Escenario

COBERTURA. La cantante chilena se presentó el pasado miércoles en la capital del país con un emotivo concierto

Mon Laferte en el Auditorio Nacional por octava vez: Una cura para el alma

Mon Laferte en el Auditorio Nacional 3 Lució también su poderosa voz. (Adrián Contreras)

Muchas flores rojas fueron las que inundaron el Auditorio Nacional el día de ayer con motivo del octavo concierto de la cantautora chilena (y mexicana) Mon Laferte. Una vez la artista volvió a encender el escenario con su talento musical y su toque artístico tan peculiar, reafirmando su posición como una de las voces más poderosas e influyentes de la música latinoamericana.

La salida de Mon al escenario estaba programada para las 20:45 horas, sin embargo el recinto ya estaba lleno cuarenta y cinco minutos antes. Fue GRTSCH la encargada de abrir el concierto, cantante mexicana que tiene una relación muy cercana con Mon, tanto que expresó que la consideraba su hermana.

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El público estuvo cantando y apreciando el talento de GRTSCH durante veinte minutos. Llegó el fin y la cantante se despidió, también mencionó que estaba muy nerviosa.

Posteriormente el recinto puso una playlist con canciones muy exitosas para que la audiencia tuviera una espera amena. Sonó “Todos me miran” de Gloria Trevi y las Drag Queens que se encontraban entre el público, la sintieron tanto que se levantaron a cantar y bailar, claro que los asistentes gritaron y aplaudieron.

Mon Laferte en Auditorio Nacional 2 La cantante hizo un performance espectacular. (Adrián Contreras)

De pronto las luces se apagaron y comenzó la magia de Mon Laferte. “Tenochtitlán” fue el primer tema de la noche. En un escenario cuadrado con una escultura roja de una persona sobre sus brazos (simulando sufrir o llorar), apareció Mon con un vestido colorido y un peinado pouf.

Sus fans la recibieron con gritos y elogios. Desde el primer momento la conexión con su público fue evidente; la noche continuó con “Volveré” y en ese preciso momento cuatro bailarines salieron para acompañarla.”¡Arriba auditorio!” gritó Laferte antes de seguir con “Obra de Dios” y “Autopoiética”. Entre estos temas se llevó a cabo un desfile con sus bailarines, Drag Queens y GRTSCH.

Cada interpretación fue una montaña rusa de emociones, donde la artista chilena mostró su incomparable capacidad vocal y su habilidad para conectar emocional y profundamente con el público.

Tres músicos (una cuerda y dos instrumentos de viento) salieron al escenario para acompañar a la cantante con “Tormento”, “Aunque te mueras por volver” y “Antes de ti”, temas que tocaron las fibras más sensibles del público.

Mon Laferte en el Auditorio Nacional Mon Laferte en el Auditorio Nacional. (Adrián Contreras)

“¿Cómo están? Estoy muy feliz, es mi auditorio número ocho y es muy emocionante. Hoy estaba en la prueba de sonido y me cayó el veinte de que he hecho ocho Auditorios Nacionales; muchas gracias por estar hoy aquí, los fans nuevos sean bienvenidos y para mis amores que me siguen desde hace muchísimos años sean bienvenidos una vez más, gracias por seguirme en tantas locuras. Espero que se la pasen bonito, les amo”, dijo con mucho entusiasmo Mon.

Uno de los momentos más memorables (y esperados por el público) fue cuando Mon interpretó “Flaco” y “Mi buen amor”. La intensidad de su voz, combinada con la intimidad de la interpretación, hizo que el Auditorio Nacional vibrara con una atmósfera de complicidad y sensibilidad. La audiencia no solo coreaba, sino que compartía cada sentimiento que la artista transmitía desde el escenario.

Cabe destacar que en esta segunda etapa del show, la cantante utilizó un vestido ampón (en realidad el mismo pero desmontable) que le dio un toque muy especial a cada tema.

“Pornocracia”, “Calaveras”, “Por qué me fui a enamorar de ti” y “Amantes suicidas” fueron parte de la tercera etapa del concierto. También tomó una copa de vino y sus seguidores le animaron a beberla hasta el fondo, lo que la puso más natural en cuanto a la interacción con sus fans.

Mon Laferte en el Auditorio Nacional Una de las mejores postales de la noche. (Adrián Contreras)

“La vie en rose” fue un performance muy especial, en el que se mostró coqueta y efusiva. El Auditorio Nacional fue el escenario perfecto para presentar un recorrido por sus grandes éxitos y las nuevas canciones de su más reciente producción, que continúa explorando el folclore, el bolero y las baladas, fusionadas con su estilo característico.

Para concluir, “Amor completo” y “Tu falta de querer” fueron las canciones que Mon Laferte dejó para el gran final, las cuales el público cantó a todo pulmón y con todo el corazón. Después de casi dos horas, el concierto llegó a su fin y seguramente esta noche será recordada como una de las más emotivas y significativas en su carrera.

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