Un mar de lucecitas en la pista y en las graderías del antiguo Foro Sol -ahora Estadio GNP Seguros- recibió a los tres integrantes de Blink-182 en el momento en que la banda comenzó a tocar las primeras notas. No eran los flashes de los teléfonos sino las pantallas prendidas grabando el momento. Después de dos infortunadas cancelaciones en los últimos dos años, la expectación por parte de los fanáticos era máxima.
Sin embargo, puede que no hubiera tantos fanáticos como alguien esperaba, pues la pista del antiguo Foro Sol lució medio vacía durante todo el concierto, que duró hora y media. Aunque los asientos en las graderías estaban casi llenos y la pista de general A estaba también llena, la pista de general B, situada más hacia atrás, estaba completamente vacía.
Esto, pese a que Ticketmaster colgó el cartel de ‘todo vendido’, lo cual lleva a cuestionar dónde quedaron esos boletos. Quizás estaban en manos de fanáticos que pagaron más de mil pesos solo para no acudir y vengarse de la banda por sus cancelaciones, o quizás resultaron en pérdidas monumentales para revendedores que vieron como el llamado de la banda fue menor de lo que anticiparon.
Sea como fuere, quienes sí estuvieron en el recinto disfrutaron de una actuación por todo lo alto de una de las bandas más importantes de la escena de la explosión del pop punk de inicios de los dosmiles.
Blink-182 dejó un repertorio extenso y complejo, con un repaso exhaustivo de casi toda su discografía, pero con especial énfasis en su última década. Esto es un mensaje claro para quien creyera que a sus cerca de 50 años, sus integrantes ya solo buscan vivir de glorias pasadas.
Por supuesto, eso sí, no faltaron los grandes éxitos de la banda, como “First date”, “Aliens exist”, “I miss you”, “The rock show”, “All the small things” o “What’s my age again”. Esta última, interrumpida de forma algo perezosa para agradecer a las bandas que les precedieron durante el show (Allison, Petey y Pierce the Veil) y para celebrarse a sí mismos como “la mejor banda del mundo”.
Este repaso a temas más recientes y menos conocidos lo completaron canciones como “Anthem part 3”, “More than you know”, “Edging stay together for the kids”, “Down” o “Always”.
Pero un show de Blink-182 no estaría completo sin los comentarios jocosos y a menudo sexuales de sus integrantes, especialmente del cantante principal, Tom DeLonge. “Hoy hacia las dos de la tarde mantuve relaciones sexuales. Sí, hoy tuve sexo. Esta canción que sigue es sobre coger”, soltó en un determinado momento, para jolgorio y cierto desconcierto del público.
Tampoco faltaron bromas sobre la barrera cultural y su incapacidad de entender el español y la presunta intención del público para entender el inglés -cosa que en muchos momentos se notó que no era cierta-.
Y es que ese es el paquete, Blink-182 no serían la banda que son sin este tipo de licencias, y por mucho que los años pasen y sus integrantes hayan ya vivido mucho (Mark Hoppus superó un cáncer tratado con quimioterapia), esto no va a cambiar mientras sigan en activo.
Finalmente, los californianos rompieron su eterna tradición de finalizar su show con la canción “Dammit”, su éxito más antiguo (1997), con un ‘encore’ en que tocaron “One more time”, canción que da título a su álbum más reciente y que celebra la historia convulsa de la banda.
Mientras las notas acústicas y melancólicas de la canción ponían fin al show, las pantallas proyectaban imágenes de la historia de la banda y una retahíla de fuegos artificiales iluminaban el cielo del estadio para poner el colofón al show más esperando de Blink-182 en México.