La agrupación surcoreana integrada por Bang Chan, Lee Know, Changbin, Hyunjin, Han, Felix, Seungmin e I.N, está conquistando territorio latinoamericano con su gira dominATE y la Ciudad de México no podía quedar fuera.
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El estadio GNP será el recinto donde Stray Kids y Stay (nombre de su club de fans) podrá disfrutar de las actuaciones del 12 y 13 de abril, con lo que termina la serie de shows que incluyeron en Santiago, Río de Janeiro, São Paulo, y Lima.
Las fans mexicanas están listas para demostrar la energía y el cariño hacia la boyband formada por la empresa JYP; las fans podrán corear éxitos como Back Door, Twilight, My pace, Heaven entre muchas otras que harán vibrar el recinto por más de horas.
Fenómeno que atravesó fronteras
Stray Kids es parte de la cuarta generación del K-pop, el fenómeno musical y visual nacido en Corea del Sur a finales de los años 80 y que alcanzó su internacionalización a mediados de los 2000 gracias a la era del internet.
Estos jóvenes artistas, representantes de la cultura pop con corazón en Seúl, no solo son músicos e intérpretes, para su inclusión en grupos de K-pop requieren años de entrenamiento y deben formarse en canto, baile, modelaje, actuación conducción y composición.
Los artistas son reclutados desde adolescentes por las empresas coreanas que dominan la industria del entretenimiento y son integrados a grupos en los que les crean conceptos de imagen específica que determinará el desarrollo de su carrera.
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Estos grupos y artistas han creado un fenómeno comparable con las boybands formadas en Estados Unidos o México, e incluso destacan ya que no solo se distinguen por su música, sino que suben el estándar que los grupos americanos suelen mostrar, ofreciendo espectáculos completos, muy visuales, con una gran planeación escénica.
Además, los fans juegan un papel importante en las presentaciones ya que los acompañan con los lightsticks, el producto de mercadotecnia por excelencia del mercado del pop coreano. Con este dispositivo de diseño único, los fans iluminan cada presentación al ritmo de las canciones formando un mar de colores que tiene la finalidad de demostrar el apoyo y cariño hacia el artista.
La mercadotecnia es la que más gana en esta industria, pues el K-pop regresó a las nuevas generaciones a la compra de CDs, DVDs, álbumes de fotos, revistas, entre muchos otros productos retro que los fans coleccionan de manera devota.
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El fenómeno coreano también viene acompañado de serie dramáticas, películas, programas de entretenimiento, moda, maquillaje, gastronomía, una exportación entera de cultura a la el gobierno de Corea del Sur le apostó para elevar su economía, por eso es normal ver a artistas o actores haciendo presentaciones culturales para promover el turismo en el país, la estrategia ha funcionado.