Escenario

ENTREVISTA. El cineasta Santiago Maza y uno de los protagonistas, Marcos Vizcarra, nos dan detalles sobre la producción que estrenó este jueves en Netflix

‘Estado de silencio’, un documental sobre el compromiso y los peligros del periodismo en México

Fotograma de 'Estado de silencio' Fotograma de 'Estado de silencio'. (CORTESÍA)

Llegó a Netflix el filme Estado de silencio, documental dirigido por Santiago Maza (producido por Diego Luna) que refleja el peligro y el compromiso que existe entre la labor de varios periodistas que, lamentablemente, viven amenazados por un sistema corrupto al cual no le gusta ser incomodado.

Crónica Escenario charló con su realizador así como con uno de los cuatro protagonistas de este interesante relato, Marcos Vizcarra, sobre la importancia de ejercer este oficio y la defensa de la libertad del mismo a pesar de los duros riesgos que conlleva.

El hacer cine en México y en el mundo siempre es un reto. Cada proyecto tiene sus propias dificultades. Con Estado de Silencio, en un principio, con lo que más batallamos fue justamente con lograr financiarlo”, expresó el cineasta.

“Pero eso al final se convirtió en una ventaja porque, por nuestra parte, fuimos 100% libres de decir lo que queríamos, de expresarlo en el lenguaje audiovisual que creemos que es el más necesario y oportuno para que esta película resuene con el público”, explicó de inicio el director.

“No fue fácil por los lugares en los que se filmó ya que hubo que tomar medidas de seguridad, ser delicados con cómo se manejaba la información, cómo se compartía durante los procesos de edición, pero justamente tomamos todas las precauciones necesarias y afortunadamente nunca hemos tenido un susto o un trago amargo con el proyecto”, puntualizó a su vez Maza.

Si el periodismo no incomoda, deja de resonar en la sociedad. Esta máxima del oficio es algo que Vizcarra, uno de los protagonistas del relato, cree firmemente. “El hacer esta labor es muy parecido a un servicio público porque se tiene la responsabilidad moral, social e histórica de ser esta herramienta para la sociedad que puede ayudar a generar cambios”.

Sé tiene que incomodar porque no podemos estar pensando o estar sentados, esperando que las cosas sucedan solas cuando, históricamente, han sucedido muchísimas cosas que nos han afectado”, sumó.

“Hay ejemplos muy interesantes e importantes de lo que ha sucedido con el periodismo como lo que ha hecho Pablo Ferri, John Gibler, Marcela Turati y muchas personas más, que han logrado incomodar. Se ha logrado crear un movimiento social muy fuerte e informado de cómo han sucedido eventos como Ayotzinapa”, continuó.

“De eso se trata el oficio. Hay otros temas que también son muy importantes y han sobresalido, sobre corrupción, temas sociales, o que han impactado la vida pública. El objetivo del periodismo debe ser ese, impactar en la sociedad para la mejor toma de decisiones”, afirmó Marcos.

El objetivo del periodismo debe ser ese, impactar en la sociedad para la mejor toma de decisiones

—  Marcos Vizcarra

En su búsqueda por revelar el dolor y el miedo que padece la ciudadanía tras dos décadas de una violencia desbocada por la llamada guerra contra el narco, cuatro periodistas se han convertido en blanco de la represión.

Ellos, así como cientos de sus colegas, son al mismo tiempo investigadores y víctimas de la narcopolítica y de la corrupción política, policial y militar a sueldo de los narcos. Este retrato íntimo exclama con sentido de urgencia que la libertad de prensa no puede permanecer bajo asedio.

Para los creativos este filme se trata de un proyecto que busca alzar la voz por el oficio del periodismo: “Cuando hablamos de que el periodismo es esta herramienta para crear una mejor sociedad, justo va por ahí, para incomodar y cuestionar. Ha sido difícil, no es tan simple. A compañeros los han atacado por justamente informar o estar en ciertos momentos presentes”, dijo.

“En el documental se aprecia mucho esto, hay instantes donde hay personajes que son importantes para nuestra sociedad que van documentando las agresiones a periodistas. Entonces, creo que es importante seguir discutiendo esto y voy a insistir en que el hecho de que el periodismo tiene que incomodar, pues es una opción real y necesaria para poder seguir buscando un mejor estado dentro de nuestra nación”, aseveró tajante el sinaloense.

El director también habló de los retos para convencer a los periodistas a contar su historia en el proyecto. “Como documentalista siempre me corresponde invitar a gente a salir en cámara, plantearles por qué y qué es lo que busca cada proyecto. Y diría que nunca es fácil exponerse a eso, pues conlleva un proceso”, expresó.

En el caso de los periodistas tiene un grado extra de complejidad. Porque ellos realmente tienen un talento para volverse invisibles, para ellos ser el punto de vista y no ser el objeto de la cámara o del ojo”, añadió.

“Fue necesario platicarles lo que buscaba y creo que una vez que todos entendieron la importancia de hacer un retrato así, fue que se animaron a hacerlo, a pesar de la incomodidad que puede ser que un equipo de rodaje te siga constantemente”, señaló.

“Hubo algunos retos pero afortunadamente nos dejaron entrar y logramos hacer que fuera lo menos estorboso posible, con la mayor naturalidad, buscando esa honestidad que se da cuando alguien se olvida que están filmando”, dijo.

“Platicamos con varios periodistas a lo largo del proceso de armar el documental y nunca hubo un no rotundo, hubo más como escepticismo de algunas personas y al final también filmamos con más, no sólo con Juan de Dios, Marcos, Mari y Jesús, pero esta es la cara de un retrato que queremos que sea lo más total posible”, complementó Maza.

Con este trabajo se espera crear conciencia sobre lo que hacen y el riesgo que corren: “Ellos están repartidos a lo largo del país, cubren diferentes temas, están en un momento similar dentro de sus carreras y de cómo viven el periodismo hoy en día. Al mismo tiempo tienen cosas que son muy particulares de su oficio y de su persona”, dijo.

“Entonces, en ellos cuatro encontré que era el retrato más balanceado y estoy muy agradecido tanto con las organizaciones que nos ayudaron a encontrar y acercarnos a los periodistas, como con ellos mismos, simplemente por acceder a la invitación pues era esencial que el periodista en México vea el documental y sienta que es un retrato fidedigno de su labor”, manifestó el director.

Para Vizcarra, la narrativa y el retrato creado alrededor de esta labor le dejó una sensación muy positiva. “El equipo de producción toma momentos que funcionan como metáforas a través del arte y ayudan mucho a poder darle un hilo conductor mientras puedes provocar diferentes sensaciones. Eso nos ayuda a abrir más la conversación porque esas imágenes, esos momentos, esta portada de una casa de periódicos que se está incendiando y cómo va llegando el momento de clímax dentro de la película, son puntos que fortalecieron mucho este proyecto”.

“Al tomar las riendas en la dirección del proyecto, uno se siente naturalmente intimidado de cómo vas a hablar de esta realidad de los periodistas. Ellos son los expertos, ellos lo viven, manejan las cifras y pueden ver todas las capas y el entramado en el cual funciona el país. Decidí entonces que el documental tenía que establecer desde el principio su propio lenguaje”, explicó Santiago sobre la creación de la narrativa y las metáforas en el documental.

Para mí era importante mostrar qué es lo que hace un periodista hoy en día, cómo se mueve, qué tecnología usa y si de repente usa el celular o usa la cámara o evita o se comunica de esta manera

—  Santiago Maza

“Lo que Estado de silencio iba a aportar no iba a ser ese pedazo de información que muchas veces los periodistas de investigación sacan en pantalla que lees de punta a punta y sales bien informado y con los ojos abiertos. Buscamos emocionar y sensibilizar, que uno conecte de la forma más elemental con la figura del periodista. Y es por eso que también lo seguimos muy de cerca cuando ellos están trabajando”, siguió.

Para mí era importante mostrar qué es lo que hace un periodista hoy en día, cómo se mueve, qué tecnología usa y si de repente usa el celular o usa la cámara o evita o se comunica de esta manera. A veces los acabas viendo hacer lo imposible para poder lograr que la información a la cual accedieron llegue a su audiencia o un lector”, sumó.

“Quería conectar con esta parte humana que también tenía una parte muy densa donde dábamos estos respiros. Además, le tienes que dar al público su momento de hacer propio esa información, de sentirla, de realmente digerirla no con la cabeza, sino con la tripa o con el corazón”, añadió.

“Por eso los elementos líricos vienen desde el guión, mismos que acabaron haciendo un servicio no nada más de metaforizar algunas cosas, sino también de dar esta capacidad de que el documental no se vuelva hiperpesado. Y me gusta esto, porque logramos una amalgama bien nutrida, bien balanceada que permite que tengas un viaje emocional más allá del viaje informativo”.

No cabe duda que Estado de silencio alza la voz sobre la importancia y el peligro que corre este oficio en México, pero el realizador cree que tendrá un diferente impacto en otros lugares del mundo. “Algo que me tiene muy emocionado es ver qué va a pasar en Latinoamérica. Las funciones que acabamos de tener en Colombia, Brasil y Argentina, el público detecta muy bien qué de la realidad mexicana también representa a sus países”.

“Creo que todos ven a México como una llamada de atención. Son regiones en las cuales también hay violencia contra los periodistas. El periodista independiente tiene muchas similitudes con los cuatro reporteros que aparecen en pantalla”, declaró.

“Entonces, ese retrato o esa captura en imagen de lo que es México hoy, les dice que tienen que atender esto o la descomposición y esa relación entre ciudadanía y periodistas, si se deja que se debilite, provocará perder una libertad de prensa sana, crítica y contundente. Lo entienden de una manera más profunda”, agregó.

Marcos Vizcarra reflexionó justamente sobre el mensaje que busca dejar en Estado de silencio. “Busca ser un servicio para la libertad de prensa en México, pero que perfectamente lo puede ser para otros países y que puede ser una forma de sensibilizar a otras audiencias sobre el rol y lo fundamental que es tener una libertad de prensa sana”, dijo.

Al final, es un abrazo al corazón, es un ‘los estamos observando’ pero en buen sentido así como una expresión de ánimo para quienes estamos en esta labor y ver que esto no solamente trata de periodistas, sino de todas y todos los que cubrimos cualquier tipo de nota y que en cualquier momento podemos ser víctimas de ellos. Es hablar de la no normalización de la violencia en todos los aspectos”, añadió.

Asimismo, el sinaloense hizo hincapié en no olvidarnos del periodismo y los peligros que enfrenta este oficio. “Cuesta mucho que el periodismo se reconozca, y creo que hay muchos periodistas que tienen ese renombre. Eso es muy positivo, pero hace falta mucho más elevar esta participación y este ánimo a las y los periodistas y hacer un acompañamiento a aquellos que fueron torturados o que les asesinaron a sus familiares”.

“Me quedo mucho con las palabras de María Isabel Cruz Bernal, madre buscadora que me decía hace unas semanas que necesitaban mucho el periodismo y a la gente, porque durante muchos años lo veían muy alejado. Y ahora se necesitan más profesionales y más labor periodística, eso es muy bonito y alentador”, recalcó emotivamente el periodista.

Finalmente, Santiago Maza resaltó la importancia de que historias como Estado de silencio lleguen a un público global. “La verdad es que no deja de ser un reto lograr que las películas, una vez terminadas, se vean, viajen, vayan a festivales, lleguen a plataformas”, expresó.

“Afortunadamente el documental, en los últimos meses, se ha cargado de buenas noticias. Ahora que llega a Netflix es donde vamos a realmente ver el eco a nivel masivo, esperando que se vea la película, que se dialogue y se platique. Nos corresponde a nosotros desde el haber empezado con la idea y hasta el día de hoy, empujar el proyecto”, concluyó.