Julio Hernández Cordón mezcla las bicicletas con el vampirismo en su más reciente cinta, El día es largo y oscuro, que tuvo su estreno mundial en el Festival Mórbido como una de las propuestas mexicanas más interesantes dentro del certamen.
Protagonizada por Luis Alberti y Mila Mijangos, Crónica Escenario charló con ambos actores que son el corazón de una relación padre e hija en medio de una historia gótica que abarca el duro proceso de crecer y ser un chupasangre.
Alberti explicó qué fue lo que llamó su atención para entrar en este peculiar universo. “Creo que a todos nos gustan los vampiros y hacer una película de esta temática está padre. Cuando leí el guión y vi que no era una historia convencional, pues más me gustó”, expresó.
“Sabemos que siempre el género es metáfora de alguna condición o conducta humana y en este caso la manera en la que Julio lo usa es para plantear algo sobre la neuro divergencia así como un aspecto muy personal acerca de la paternidad. Por ello, creí que podía tener bastante valor”, añadió.
El día es largo y oscuro brilla por el dilema de la paternidad en el vampirismo que abarca la cinta: “El guión parece ir dirigido a la hija de Julio y eso me pareció conmovedor, sobre todo porque darle un giro a los vampiros está bien. Ya vimos muchas veces a aquellos que vuelan, te hipnotizan y arden en llamas con la luz”, comentó.
“Esta es una cinta que no estamos acostumbrados a hacer en México y me parece muy original darle este giro porque no forma parte de las reglas del vampirismo mismo y nos permite preguntarnos qué pasaría ahora con este tipo de personajes o situaciones”, señaló el también protagonista del filme Mano de obra.
“Eso es justo lo que va nutriendo poco a poco tanto a los géneros como al ejercicio de la cinematografía, de cualquier parte. Vas experimentando con las reglas, vas metiendo nuevas cosas, te vas arriesgando a ver qué pasa o qué significaría, en este caso. Y de esa manera es que podemos ir complejizando estas historias desde la pantalla”, añadió el talentoso histrión.
Otra de las partes importantes de esta historia es la química entre Luis y Mila Mijangos, actriz no profesional que asume el reto de protagonizar este filme. “No es la primera vez que trabajo con personas que no son actores profesionales. De hecho, me ha tocado bastante y es algo que siempre se ha dado en el cine, no es algo nuevo”, mencionó.
“Y sucede porque el director, pronto encuentra a alguien con un carisma o una característica física que quiere retratar y por eso no lo hace otro. Al hacer esta combinación conmigo y Mila, pues uno tiene que trabajar por los dos sin que se note”, manifestó Luis.
Esta es una cinta que no estamos acostumbrados a hacer en México y me parece muy original darle este giro porque no forma parte de las reglas del vampirismo mismo
— Luis Alberti
“Para lograr eso, consiste en hacer todo lo contrario a lo que sabes y solo dejarte llevar por el otro y el director. En ese sentido, paradójicamente no es distinto a lo que implica el oficio del actor normalmente”, siguió.
“Así estés trabajando con el mejor o peor de los actores, o alguien que no ejerce el oficio, siempre consiste en eso. Es algo que se da entre las personas que estamos en el set y siempre tiene su complejidad, su exigencia y riesgo”, complementó el actor.
El actor expresó que el triunfo de su actuación en el filme se debe al equipo creativo: “Con Mila también, también tiene que ver con la manera de trabajar de Julio, porque él permite, por lo menos en este rodaje, todo el tiempo estar ahí”, dijo.
“La historia y la relación era muy clara. Y a mí como actor también me gusta no estarle buscando tres pies al gato. Comprendimos entonces la dimensión que esto tiene, para poder darle una complejidad y hacer un retrato que sea atractivo, interesante y sensible”, subrayó Alberti.
Y es que, para el actor, Hernández Cordón tuvo un gran tacto que ayudó a esa química. “Julio nos iba diciendo en cada escena qué hacer o decir, íbamos tratando de desarrollarla y en ese sentido creo que es muy sano, porque creo que si nos vamos a lo más literal y básico de lo que podemos hablar acerca de la actuación y la dirección, es justamente que el director trabaja con el material humano que tiene y con el trabajo, con lo que los demás aportan”, dijo.
“Lo vas trabajando y lo vas puliendo, no imponiendo. Y como actor es lo mismo, vas escuchando, te vas adaptando y entonces va surgiendo algo que nadie se esperaba, a pesar de que viene directamente de algo que todos conocemos y estudiamos”, complementó.
Para Mila, era interesante poder capturar en su papel el proceso de crecer a través de su personaje “Justo creo que es algo que me hizo conectar mucho con Vera, porque estaba viviendo de alguna manera el mismo proceso. Ella está creciendo y está teniendo los problemas de hacerlo con un padre medio ausente”, expresó.
“Se siente sola por lo que está experimentando y creo que hice clic porque está esta parte donde estábamos conectadas en esa parte y fue padrísimo que pudiera entender a la perfección el papel de adolescente insoportable, irritada por todo”, aseveró.
“Y con Alberti también creo que fue increíble porque siento que de alguna manera se sintió muy paternal todo. Creo que lo que nos ayudó a sentirnos de esta manera también era la parte de cómo nos explicaba Julio la relación con sus hijos. Sentir esa empatía rara de que no sabes cómo acercarte pero a la vez sientes horrible. Creo que él nos acercó también, es increíble y sí aprendí también muchísimas cosas de Luis”, acotó.
La vida nocturna y solitaria de la ciudad es otro de los marcos en el que este relato vampírico se destaca. “Nosotros vivimos sólo para la noche y de noche, entonces es lo más chido. Aparte es increíble porque a esas horas en donde salíamos no había nada de coches, entonces era más fácil movernos en bici o hasta casa. Es algo que se da y a Julio le gusta. Su pasión es la bicicleta y andar en ella y lo plantea como una declaración política”, afirmó Mijangos.
“Para estos personajes que son iguales, que andan en bicicleta y además son vampiros, eso forma parte de ese mundo perfecto y de su relación que de alguna manera logra construir al hacer que ambos sean vampiros y que además anden en bicicleta. Los momentos en que andan en ese medio son los mejores de su relación, donde solo existen ella y él. Y el camino es libre y pueden ir hacia donde sea”, reflexionó Alberti.
“A mí en lo particular algo que me gusta mucho de la noche y los caminos es que no ves el final del camino y puedes fantasear que ese camino lleva a cualquier lado. Creo que esa sensación o imagen es algo que tiene la película y que es de las cosas que pueden ser muy muy disfrutables”, sumó Mila.
Finalmente, la cuestión de la eternidad vista desde la juventud es algo complejo pero interesante que abordó Mila en su papel. “A Vera no le parece correcto, no le entra en la cabeza que alguien pueda vivir toda la vida y ver cómo todos a su alrededor se mueren, desaparecen, crecen y mueren. Entonces creo que sentí mucho que es importante para ellas cerrar este ciclo, que es hermoso hacerlo. Es un tema de fondo de los mismos vampiros”, concluyó.