Esas fechas son importantes para el mexicano, desde la fiesta de halloween traída por los vecinos del norte hasta, y de mayor relevancia, El día de muertos, muchos músicos aprovechan la celebración para recordar a nuestras personas y llevar un poco de música a sus seguidores, ejemplo de eso es La maldita vecindad, Panteón rococó o quien nos atañe hoy Lila Downs.
La cantautora oaxaqueña trajo por segundo año su concierto de Día de Muertos en el Auditorio Nacional, en el que recordó a su esposo, el músico y productor estadounidense Paul Cohen, fallecido en 2022 y pieza fundamental de la carrera de la intérprete mexicana, concierto donde se probó a sí misma como una mujer tenaz, fuerte y visionaria, alejada de los estereotipos, algo que siempre se ha sabido de Lila Downs.
Cercana la hora de la aparición de la oriunda de Ciudad de Tlaxiaco, miles de fanáticos llegaban poco a poco al Coloso de Reforma, se podía percibir a muchas catrinas, algunas de ellas maquilladas en su totalidad y otras tantas solamente coronadas con una guirnalda de flores y lucecillas, además de uno que otro catrín ataviado en su papel protagónico, y uno que otro apasionado de la noche de halloween con su disfraz de zombie y hasta un Drácula cumbianchero se presentó.
Previo a la aparición de Lila Downs y mientras la gente tomaba su respectivo asiento el conjunto Costamia Orquesta desde meritito Oaxaca tomó el escenario, fungieron como abridores de la velada y tocaron algunos huapangos para animar a los asistentes tempraneros, que en ese momento ya rodaban en el cuarenta por ciento del aforo total, que al final de la noche llegó a un lleno parcial.
Alrededor de las 20:30 hrs, por fin llevaba el moreno indicado, y de eso estábamos seguros porque en las pantallas gigantes de la venue se proyectaron fotos de personas, o mascotas, suponiendo a manera de tributo por la fecha tan especial.
Por fin salieron los músicos que acompañan a Lila Downs y casi de inmediato comenzó con la interpretación de “Tirineni Tsitsiki”, una canción en purépecha, envuelta de una atmósfera de tristeza y alegría propia del Día de Muertos, mientras de un precioso altar y ofrenda clásica de la celebración aparecía la cantante y compositora ataviada de sí característico ajuar tradicional y enfundada en una capa de hojas de plátano.
“Que tú eres naturalita, florecita de cempasúchil, celebramos el agua que recibimos porque somos gente purépecha”, dijo la cantante al finalizar ese inicio tan conmovedor, además de recordar el respeto que tiene la propia arista de la tradición mexicana además de ser luchadora incansable de las comunidades indígenas de nuestro país. Momento seguido por “Mandimbo”.
“Así como celebramos con un ritual del mezcal y del mole, de las flores, de las hojas de totomoxtle que vemos aquí encendidas, alegrando nuestros espíritus, así como hace ratito veíamos a Paul que venía a visitar su ofrenda, y así también con la tristeza un poco de recordar a los difuntos pero también nos encanta celebrar la vida y la muerte, porque así ellos quedan dentro de nosotros para siempre, por eso también en México para celebrar a los difuntos se baila cumbia”, dijo Lila antes de interpretar “La campanera”.
La noche siguió con “El conjuro” y más intervenciones de la cantante que recordó las veces que ha estado en el Auditorio Nacional y donde agradeció a las personas por asistir y recordó el poder de las culturas de México además de asegurar no tener pena de estar orgullosa de ellas y ya encaminada agradeció a todas esas mujeres del istmo que siempre le dieron fuerza, dijo eso antes de interpretar una de las favoritas, “La Martiniana”.
A esas alturas de la noche Lila Downs tomo un leve receso para cambiar de ajuar y dejó a los espectadores con La misteriosa, los músicos que la acompañan momento que ellos se rifaron solos, interpretando una pieza de improvisación y donde lucieron su capacidad, cada uno con su instrumento.
Con un cambio de traje, de un rosa mexicano a un dorado y negro, regresó a cantar “Son de difuntos”, seguida de un cover de Vicente Fernández “Urge” y “Fuiste feliz”.
“Le hemos puesto a esa noche el corazón porque yo personalmente quiero agradecerles a cada uno de ustedes el estar aquí a compartir con nosotros la música con nuestros fieles difuntos y con los recuerdos en su familia de esos seres queridos y por eso le pusimos a este concierto La Curación, ustedes son la curación y yo les agradezco y agradezco a la música tenerla para poder darme la fuerza de esta vida en la que me encuentro orgullosamente contenta con la familia y con ustedes que son mi familia de la música , muchas gracias”, dijo conmovida Lila y casi a punto de soltar el llanto antes de interpretar precisamente “La curación”.
Lila Downs y su curación tuvo invitados especiales, el primero de ellos fue el cantautor Joss Favela con quien interpretó “Te hubieras ido antes” y “El último trago” de José Alfredo Giménez; también invitó a Rodrigo Cuevas con quien cantó uno de los eas favoritos de todos los presentes y uno de clásico de la fecha, “La llorona”.
Los temas que completaron la noche y que fueron cantados en su totalidad fueron “Dos corazones”, “La cigarra”, “Viene la muerte echando rasero”, “Zapata se queda”, “La cumbia del mole”, “Cariñito”, “Naila” y “Mezcalito”. Cabe mencionar que aunque las butacas del Auditorio Nacional no se prestan para armar el bailongo, eso no impidió que la gente bailara y disfrutara la noche con Lila y con su fieles difuntos.
Punto extra es el maravilloso grupo de bailarines que acompañaron a la cantautora oaxaqueña que fueron desde los clásicos bailes regionales hasta los cholos que suelen estar presentes en sus shows, además de el viejito de corpus christi desde Temascalcingo y los tiliches de Tezompan que agregaron color y energía a esta hermosa noche.
Cómo plus, luego de la presentación de Lila Downs, dos horas después, se presentó Pato Machete y su proyecto junto a la Ronda Bogotá, Ronda Machetera, justo para cerrar una noche muy cumbiera y folclórica, interpretaron éxitos de ambas agrupaciones como “Cumbia sobre el río”, “Cumbia patria” o “Cumbia poder”.