Escenario

COBERTURA. La primera jornada del aclamado festival recibió a la banda canadiense de reggae y pop con un repertorio lleno de éxitos

La magia de Magic!, enciende el Corona Capital bajo la luna llena

Magic! en el Corona Capital Causaron euforia con su tema “Rude”. (OCESA/José Jorge Carre)

Con la luna llena como testigo y una pantalla negra con letras blancas que anunciaban la esperada llegada de Magic!, la expectativa entre los asistentes al escenario Nivea del festival Corona Capital era palpable.

Las luces del escenario iluminaban al público que, con manos en alto, agitaba los brazos de un lado a otro, marcando el comienzo de un espectáculo que prometía una noche inolvidable.

Nasri Atweh, carismático vocalista y líder de la banda, se encargó de encender los ánimos desde el primer momento. “¡México, hagan más ruido! ¿Cómo están? Ciudad de México, ¿están listos para pasar un buen rato?”, exclamó entre ovaciones y gritos.

A pesar del entusiasmo que desbordaba el escenario, no todo fue perfecto. Algunos problemas técnicos con el audio se hicieron evidentes y los propios integrantes lo manifestaron.

“Oigan, ¿me escuchan?, porque yo no me escucho”, expresó Nasri, provocando una ola de comprensión y apoyo por parte de los asistentes que coreaban para mantener el ambiente festivo.

El momento crítico pasó rápidamente, y Nasri, con una sonrisa que iluminaba más que las luces del escenario, retomó su interacción con la audiencia.

“Pues bueno. Hola, gente hermosa de México. Hace mucho que no estábamos aquí, extrañábamos México. ¿Quieren más? Vamos a divertirnos”, declaró mientras el público respondía con un rugido ensordecedor.

El show continuó con indicaciones para que la multitud siguiera el ritmo de la música con aplausos y gritos.

La primera parte del setlist incluyó una mezcla de temas que evocaban los orígenes de la banda y su amor por el reggae.

El guitarrista Mark Pellizzer, con una actitud que desbordaba gratitud y alegría, se dirigió al público: “¿Les gusta la música reggae? Porque sabemos que esto les gustará”.

El ambiente se tornó más relajado, y las melodías suaves invitaron a los asistentes a moverse de un lado a otro en un baile acompasado, dejando que la música fluyera a través de sus cuerpos.

En medio del repertorio, la banda sorprendió con su versión de “My girl”, un guiño a las clásicas influencias que complementan su estilo. Los acordes llenaron la noche con un sentimiento nostálgico, mientras las voces se entrelazaban con la brisa y los gritos del público.

Pellizzer, entre risas, lanzó otra declaración que arrancó aplausos y carcajadas: “Son hermosos, en verdad amamos México. Todo el mundo ama México, eso es una realidad”.

A pesar de los altibajos en el sonido, Magic! supo cómo mantener la conexión con sus fans. Cada canción era una invitación a participar, y los integrantes no dudaron en comunicarse con gestos y sonrisas, creando una atmósfera cercana e íntima.

Los momentos más memorables incluyeron piezas más tranquilas que permitieron a la audiencia disfrutar de un respiro mientras se balanceaban al ritmo del reggae, y temas energéticos que reavivaron el entusiasmo colectivo.

Cuando interpretaron “All night long”, la noche alcanzó un clímax. El público, inmerso en el encanto de la música, se unió en un canto colectivo que resonó por todo el recinto. La conexión entre la banda y los asistentes se había sellado; cada nota, cada movimiento sobre el escenario confirmaba que esa noche Magic! había dejado huella en el corazón de la Ciudad de México.

El broche de oro llegó con su éxito más icónico: “Rude”. Desde los primeros acordes, la audiencia explotó en un estallido de euforia. La canción, que marcó el inicio de su fama en 2013, se convirtió en el himno que cerró la presentación de la noche. Los coros de “Rude” se elevaron como un canto de despedida, un recordatorio de por qué Magic! sigue siendo una banda querida en el país.

Entre aplausos, gritos y un mar de luces de celulares, los miembros de la banda se despidieron con gestos de agradecimiento. Nasri alzó la mano y, con una mirada emocionada, dijo: “Gracias, México. Los amamos”. La audiencia, visiblemente conmovida, respondió con un estruendo que dejó en claro que la magia de esa noche perduraría por mucho tiempo.

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