracias a la atención de Gerardo Castañeda director de Dulcelaya (@dulcelayaexperience), una empresa con la misión de ofrecer una experiencia gastronómica y cultural de esta tradición celayense.
Por otro lado y ya satisfecho la barriga seguimos por esta ciudad histórica y como la cultura no podría faltar, el recorrido nos llevó a la Casa del Diezmo en el primer cuadro del centro histórico de Celaya, el edificio más antiguo y que se conserva como en sus primeros días, edificio que albergó a Agustín de Iturbide, además de también ser un hotel, un banco y actualmente un centro cultural. En este mismo sentido recorrimos el Ex convento San Agustino, sede de la Casa de la Cultura y el convento de San Francisco.
Otro de los atractivos es la colosal Bola de Agua de Celaya conocida como “La Puerta de Oro del Bajío”. Se trata del único depósito en altura existente aún en el mundo de su tipo en molde esférico, tras la primera que fue construida en Alemania, y continúa en funcionamiento. Está ubicada a 500 metros de la Plaza de Armas y del jardín principal de la ciudad de Celaya, y frente a la Columna de la Independencia, que fue el primer monumento dedicado al México libre y hasta la actualidad sigue en funcionamiento.