Escenario

COBERTURA. El filme de Astrid Rondero y Fernanda Valadez se llevó los premios de Mejor Película, Dirección y Guión en el FICM

‘Sujo’ triunfa en el festival de Morelia y cobra impulso rumbo a los Oscar

‘Sujo’ triunfa en el festival de Morelia y cobra impulso rumbo a los Oscar Las cineastas Astrid Rondero y Fernanda Valadez con sus premios en Morelia. (CORTESÍA FICM)

En el 2020, las cineastas mexicanas Astrid Rondero y Fernanda Valadez impactaron al mundo con su colaboración como productora y directora del filme Sin señas particulares. En ese momento las mieles del triunfo no fueron fáciles pues la pandemia provocó que las artistas recibieran los elogios a la distancia.

Este año el destino les sonríe con su nuevo filme Sujo, que ha cautivado festivales como Sundance y San Sebastián y que este viernes fue el gran protagonista de la competencia por mejor largometraje mexicano del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), el más importante del país.

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La sinópsis del filme es la siguiente: Cuando un sicario de un cártel es asesinado, deja atrás a Sujo, su hijo de cuatro años. La violencia se cierne sobre Sujo en cada etapa de su vida en el campo mexicano. Sujo madura y descubre que eludir el destino de su padre es inevitable. Las cineastas se llevaron los tres premios más importantes de la competencia a Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Guión:

Sujo es la historia de un huérfano haciéndose hombre en este país que todos sabemos que es tan maravilloso como es terrible a la vez”, dijo Rondero al recibir el premio principal en el Teatro Melchor Ocampo de Morelia donde se realizó la ceremonia de premiación como cada año.

“Para Fernanda y para mí, ver la realidad a través de los ojos de Sujo, de este hombre joven, ha sido en realidad el mayor regalo que hemos recibido (…) Nadie debería estar determinado a la violencia, eso es lo que creemos”, añadió.

Nadie debería estar determinado a la violencia, eso es lo que creemos

—  Astrid Rondero

Las cineastas se vieron sorprendidas y emocionadas al recibir el premio de Dirección: “Por fin lo conseguimos”, dijo Rondero y añadió: “Qué lujo además que nos premien por ese gran placer de dirigir juntas”.

Cabe decir que los galardones de Película y Dirección otorgan un par de estatuillas llamadas Ojito de Oro que entrega el festival cuyo diseño es hecho por el artista michoacano Javier Marín. Además de un premio económico en la categoría principal de los Estudios Churubusco Azteca por $1,000,000 pesos en servicios de postproducción, con vigencia de 36 meses, de noviembre 2024 - noviembre 2027 (este premio se otorga al productor mexicano mayoritario), y $300,000 pesos otorgados por Cinépolis. A los que se suman $100,000 pesos por Mejor Dirección y $30,000 pesos por Guión.

Este año el jurado estuvo presidido por el realizador y guionista ganador del Oscar, Alexander Payne, y conformado por la gran actriz Liv Tyler; y Ira Sachs, reconocido cineasta estadounidense, quienes le dieron una mención especial a mejor película a Un cuento de pescadores, de Edgar Nito, mientras que el premio del público fue para La cocina, de Alonso Ruizpalacios.

Por otro lado, Diana Laura Di, del filme Violentas mariposas sobre una cantante punk que es abusada por policías, dedicó su premio de mejor actriz a todas las personas afectadas por trastornos alimenticios y adicciones, así como a las víctimas de conflictos armados.

A todas las vidas que son arrebatadas por una guerra que no les da la oportunidad de seguir adelante con sus vidas, sin agua, sin comida, sin el derecho a vivir, sin justicia, sin sueños, ni esperanza”, señaló.

Andrés Revo, que protagoniza la película Hombres íntegros, que relata la historia de un estudiante de una preparatoria de clase alta que reprime su interés y deseo por otro chico desencadenando una serie de eventos fatales, se llevó el premio de mejor actor.

Me encantaría dedicar este premio a todas las víctimas de la violencia machista de la que se habla en la película, las personas de la diversidad y también a los hombres a quienes exigimos como sociedad este tipo de masculinidades”, dijo Revo, quien dedicó también su premio a la mexicana Verónica Toussaint, que tiene un pequeño papel en la cinta y falleció en mayo.

Otra categoría en competencia importante es la de Documental. El jurado de la Sección de Largometraje Documental Mexicano estuvo compuesto por Mary Bell, productora escocesa ganadora del Oscar; Cristian Calónico, destacado realizador mexicano; y Doris Metz, reconocida documentalista alemana.

La cineasta de la etnia tzotzil Ana Ts’uyeb consiguió el premio a mejor largometraje documental mexicano por Li Cham, una película sobre la relación entre una madre y una hija influenciadas por el movimiento zapatista para luchar por su tierra y su independencia. Ts’uyeb habló en tzotzil al recibir su premio.

Florece mi corazón por esta noticia, por este premio”, dijo traduciendo sus palabras al español. Además, agradeció al festival por abrirle “su puerta a nuestra película desde nuestra mirada narrativa desde los pueblos originarios”.

Buscando un burro, del director venezolano Juan Vicente Manrique, que mezcla comedia y reflexión política, ganó en la categoría de cortometraje documental. El coeditor Alan Oeph leyó un mensaje enviado por Manrique, que no acudió porque está en Colombia, donde rueda su primer largometraje.

Este cortometraje es una denuncia directa a la censura y autoritarismo en mi país”, leyó Oeph. “Trata de dos bomberos venezolanos que fueron llevados a prisión por grabar un burro, como si fuese Nicolás Maduro (…) pero el burro es un animal trabajador, tierno, inteligente, por lo que de ninguna forma estoy de acuerdo con esta ofensiva comparación del dictador”.

El largometraje Impronta, del director Rafael Martínez-García de la sección michoacana; el corto de animación La mancha negra, de Yareni Velázquez Mendoza, y el corto de ficción Spiritum, basado en la experiencia de Adolfo Margulis como un joven en un centro de rehabilitación, también fueron galardonados.

El premio La Musa de la Asociación de Mujeres en el Cine y la Televisión de México al mejor documental dirigido por una cineasta fue para Formas de atravesar un territorio, de Gabriela Domínguez Ruvalcaba.

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