
Después de un día ajetreado, no hay nada mejor que una buena taza de té para desconectar y preparar el cuerpo (y la mente) para un descanso reparador. Si contar ovejas ya no funciona y dar vueltas en la cama se ha vuelto parte de tu rutina nocturna, tal vez sea hora de probar un remedio natural y delicioso.
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Las infusiones han sido usadas por siglos para relajar el sistema nervioso y mejorar la calidad del sueño, y algunas hierbas tienen efectos sorprendentes para ayudarte a caer en los brazos de Morfeo más rápido. Desde la clásica manzanilla hasta la poderosa valeriana, aquí te contamos cuáles son los mejores tés para dormir mejor y cómo pueden convertirse en tu ritual nocturno favorito
En la búsqueda de alternativas naturales para mejorar la calidad del sueño, diversas infusiones han demostrado ser aliadas efectivas. A continuación, se presentan algunas de las más destacadas:
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Té de manzanilla
Si las ovejitas no funcionan, ¡una tacita de té de manzanilla puede ser tu mejor aliado! Esta infusión milenaria, avalada por estudios científicos, contiene apigenina, un compuesto que actúa como un suave sedante natural, relajando el sistema nervioso y preparando el cuerpo para un descanso profundo.
Además, su aroma floral y su sabor delicado convierten el ritual nocturno en un momento de calma, reduciendo el estrés y la ansiedad que a veces nos roban el sueño. ¿Lo mejor? No tiene cafeína, así que es perfecta para tomar antes de acostarse.
Tip extra: Acompáñala con un poco de miel y respira hondo… ¡Dulces sueños están por llegar!

Té de valeriana
¿La mente no para de dar vueltas cuando apagas la luz? ¡La valeriana podría ser tu nueva mejor amiga! Esta raíz, usada desde la antigua Grecia, es uno de los remedios herbales más estudiados para el insomnio y la inquietud nocturna. La ciencia respalda su poder: compuestos como los valepotriatos y el ácido valerénico interactúan con el GABA, un neurotransmisor que calma la actividad cerebral y promueve la relajación.
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Un estudio publicado en Phytomedicine confirmó que quienes toman valeriana experimentan un sueño más profundo y reparador, sin la somnolencia matutina de los fármacos sintéticos. Eso sí: su aroma terroso no es tan suave como la manzanilla, pero un toque de miel o limón lo hace más agradable.
Pro tip: Tómalo 30 minutos antes de dormir, en un ambiente tranquilo, y deja que la magia de la naturaleza haga su trabajo. ¡Buenas noches… y que los ronquidos no te despierten!

Té de lavanda
Si buscas un sueño tranquilo con estilo, el té de lavanda es tu poción morada favorita. No solo perfuma jardines y velas relajantes: la ciencia confirma que sus compuestos –como el linalol– actúan como un suave ansiolítico natural, reduciendo el ritmo cardíaco y preparando el cuerpo para un descanso profundo. Un estudio de Frontiers in Psychology incluso demostró que su aroma disminuye los niveles de cortisol (¡esa hormona del estrés que nos mantiene en vela!).
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¿Lo mejor? Su sabor floral, delicadamente herbal, convierte la hora de dormir en un ritual de spa.
Tip experto: Úsalo en infusión o añade unas gotas de aceite esencial en tu almohada. ¡El cerebro registra su fragancia incluso mientras duermes!

Té de toronjil
¿Noches de mente acelerada y cuerpo tenso? El toronjil (o melisa) llega al rescate con su frescor cítrico y sus superpoderes relajantes. Esta hierba, prima hermana de la menta, es una vieja conocida de la medicina tradicional –y la ciencia moderna confirma sus beneficios.
Estudios publicados en Nutrients revelan que sus compuestos, como el citral y los terpenos, actúan como moduladores naturales del GABA (el “interruptor de calma” del cerebro), ayudando a reducir la ansiedad y favoreciendo un sueño reparador. Además, su suave efecto sedante no provoca esa pesadez matutina de los fármacos.
Bonus track: Su aroma a limón fresco es como un spa en taza. Prueba mezclarlo con manzanilla o una cucharita de miel para potenciar el efecto good vibes nocturnas.

Té de Tila
Cuando el estrés te mantiene en vela y el mundo parece no apagar sus luces, una tacita de té de tila puede ser el bálsamo que tu cuerpo pide a gritos. Esta flor dorada, venerada desde la época de los mayas y avalada por la ciencia moderna, es como un abrazo cálido en forma de infusión.
Estudios publicados en el Journal of Ethnopharmacology destacan que sus compuestos activos –como el farnesol y los flavonoides– actúan como un relajante muscular suave y modulan el sistema nervioso, ayudando a derretir la tensión acumulada. ¿El resultado? Una transición natural hacia un sueño profundo, sin efectos secundarios indeseados.
Tip extra: Tómalo 20 minutos antes de acostarte, en un ambiente con luz tenue.

Té de pasiflora
Si el insomnio te tiene contando ovejas todas las noches, tal vez sea momento de mirar hacia la pasiflora, una planta con nombre poético y beneficios reales para el descanso. Esta flor, también conocida como flor de la pasión (Passiflora incarnata), ha sido usada desde hace siglos como tranquilizante natural… y hoy la ciencia respalda su fama.
Estudios publicados en revistas como Phytotherapy Research y Journal of Ethnopharmacology sugieren que la pasiflora puede mejorar la calidad del sueño al actuar sobre el sistema nervioso central. Contiene compuestos como flavonoides y alcaloides que ayudan a calmar la mente, reducir la ansiedad y favorecer un sueño más profundo y reparador.
Sin efectos secundarios serios ni riesgo de adicción, se ha ganado su lugar en la repisa de los remedios naturales.
