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American Football ofreció un set inolvidable en el escenario Vans. La banda originaria de Urbana, Illinois, volvió a cautivar a su público mexicano con una presentación llena de emociones, demostrando por qué su legado sigue vigente en el panorama del emo y el math rock.
Desde el inicio con “Five silent miles”, el cuarteto estableció un ambiente íntimo que conectó con los asistentes, quienes se sumergieron en cada acorde. Temas como “The summer ends” y “Honestly?” guiaron los sentidos de los presentes evocando tanto melancolía como asombro por la impecable ejecución técnica de la banda.
La presentación continuó con canciones como “For sure” y “You know i should be leaving soon”, donde las distintivas guitarras entrelazadas y los compases irregulares característicos del math rock brillaron con fuerza. El público no dejó de corear piezas icónicas como “But the regrets are killing me” y “I’ll see you when we’re both not so emotional”, demostrando la trascendencia que su álbum debut homónimo, lanzado en 1999, mantiene hasta hoy.
El momento más emotivo llegó con “Stay home / The one with the wurlitzer”, donde la voz introspectiva de Mike Kinsella resonó profundamente, llevando a los asistentes a un estado de catarsis colectiva. Finalmente, el cierre con “Never meant” fue un clímax perfecto, con miles de voces cantando al unísono uno de los himnos más icónicos del emo.
Entre canciones, la banda mostró su calidez y humildad, agradeciendo a un público entregado que vibraba con cada acorde y cada cambio de tempo. American Football demostró que su influencia sigue intacta, consolidándose como una de las propuestas más queridas.
