Escenario

COBERTURA. La cineasta Luna Marán reflexiona sobre el significado de comunidad con su nuevo filme en el cual adquiere una dimensión poco vista

‘Chicharras’, una docuficción sobre la defensa de los territorios en Oaxaca

Chicharras de Luna Marán Elenco de ‘Chicharras’ en Morelia (Mitzy Torres/Cortesía FICM)

La definición de comunidad adquiere una nueva dimensión con Chicharras, de Luna Marán y todo el poblado de San Pablo Guelatao, Oaxaca. Los miembros de esta población que actúan en la cinta, Yuliana Berenice Martínez, Ernesto Martínez López, Javi Meléndez y Víctor Robinson, acompañado del cinefotógrafo Pablo Morales García, ofrecieron una charla con los medios para ahondar en el gran trabajo detrás de esta cinta en competencia en la 22da edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).

Victor comenzó hablando de los retos para presentar una cinta con una visión de la comunidad manejando una narrativa de docuficción. “Cada uno realmente nos desempeñamos en una forma natural, que es incentivar y tocar de manera tradicional la visión para crear esto. Somos una unidad”, dijo.

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Lograr hacer este proyecto fue como una lucha para mantener también quienes somos en un trabajo en el que nos sentimos como México. Estamos trabajando en esa parte de mostrar nuestras raíces indígenas, nuestra cultura y organización”, siguió.

De alguna manera, Chicharras tiene un mensaje que habla sobre la igualdad, la comunidad en donde todos somos exactamente iguales, no hay nadie que sea menos que tú, ni nadie que sea más. Esa es la esencia de nuestro pueblo y creo que cada uno de nosotros, como personajes, mostró su esencia y si estamos aquí, en este festival, es por eso. Por el alma de vivir en comunidad y con el sistema de organización que tenemos”, complementó.

En el filme Abril decidió ser madre soltera, regresar a su pueblo y asumir la responsabilidad del servicio comunitario sin saber que, durante su labor, la comunidad tendrá que tomar una decisión histórica: oponerse o apoyar a un mega proyecto minero, impulsado desde el Estado. Mientras esto ocurre, Abril inicia una relación sexo-afectiva con un joven diez años más joven que ella.

Algo que ayuda a captar esta naturalidad también es la fotografía del filme. Al respecto, Pablo comentó: “Desde el principio, establecimos que se pudiera jugar con este estilo de poder usar más la luz natural para que todo se sintiera más real”, dijo.

“A final de cuentas, poner una iluminación también real de una estancia de los Topiles pues obviamente es algo que salta. Siempre se buscó que no fuera tan invasiva y que pudiera tener un estilo más tirado al documental y así se pudiera aprovechar la naturalidad en espacios específicos para conservar la esencia de la identidad de la comunidad”, siguió.

De alguna manera, <i><b>Chicharras </b></i>tiene un mensaje que habla sobre la igualdad, la comunidad en donde todos somos exactamente iguales, no hay nadie que sea menos que tú, ni nadie que sea más

—  Víctor Robinson

Los actores y miembros de la comunidad resaltaron la labor de Luna para juntarlos y hacer este proyecto.

Ella nos buscó para que nosotros participáramos en la película. Y nosotros solo aportamos la esencia de nuestra persona. Le agradezco todo lo que hizo para lograr que nosotros llegáramos acá. Con ella tuvimos un proceso de trabajo de guion al lado de Yuli y otra compañera. Desde sus cimientos todo fue muy cooperativo porque incluimos desde el proceso de creación un proceso de crecimiento que va de la películas a la comunidad”, declaró Ernesto.

Chicharras expone con cierta gracia y realismo el sistema de organización que hace que todo salga a flote con todo y los retos que eso implica. “Hay un sistema que es muy complejo, se ve bonito, pero vivir en esa complejidad ancestral y mostrarla a los demás me parece bastante valioso”, dijo Yuliana Berenice.

“La cinta es esencia y no nos esforzamos en mostrar algo que no se es. Solamente enseñamos nuestra cultura, nuestra identidad, los usos y costumbres y todo lo que conlleva un escalafón para tener un cargo, desde el Topil, hasta el proceso de los regidores y llegar a la presidencia de la asamblea. Siempre y cuando tengamos esa imagen limpia, con la responsabilidad que todo esto conlleva”, añadió.

Asimismo, para los entusiasmados representantes de San Pablo Guelatao, Chicharras funciona como una representación digna de las comunidades de la Sierra Norte de Oaxaca y las posibilidades que representa esto para defensa de sus territorios.

Lo hicimos con mucho orgullo y respeto para ellos y nuestros ancestros. El filme abre esa oportunidad a la reflexión para distinguir si todas las comunidades, los pueblos y todos esos espacios donde efectivamente llega una empresa a querer hacer una obra, existe esa posibilidad de consenso”, dijo Martínez.

Hay otros lugares donde no existe ese respeto ni la posibilidad de generar ese sentimiento por la gente y el debido respeto por los usos y costumbres. Quisimos abrir una reflexión de lo que sí sucede por este lado, pero que en otras historias que tal vez no se pueden contar, se genere ese derecho a la decisión comunitaria”, señaló.

Chicharras y el trabajo de Luna y sus compañeros se une a una larga lista de proyectos que poco a poco buscan hacer crecer la voz de estas comunidades en una historia que data de tiempo atrás.

En los 90, el movimiento de lo que fue el cine indígena, con lo que se llamaba TV Serrana, retrataba desde la autorrepresentación a las comunidades vecinas y las festividades que existían dentro de la comunidad, así como una serie de programas infantiles en los que también fueron participantes las compañeras que están aquí. Eso solo fue un trampolín y al final llegamos a una cúspide donde se terminó de apropiar esta mirada”, reflexionó Morales García.

De ahí ya no solo fue este grupo que empezó como radio, sino que ahora toda la comunidad se llenó de energía e hizo una autor representación completa de lo que es la comunidad en la película”, expresó.

Pero en realidad creo que dentro de todo esto de los medios audiovisuales y del cine dentro de nuestras comunidades, ahora ha sido el gran momento para auto representarnos, no solo porque nos han volteado a ver, sino porque también han empezado a brotar muchísimos cineastas dentro de nuestras comunidades que también han dejado estas nuevas formas de contar historias, que es desde la organización de la comunidad, la historia y festividades que hablan de nosotros y por fin deja de ser una representación de lo bonito que podría ser en la ficción”, añadió el cinefotógrafo.

Hay un sistema que es muy complejo, se ve bonito, pero vivir en esa complejidad ancestral y mostrarla a los demás me parece bastante valioso

—  Yuliana Berenice

Parte de ello se muestra en la representación que se da de la mujer en la comunidad, como bien apuntó Yuliana Berenice. “Si bien se muestra esta parte de cómo se da la participación de la mujer indígena en la vida comunitaria, y la otra parte de que a lo mejor no cumple los usos y costumbres de tener hijos, ser esposa o cuidar la casa”.

Mostramos que también se puede ser profesionista hoy, que puedo no tener hijos, puedo no estar casada, pero tengo que cumplir también conmigo y con mis deberes en mi papel dentro de la organización. Ahora ya existen mujeres policías y señoras jóvenes que hacen y cumplen con ese papel. Además de que, en una asamblea, realmente sí existe la participación y es tomada en cuenta una mujer en el desarrollo de los cargos”, sumó.

Todo esto no se podía lograr sin los permisos de la asamblea, algo que fue un reto para todo el equipo detrás de Chicharras. “Se percataron de que tenemos que crecer, porque no podemos aislarnos, pero tampoco podemos perder quiénes somos. Fue muy interesante que, a partir de que la asamblea dio el visto bueno, toda la gente estaba lista para actuar”, comentó.

Es bonito ver que la comunidad y todos nos ponemos de acuerdo y decidimos juntos. Trabajamos con ese respaldo, sabemos que estamos haciendo las cosas, caminamos juntos, somos una comunidad de artistas, de creadores. Y el orgullo de esta película es saber que se está reflejando ahora lo que es Guelatao para todos”, afirmó emotivamente Robinson.

“Cuando se tomó el acuerdo, nadie dimensionaba lo grande del proyecto porque cuando iniciamos obviamente se especulaba mucho. Pero creo que ni la propia asamblea ni yo, ni nadie pensamos en el alcance que pudiera tener Chicharras. Y que hoy estemos aquí sentados en este espacio con todos ustedes ya sabiendo qué es esta historia, después de los años que tuvieron que pasar, jamás se dimensionó en nuestros planes. Es bonito saber que podemos ocupar lugares como este festival”, concluyó Ernesto.

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