La noche de ayer, la Sala Nezahualcóyotl de la UNAM fue el escenario de un emotivo y excepcional concierto, con un elenco de lujo y una noble causa. Fernando de la Mora, Denise Gutiérrez y Ely Guerra unieron sus talentos para ofrecer una noche inolvidable junto a la Orquesta Juvenil Eduardo Mata (OJUEM), bajo la batuta de Gustavo Rivero Weber. El evento fue organizado por la Fundación Comparte Vida.
El concierto inició minutos antes de las 19:00 horas con la presentación de la Fundación y posteriormente Paola Solís compartió su historia y su testimonio de trasplante de médula ósea. Después se le entregó la medalla “Jean Dausset” a la Universidad Nacional Autónoma de México y la Doctora Rosa Beltrán, Coordinadora de Difusión Cultural, fue quien la recibió.
“Este reconocimiento simboliza la excelencia y la dedicación a la investigación en Medicina, valores que Jean Dausset ejerció con compromiso. En nombre de Francia quiero expresar nuestro reconocimiento, su apoyo es inspirador y este reconocimiento es un recordatorio de que cada aporte y acto de generosidad dejan huella en el progreso y bienestar de la humanidad”, expresó.
Al terminar la entrega de la medalla, los asistentes dieron un cálido aplauso. Al pasar algunos minutos la orquesta tomó sus lugares y de inmediato salió Denise Gutiérrez, saludando a Gustavo. “Cucurrucucu”, “Quizás, quizás, quizás” y “Bésame mucho” fueron las tres piezas que interpretó.
Ely Guerra se unió para interpretar juntas “Vereda tropical”. Denise Gutiérrez aportó una atmósfera única con su estilo profundo, mientras que Ely Guerra, una de las voces más poderosas del rock mexicano, imprimió intensidad y elegancia en cada nota.
Las dos salieron del escenario para que Fernando de la Mora las acompañara a deleitar con su voz. El hombre conocido por su potencia y sensibilidad en la interpretación de la música mexicana y operística, cautivó con su carisma y voz inigualable.
“Gracias por venir. Los que estamos aquí y los que hemos puesto nuestro corazón en esta fundación, agradecemos a cada uno de ustedes que se ha convertido en socio benefactor para esta causa noble y recuerden algo señores: no hay causa pequeña, todas son importantes. Muchas gracias”, dijo Fernando de la Mora.
Después de cautivar a la audiencia con su inigualable voz, Fernando salió del escenario para que Ely Guerra cantara “Solamente una vez”. La Orquesta Juvenil Eduardo Mata, bajo la dirección de Rivero Weber, ofreció una interpretación precisa y apasionada, demostrando el talento joven y prometedor de sus integrantes.
Después de casi una hora y media el concierto llegó a su fin siendo un éxito, un reflejo de la dedicación y compromiso de cada uno de los artistas y también el esfuerzo de la Fundación Comparte Vida. La velada cerró con una ovación de pie y aplausos del público.